Más de 635 mil pesos en la última liquidación de horas extras
El Gobierno municipal pagará esta semana a los profesionales de la salud, la siguiente las horas extras del personal y por último las guardias médicas. En plena crisis y con decreto de emergencia administrativa, el Ejecutivo no redujo el pago de adicionales. Una vez más, los nombres de los que cobran ese plus se repiten mes a mes.
El Gobierno de Pablo Guacone atraviesa el tercer mes desde que entró en emergencia administrativa con más conflictos que resultados respecto de lo que fue anunciado como la decisión política de atacar de raíz el problema que acucia a las arcas municipales: los 15 millones de pesos mensuales que se necesitan para hacer frente a los sueldos.
Desde entonces, los resultados no han sido los mejores. Dos meses de pago fuera de término, paros de municipales y médicos, Municipalidad tomada, tirones de oreja de la Provincia son parte del panorama que afronta el Ejecutivo.
A ello debe sumarse que el primer mes de implementación del decreto fue un verdadero fracaso en términos de control del gasto en personal. El primer paso era completar lo que no pudieron, no supieron o no quisieron hacer Cheyllada y Borgo desde que asumieron en medio de la firma del decreto para controlar las horas extras.
El gasto en ese concepto sigue muy elevado y lo peor es que los nombres se repiten en cada liquidación. La última disponible a la que tuvo acceso La Opinión es la de agosto, pagada durante los últimos días de septiembre, luego del paro.
Da cuentas de que la última vez que pagó horas extras, el Ejecutivo lo hizo por 635.275,66 pesos a un total de 267 empleados cuyos nombres y montos se repiten mes a mes.
Quiénes, cuánto, por qué
Entre los 267 que cobraron horas extras por más de 635 mil pesos en total, lo que sigue es un recorte arbitrario que pretende ser una muestra de lo que sucede en el ámbito municipal en ese sentido.
Muchos de los que aquí aparecen cumplen con las horas, otros no tanto y otros para nada. En algunos casos es más difícil establecerlo que en el resto. En general, la mayoría cobra todos los meses lo mismo porque se trata bien de regalos políticos, bien de acuerdos por funciones con mayor responsabilidad, bien de dádivas pasajeras que duran lo que un funcionario en su cargo.
La Secretaría de Salud es la dependencia con más cantidad de horas extras por varias razones: el hospital es un lugar con mayor cantidad de empleados y debe funcionar las 24 horas los 365 días del año, incluso con los médicos y los empleados de paro.
Por supuesto, como en todas las otras áreas, las horas extras son moneda de cambio para el pago de favores, acompañamiento y de apoyo en los momentos difíciles, cuando son pocos los que están dispuestos a poner la cara en medio del conflicto.
Una mujer que trabaja en el Hospital cuyo apellido es igual al de un concejal aunque no son familiares cobró 7127,12 pesos por 100 horas extras al 50 por ciento y 48 al 100.
En la Secretaría de Salud hay un empleado al que algunos conocen como “el falso médico” quien cobra habitualmente 30 horas al 100 por $ 3075,6. Hay administrativas que cobran 55 horas al 100 por 4816,35 pesos todos los meses.
Un sindicalista “pibe de vecindario” y su esposa sumaron 5242,50 él y 6874,10 ella. El hombre tiene unas 20 personas a su cargo y las horas extras son parte del pago por la falta de categorización. La mujer es hermana de un conocido empleado de inspección que tuvo algunos problemas con la justicia penal.
La pareja de un hombre con cargo dentro de la estructura hospitalaria cobró 40 horas al 100 por 2895,20 pesos.
Los choferes de ambulancia son siempre necesarios, a toda hora. Salud justificó en la reducción de horas extras la contratación de nuevos, entre ellos el hijo de uno de los que ya estaba en funciones, a quien ahora pasaron a planta permanente.
El padre cobró 55 horas al 50 y 45 al 100 por $ 5477,15; y el hijo, 140 horas extras por 5097,40 pesos. Ambos choferes estuvieron cerca de otro conductor de vehículo que revista en otra área con mayor peso, quien cobra 60 horas al 50 y 40 al 100 por $ 6733,40.
Personal de mantenimiento, aunque parezca que su trabajo no se nota en ciertos lugares, se lleva 30 adicionales al 50 y 45 al 100 por $ 4371,30. Hay un “pajarito” que cobró 4071,68 pesos por 64 horitas al 100 por ciento; le vino mejor mudarse de Inspección al Hospital.
Chofer que trabajó mucho fue uno que despunta el vicio periodístico en las canchas de fútbol, donde a veces no puede estar porque le toca viajar. Según la última liquidación, cobró 9121,91 por 119 horas extras al 50 y 57 al 100.
