A la memoria de mi abuelo
Néstor Pedro Manicler; apodado “Macho Joven”, Nació en los pagos del Tala allá por 1930 Su vida transcurrió en el campo; Hombre serio y respetado responsable como pocos, nunca al trabajo faltaba, “el gran capataz de los montes” los peones lo llamaban y a más de uno que su labor no cumplía, un castigo él le daba y retándolo decía: no hay una suspensión; y quien iba a contradecirlo agachando la cabeza aceptaban la decisión. Era de pocas palabras, alto, fuerte ¡y rezongón! Pero con un corazón enorme aunque no lo demostraba todo el cariño te daba. Tres hijos él trajo al mundo y aunque no conocieron lujos, nunca el pan les hizo faltar. Pasé mi niñez con ellos y recuerdo bien clarito verlo cansado llegar, bañarse, tomar unos mates, y bien prolijo y arreglado hacia lo Lazo partir. A compartir un buen rato con los paisanos amigos. Fue amante de las domadas, le gustaba mucho pescar, de todo sabía un poco, era hábil e ingenioso. Si algo veía roto, enseguida lo arreglaba. Cansado ya de luchar dejó su Tala natal y en la ciudad de San Pedro él se vino a instalar. Con su bici, despacito, calle a calle, Recorría y en poquito tiempo cada rincón conocía. Pero qué contradicción, aún siendo duro y fuerte, sus pulmones no aguantaron. Se agotó, no quiso más y decidió entregarse; ¡Si no parecía el mismo, pobre viejito querido! Hoy te lloramos todos, la viejita triste está; pero no te preocupés Tata te la vamos a cuidar. Ya me despido abuelo, Macho Juan, Gran capataz, si hace horas que te fuiste y ya te empecé a extrañar. (Néstor Manicler 8/12/1930 – 22/8/2006) Te quiero, Tu nieta: Lorena Martín.