Malvinas a toda costa!!!
Si viviera Don Arturo Jauretche agregaría a su “Manual de Zonceras Argentinas” la actuación triste (o patética), de los legisladores argentinos que fueron prácticamente (salvando la figura), a bajarse los pantalones a Gran Bretaña, mientras nuestra Presidenta Cristina Fernández obtenía el apoyo unánime de los países latinoamericanos en el reclamo por la explotación de petróleo en el área marítima lindante con Malvinas. Un apoyo como jamás recibimos que, sin embargo, no fue ni destacado ni reconocido por el cuarto poder (los medios) que, está siendo un poder de cuarta habida cuenta de las deformaciones y omisiones que día a día publican espetándole vicios o delitos a gente del o cercana al Poder Ejecutivo, mientras dejan de lado con precisión otras noticias realmente importantes para la Argentina, entendida como nación, como Patria.
El contenido de los medios tiene que ver con alguna vocación preexistente, con algún sueño de ser un buen periodista, un buen ser humano, con ser sumisos a la verdad y a la seriedad en su misión… pero ¿lo cumplen?
Viendo a estos verdaderos “grupos de tareas” como se los llamó, que vivieron formidablemente bien durante todas las dictaduras militares mientras al lado de su casa torturaban o asesinaban mujeres, niños, hombres, ancianos ¿y…? Puedo creer en Solá Morales en un pie de igualdad con Víctor Hugo Morales ¿u otros periodistas que hacen un apostolado de su actividad? Hay en funcionamiento verdaderas “usinas” de malas noticias… que se parece demasiado a una década del ´70 que dejó tanto horror y dolor.
Balbín se quejaba amargamente de ese trato cuando, por haberse acercado él y Perón los medios deformaban su figura día a día y se volcaban decididamente a favor de un joven Alfonsín, aunque tuviera ideas de izquierda… ¿Lo recuerdan? Después le pegaron a Don Raúl con todo con y sin razón y hasta motivó el reclamo airado del entonces Presidente. Pero volvamos a lo central: en 1982 los militares del gobierno y algunos civiles esclarecidos, decidieron recuperar MALVINAS y mandaron a la muerte a cientos de jóvenes inexpertos. Dos sampedrinos acaban de hacer un viaje hacia el interior de su propia historia y dolor. Los “kelpers” los trataron bien en general pero nos miran con desconfianza. A un trabajador argentino experto en caballos sólo lo dejan permanecer tres meses en Gran Bretaña, mientras que nosotros aceptamos a todos los hombres del mundo que quieran habitar el suelo argentino, como dice nuestra Carta Magna, sin limitación de tiempo.
Con este escenario de desunión, los apóstoles del derrotismo nacional, los que ven sólo una Presidente soberbia y obcecada, están de parabienes. O vamos a otro 17 de octubre o vamos a un enfrentamiento tan, tan grave sobre cuyas consecuencias no me animo a imaginar todavía. -Mientras, las hermanitas perdidas como decía Yupanqui, siguen esperando una política nacional consensuada.