La Policía celebró su día con algunas ausencias
La semana pasada tuvo lugar un acto protocolar por el Día de la Policía Bonaerense, encabezado por el Superintendente de la región Norte interior, el sampedrino Comisario General Horacio Martínez, y por el Jefe Departamental, Comisario Inspector Jorge Palacios, en el que llamaron la atención ciertas ausencias.
La fecha, que conmemoraba el 137° aniversario de la creación de la fuerza policial provincial, sirvió como excusa además para la entrega de reconocimientos a efectivos destacados en sus labores.
Entre los presentes estaban el coordinador de la región para la Policía Rural, aunque no los referentes locales de esa dependencia; había también jefes de la Departamental de Investigaciones y de la división Narcotráfico, aunque no los responsables para la ciudad de esas áreas; entre los miembros del GAD no se vio a quienes cumplen tareas en San Pedro; tampoco había Policía Local.
Estaba Gendarmería y hasta había representantes de la policía de Santa Fe; por la Municipalidad estaban el secretario de Seguridad, Eduardo Roleri, y el director de coordinación de Policías, Juan Carlos Agüero.
Cuando presentó, el Jefe Departamental Palacios nombró al presidente del Foro de Seguridad de Baradero. El de San Pedro, Juan Gutiérrez, que fue centro de polémica en la última semana, fue invitado formalmente, pero no asistió; en su lugar fue el Dr. Juan Peña, miembro de la comisión directiva.
“Mientras ustedes reciben esta premiación, el resto del personal está trabajando, patrullando las calles por el bien de la sociedad”, dijo Palacios. La frase no cayó bien en quienes se sintieron excluidos de la fiesta, que lo comentaron en sus círculos íntimos: “No nos invitaron”, se quejaron.
El acto tuvo lugar, como se dijo, con representantes de Estado municipal, entre ellos el funcionario de gabinete que conduce la Secretaría bajo cuya órbita opera Inspección.
Llamó la atención esa presencia, teniendo en cuenta que la actividad se desarrolló en un salón de fiestas que carece de habilitación comercial por estar ubicado en una zona prohibida por la ordenanza San Pedro 2000 y que fue clausurado más de una vez por seguir funcionando.