La razón de la sin razón
Lili: terminé de escuchar tu editorial, y la verdad que fue muy precisa y clara tu retórica, pero como esta cantando Parodi, me dan ganas de preguntarme: que nos queda para que nos roben?, que nos queda para que nos privaticen?, que nos queda para disfrutar y saber que eso que disfrutamos es parte de nosotros?, que podemos saber nosotros lo que aun queda para saber que es una parte de nuestras vidas y que no venga alguien y nos quite hasta eso mismo que es el vivir. Son varias las notas en las que hable de nuestra costa, pero cuantas notas más se necesitarán para que los que tienen la posibilidad de cambiar las cosas, realmente se cambien. Hasta cuando estaremos inmersos en esta especie de película, donde los protagonistas, los verdaderos protagonistas no queden relegados. Campos vs. Gobierno, seguridad versus inseguridad, marchas y contra marchas de una republica que parece a veces, que se pierde. La sensación final es que parece que estamos como queriéndonos subir a un tren (y no precisamente bala) cuyas vías, ya no nos llevarán para un lado o para el otro, mas bien, nos llevaran a un camino sin destino, en el mejor de los casos a un camino de incertidumbre, pero cuyos durmientes fueron sacados, robados, extraídos para construir un arca. El problema es que en el tren de la incertidumbre viaja el pueblo y en el arca, solos y con sus delirios, los gobernantes. Tengamos cuidado, compremos el boleto adecuado y veamos si dice república argentina, en general y en particular San Pedro. David, e-mail: djpujol@yahoo.com.ar