No fue el que más cobro, de cualquier manera, y a pesar de que es cierto que los choferes suelen cumplir muchas horas extras. Según la última liquidación, hay un jornalizado que cumplió 121 horas al 50 y 46 al 100 para llevarse 10.852,48 pesos.
Cerca estuvo una empleada que es personal de servicio categoría 1, quien cobró 8654,88 pesos de horas extras a las que le figuran 96 al 50 y 72 al 100.
Para instrumentar su tarea fuera de horario, una empleada que “heredó” la tarea cobró 95 adicionales al 100 por 5440,65 pesos.
Inspección General es otra de las áreas que paga mucho dinero por servicios adicionales del personal, ya que los fines de semana tienen actividad intensa, aunque luego sus tareas de control no se vean reflejadas en multas y clausuras.
Hay quienes cobraron 14 al 50 y 34 al 100 por 3556,10 pesos. Quien percibe en todas las liquidaciones 50 al 100 por $ 4319 como bonificación por su tarea de vigilar que sus propios compañeros no se roben el combustible por lo menos ya no cobra las 50 horas al 50 por ciento que también solían pagarle por sobre el sueldo.
Obras Públicas se queja siempre de sus dificultades para fiscalizar, tal vez por ello deba pagar 6535,30 de horas extras a uno de los que hace esa tarea
Cerca de ese sector hay un empleado cuya jefatura le es retribuida con 36 horas al 50 y 29 al 100 por 4361,57.
Custodiar al poder tiene sus beneficios: 30 adicionales al 50 y 30 al 100, por 3417,90 pesos.
Karina Altamirano, 16 al 50 y 51 al 100, por 4115,83 Hospital
En el Corralón hay de 3337,20; hay técnicas categoría 14, que cobraron 90 al 50 y 24 al 100, por 6311,22; un obrero categoría 16 que tiene un sobrenombre relacionado con la religión y otro con el tamaño de sus aposentes tuvo 16 horas al 50 y 48 al 100 por 4044 pesos.
En Palacio, un hombre que se vino del Hospital junto con Roberto Borgo percibió $ 5012 por 60 horas al 50 y 40 al 100.
De los tres que “la miran por TV”, dos cobran 68 horas al 100 por ciento por esa función, lo que significa unos 3932,44 pesos. El tercero cobró el último mes liquidado unas 16 al 50 y 64 al 100 por 4395,04.
Haber militado activamente en la última campaña le reportó a un hombre que alguna vez apareció en un listado de beneficiarios sociales de los Ministerios de Trabajo y de Agricultura unas 44 horas al 50 por ciento y otras 44 al 100 por 4862,44 pesos todos los meses.
Un impasse en el conflicto
Mientras el Secretario de Economía Roberto Borgo se recupera en una sala común de la clínica de la UOM en San Nicolás tras la operación para drenarle una infección en el riñón, el Ejecutivo municipal se recupera de la toma del Palacio de la semana pasada e intenta hacer malabares con las cuentas para cumplir con los compromisos.
La semana pasada, tras pasar dos noches de vigilia en el Municipio junto a los trabajadores, Cheyllada destrabó el conflicto en una reunión en la que les comunicó a los sindicalistas la decisión del Intendente Guacone de dar marcha atrás con el descuento, a pesar de que pocas horas antes el propio Jefe Comunal había asegurado que ese tema estaba fuera de discusión.
Ayer, la Mesa de Relaciones laborales volvió a reunirse, luego de la promesa del Secretario de Gobierno de ponerse a disposición para discutir recomposición salarial para lo que resta el año, categorizaciones del personal y el pase a planta de alrededor de 60 trabajadores, entre jornalizados y precarizados.
Los sindicatos quieren un 15 por ciento de aumento y están dispuestos a recibirlo en tres cuotas de cinco durante noviembre, diciembre y enero. El Ejecutivo se comprometió al piso del ocho, pagadero en dos cuotas de cuatro por ciento cada una. El acuerdo podría quedar en el 10, tal vez el 11, aunque nadie asegura que eso se pueda pagar.
El tema del pase a planta es uno de los más complicados. El Gobierno de Guacone repitió hasta el cansancio que su gestión incluyó mucho personal porque reparó situaciones que le legó el anterior. Los hombres de Barbieri son los que más cuestionan el incremento de la plantilla.
A la hora de decidir el pase a planta, hay dos situaciones que contemplar: jornalizados que no tienen estabilidad y que, sostienen, a la larga resultan más caros; y los precarizados, la mayoría contratados vía decretos de inclusión social que paga la Provincia, que cobran un sueldo miserable y en muchos casos tienen la misma responsabilidad que un empleado municipal, lo que en algún momento podría traer complicaciones en la Justicia.