“Lo mismo que quiero para mis hijas y mi familia, lo deseo para cada sampedrino”
Intimista, familiar y con la convocatoria al trabajo conjunto, el discurso de asunción del intendente Guacone para su próximo mandato no repasó logros de gestión ni realizó anuncios sobre lo que vendrá. Pidió a los concejales que piensen en “cada una de las familias sampedrinas” y apuntó a quienes “logran expresar lo que quieren con palabras y discursos encendidos que no siempre resultan oportunos”. Ratificó su kirchnerismo y la pertenencia al “proyecto nacional y provincial”.
Pablo Guacone subió al escenario ubicado frente a la Municipalidad pasadas las 20.20, cuando ya el público había colmado las sillas dispuestas, cuyas primeras filas estaban reservadas para funcionarios y concejales. Con los brazos en alto y el aplauso del público, el intendente electo para los próximos cuatro años estaba acompañado por los cuatro secretarios de su gabinete que también juraban esa noche.
Tras el abrazo con Martín Pando y el improvisado discurso (ver aparte), el Jefe Comunal cruzó hacia el lado izquierdo del escenario con unas hojas donde traía su discurso. Desde el comienzo, se notaba que Guacone ya no era el tímido concejal que por razones políticas absolutamente extrañas a él tenía que hacerse cargo de la Municipalidad ya que Mario Barbieri asumía como Diputado.
También se notó que la polifonía del escrito ya no tenía, como en 2009, la impronta de Facundo Vellón y Alejandro Donatti, que habían sido esa vez los encargados de sistematizar los datos entregados por cada área. Este era su discurso, aunque no escrito por él sino por un asesor de prensa que trabaja “en las sombras”, como dicen divertidos algunos miembros del gabinete.
En efecto, el intendente delineó el espíritu de lo que quería decir y “el escriba” –como lo llamaron otros– le dio forma. Sin embargo, al principio, un auténtico Guacone comenzó la interpelación al público: “¿Hace mucho calor, no? Pero bueno, vale la pena, después vamos a tener un número muy lindo que nos va a acompañar y va a ser el broche de oro de esta linda fiesta de la democracia”, dijo. Agradeció a vecinos, autoridades, invitados y a su familia. “Le quiero dar la bienvenida a mi hermano, que vino de Cipoletti, a 1.200 kilómetros de acá, Julio… a mis padres, a mis tías que vinieron de Pérez Millán…”, y relató la importancia que el momento tenía para él: “Renovar hoy por cuatro años mi compromiso con el bienestar, el progreso y la calidad de vida de cada uno de ustedes me llena de satisfacción y es sin dudas un desafío enorme, tal vez el más importante de mi vida”.
Luego, llevó su enunciado hacia “lo que estamos obligados a hacer cada uno de los sampedrinos, más allá de nuestras posiciones políticas”. Habló sobre “meses difíciles” hasta llegar a octubre y pidió: “El estado de campaña política permanente no puede prolongarse más”.
En ese sentido, se refirió a su triunfo en las elecciones: “Tengo absolutamente claro que represento a una mayoría que ratificó con su voto el rumbo de esta administración municipal, pero tengo muy presente también que hay una amplia porción de la ciudadanía que tenía otras preferencias”.
Así, planteó que esa diferencia no representa nada para él y que no debe tampoco hacerlo para cada uno de las autoridades electas. “Debemos enfrentar los desafíos que se nos cruzan en el camino, pensando que el éxito o el fracaso que pudieran estar esperándonos es por igual de todos los sampedrinos”, aseguró.
Expuso como objetivo de su mensaje, “proponer y proponerme una nueva etapa de gestión y trabajo conjunto con todos los sectores de la comunidad que tienen algo que
aportar” y le habló a la oposición, mayoría en el Concejo: “Quiero pedirles que contemplen las decisiones próximas pensando en el futuro cercano de cada familia sampedrina, y que aceptando equivocaciones y omisiones pasadas nos debamos a la comunidad para que entre todos hagamos un San Pedro mejor”.
Como para que quede claro que la convocatoria a las buenas relaciones necesita de ambas partes, Guacone recordó a sus principales detractores en ese ámbito, sin nombrarlos: “Todos tenemos virtudes y defectos. Algunos logran expresar lo que quieren con palabras y discursos encendidos que no siempre resultan oportunos”.
Golpeando el atril con el puño cerrado, tuvo pasajes efusivos: “Nuestros emblemas son el trabajo, la dedicación, el compromiso, el esfuerzo, la pasión y el sacrificio para obtener cada día mejores resultados para nuestro pueblo”. En ese sentido, aseguró que va a “profundizar todo aquello que se ha hecho bien”, aunque sin enumerar aciertos de su gestión, ya que acto seguido indicó que va a “estrechar los lazos con el proyecto nacional y provincial, junto a nuestra mandataria Cristina Fernández de Kirchner y nuestro gobernador Daniel Scioli, en la búsqueda de más seguridad, más empleo, más crecimiento y más inclusión”.
Como cada vez que tiene la oportunidad, el intendente nombró a todas y cada una de las localidades que conforman el partido, que “también esperan como quienes viven en la ciudad que nos esforcemos por su bienestar y su progreso”.
Como todo anuncio, sostuvo que va a “trabajar con los clubes, las entidades intermedias, los barrios y muy especialmente con los jóvenes para fortalecer este San Pedro que nos provoca tanto orgullo”.
Sobre los tiempos que vienen, dijo: “Debemos remontar varias cuestas, pero ninguna es imposible si comprendemos que el objetivo de todos es el mismo”. Agradeció a sus colaboradores, elogió que sean las mismas personas que antes de llegar a la función pública y aseguró: “Yo me presento como soy, con el inmenso orgullo y responsabilidad de saber que seré el intendente de todos y cada uno de ustedes por los próximos cuatro años, y lo mismo que quiero para mis hijas y mi familia; lo deseo para cada familia sampedrina.” Pidió que lo acompañen y que “desde su lugar pongan lo mejor de sí” para que “cuidemos y defendamos esta maravillosa tierra, por la que tanto lucharon generaciones pasadas y hoy tenemos en nuestras manos”.
Agradeció “de corazón”, emocionado, y un aplauso cerrado y de pie coronó las palabras del intendente Pablo Guacone, mientras un show de fuegos artificiales aparecía por detrás del Palacio Municipal.