“Libros del banquito”, la propuesta de Abelardo Libros para leer “mientras tanto” en la Peatonal
Tras la instalación de los nuevos bancos en la renovada Peatonal del Centenario, Román Solsona decidió disponer libros para lectura gratis en uno de ellos, frente a la vidriera del comercio. Para "sentarse y chusmear", un recreo de lectura al paso. Gratis, por supuesto.
Román Solsona sabe que ser librero en el pueblo no es sólo vender libros, acomodar el estante, hacer las cuentas para llegar a fin de mes en un rubro difícil pero apasionante. La tradición dice que debe ser amigo, confidente, un poco docente y un poquito comerciante. Por eso desde que Abelardo libros está ahí, donde antes era la Peatonal y ahora no tanto, su librería es un punto de encuentro, de mates compartidos —ay, la pandemia—, de eventos de lectura y de canciones, de guitarreadas al paso, de espectáculos públicos. Ahora, también, es un sitio de lectura gratuita.
¿Gratis? ¿La librería del pueblo ofrece libros gratis? Eso mismo: desde que instalaron los nuevos bancos para la nueva modalidad de la Peatonal del Centenario, el librero —que además es escritor, poeta, radioapasionado y un militante de las causas justas— dispuso una cajita —mejor: un canastito— con libros para leer al paso.
“Historias mientras tanto – Libros del banquito”, se llama la propuesta que difundió desde las redes sociales de la librería. Un convite por “si andás por las callecitas del pueblo y tenés que hacer tiempo, o te duelen los juanetes de caminar o sólo necesitas una lectura al paso”, anunció.
El canastito de mimbre está apoyado en el banco de la Peatonal ubicado frente a la vidriera de Abelardo libros, la librería de San Pedro que lleva el nombre del escritor más importante del pueblo, ese que lo narró como nadie en sus cuentos y que universalizó paisajes locales.
En su interior hay libros, claro. “Hay clásicos, poesías, cuentos, novelas y también infantiles”, contó. Están para revolver, elegir, leer en el mientras tanto de algún recorrido céntrico y devolverlo. En las fotos se ve a Orwell, a Poe, a Nelly Fernández Tiscornia, a Saint-Exupéry y su Principito, a Salgari, a Tolstoi.
“Después del descanso, lo devolvés al canasto para que otra persona peude tener su recreo, su paréntesis en la rutina”, propuso. En el posteo ya recogió algunas experiencias: un grupo de jóvenes que revisó el canastito tras comprar un par de zapatillas en un comercio próximo; un señor que se detuvo a tomar una coquita y de paso se leyó un Inodoro Pereyra.
“Tomá asiento, que a veces leer no es tan caro y es el único banco que no te saca nada”, finalizó Román el convite. Como dijo él mismo en la canción que compuso junto a Nico Aulet, a los pueblos los hace la gente. Qué lindo saber que a San Pedro lo hacen, también, vecinos como este librero. ¡A leer!
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