Liberaron a los dos detenidos por el conflicto en el barrio Hermano Indio
El joven de 26 años y el hombre de 44, imputados de los delitos de lesiones, daños y resistencia a la autoridad por el comportamiento que tuvieron el martes por la mañana en los disturbios que se desataron en ese sector de la ciudad entre vecinos y la Policía que fue de apoyo a Bomberos Voluntarios al incendio de una vivienda, recuperaron la libertad el miércoles. El problema también dejó tres efectivos heridos y dos móviles rotos.
Los dos detenidos el martes por la mañana en el conflicto en General Pueyrredón entre Cruz Roja y Hermano Indio en el barrio Hermano Indio, un joven de 26 años y un hombre de 44, fueron liberados un día después desde la Comisaría donde estaban alojados y fueron trasladados por la Policía.
A ambos, la Fiscalía en la que recayó el caso les imputó los delitos de lesiones, daños y resistencia a la autoridad que prevén la excarcelación mientras dura el proceso penal. En la barbarie hubo efectivos policiales que resultaron con excoriaciones varias, calificadas como lesiones leves, y patrulleros rotos.
Todo comenzó alrededor de las 10.30 de la mañana, cuando una dotación de Bomberos Voluntarios llegó al barrio convocada para apagar el incendio que se produjo en la casilla donde residía Amanda Fátima Frutos con sus hijos de 2 y 3 años, quienes jugaban con un encendedor y provocaron el fuego en un colchón.
Las pérdidas fueron totales. Mientras los bomberos terminaban su tarea, la presencia policial —convocada porque cuando van los voluntarios suelen ser atacados y hasta asaltados— provocó gritos e insultos, lo que derivó en un conflicto entre vecinos y los efectivos de la Comisaría. Según consta en la causa judicial que se tramita en la Fiscalía de turno, un joven de 26 años con diversas causas penales en su contra por abuso de arma y delitos contra la propiedad, agredió a uno de los policías a cargo del operativo con un arma blanca casera: la hoja de una vieja tijera. El efectivo evitó el puntazo y desarmó al agresor. Cuando procedía a aprehenderlo y trasladarlo a la Comisaría, comenzo la batahola porque hubo quienes quisieron evitar el procedimiento.
Varios vecinos del barrio rodearon al policía y al aprehendido y comenzaron a arrojar piedras. Los proyectiles lesionaron a tres efectivos policiales y dañaron el parabrisas de uno de los patrulleros que había llegado a la escena. Otro coche de la Policía también sufrió daños en el marco del conflicto.
Mientras tanto, en otro sector, otros vecinos reclamaban a la prensa, que había llegado para cubrir el incendio, y pedían que se hicieran presentes en la zona donde había disturbios con la Policía. En ese marco, mientras un periodista de La Opinión y el camárografo de la TV local y su cronista se acercaban, hubo agresiones. Una mujer con un escobillón en la mano increpó a los periodistas y, en medio de gritos e insultos, se bajó los pantalones y mostró sus partes íntimas, lo que quedó filmado por las cámaras del canal local, en medio de una confusa situación.
Mientras eso sucedía, un hombre de remera blanca de 44 años, sobre quien también pesan varias causas penales, se acercó a los cronistas con piedras de gran tamaño en sus manos. Ya cerca de ellos, arrojó una piedra y le pegó una patada al trípode de la cámara de la TV. No alcanzó a lanzar el otro piedrazo porque llegó un patrullero del Grupo de Apoyo Departamental (GAD), de quienes intentó huir sin suerte. Del móvil bajaron tres efectivos y aprehendieron al agresor.