Las fiestas más calurosas de los últimos 42 años
El país asistió a las jornadas de más altas temperaturas de las últimas cuatro décadas. En la ciudad, la ola de calor se hizo sentir durante toda la semana, desde antes de Navidad. A pesar de los anuncios de lluvia, los registros apenas descendieron. Coopser tuvo intenso trabajo para restablecer el servicio en algunos sectores.
La ola de calor no da tregua y durante la última semana, desde Navidad hasta esta víspera de Año Nuevo, las altas temperaturas no cedieron y los picos estuvieron en mínimas de 25 grados y máximas de 38, que obligaron al Servicio Meteorológico Nacional a decretar un alerta rojo.
San Pedro no estuvo ajena a la intensidad. Los días 24 y 25 de diciembre fueron extremos, lo que provocó que las calles estuvieran desiertas durante los momentos de mayor presencia del sol.
También hubo algunos problemas con el servicio de electricidad y, por supuesto, con la presión de agua, que cada verano es recurrente y pone en debate la necesidad de analizar con seriedad la instalación de medidores domiciliarios.
Señora de las cuatro décadas
Las temperaturas de esta semana fueron las más altas de los últimos cuarenta años, de acuerdo al Servicio Meteorológico Nacional (SMN), que informó que no se registraban estas temperaturas en diciembre desde el año 1971 y con la posibilidad de superar la media histórica, si alcanza a batir el récord de 40 grados para la región.
“Hasta hoy la ola de calor más importante fue la que ocurrió entre el 26 y el 30 de diciembre de 1971, en donde se registraron para Capital Federal temperaturas máximas de 37.6°”, informaron desde el SMN.
“La ola que tenemos ahora se originó por lo menos en 52 localidades argentinas, por lo que puede pasar a ser récord una vez que termine y se efectúen las mediciones correspondientes”, señalaron desde el organismo.
Durante toda la semana, el pronóstico del tiempo daba cuentas de “probabilidad de chaparrones y tormentas aisladas”, aseguraba que estaría “inestable”, pero lo cierto es que apenas si cayeron algunas gotas y si hubo descenso de la temperatura fue en algunas noches o acaso algunas madrugadas, en las que las marcas registradas estaban entre cinco y siete grados de los días de mayor calor.
Mucho trabajo para Coopser
Diversos barrios registraron cortes intermitentes en el servicio de energía eléctrica desde la semana pasada. Hubo familias que se encontraron sin luz cuando ya tenían todo para sentarse en la mesa navideña.
En algunos barrios la electricidad volvió antes del brindis, aunque no hubo heladera que aguante y muchos se vieron en la necesidad de compartir alguna bebida casi al natural, tras horas de espera.
El 25, en plena tarde de sol que incendiaba el asfalto, la Navidad volvió a ponerse complicada en algunos sectores de la ciudad que sintieron la ausencia del aire acondicionado, el ventilador y el agua fresca.
Cuadrillas de Coopser trabajaron intensamente para solucionar la problemática, que estuvo ligada a la falla en transformadores que hacían caer algunas fases, lo que provocaba que en una misma cuadra un vecino sufriera el máximo calor de los últimos cuarenta años mientras otros disfrutaban del Split a, por lo menos, los 24 grados que recomiendan oficialmente.
Cómo evitar un golpe de calor
Para evitar los golpes de calor recomiendan tomar agua durante todo el día; evitar comidas abundantes, muy dulces o infusiones calientes; usar ropa suelta, protegerse la cabeza del sol con un gorro y usar el protector solar adecuado para cada persona.
En tanto los lactantes y niños pequeños deben recibir el pecho con más frecuencia que la habitual, beber agua fresca y segura, estar en lugares frescos y ventilados y ser duchados y mojados con agua fresca.
Ante cualquier síntoma (si una persona siente mareos o se desvanece) hay que acostarse en un lugar fresco, bajo techo, consumir una bebida rehidratante (nunca una infusión caliente ni bebidas muy dulces) y colocar agua fría en las muñecas.
Además un golpe de calor puede manifestarse con dolor de cabeza, sensación de fatiga, sed intensa, náuseas y vómitos, calambres musculares, convulsiones y sudoración importante que cesa repentinamente, somnolencia y respiración alterada.