La inseguridad es una cuestión política, no social
A partir de 1983 el actor central de la esfera pública volvió a ser la política. Ésta representaba todo lo bueno por venir. Pero, las decisiones de los diferentes gobiernos civiles provocaron desempleo, pobreza e inseguridad. Las crisis económicas polarizaron lo social en ricos y pobres. La necesidad de lucro no reparó en límites morales y legales; todo estaba permitido para tener dinero. Quienes lo lograron se transformaron en nuevos ricos recluídos en barrios privados; los que no, en villas de emergencia. Lo social desplazó de la esfera pública a lo político, volviéndose la sociedad políticamente apática generando debilidad estatal, y por ende, inseguridad. El delincuente pasó a ser víctima de la sociedad y el victimario de la delincuencia quedó en segundo plano. Esta visión distorsionada de la inseguridad impide la formulación de soluciones reales. El delito se combate con la restauración de la política en la esfera pública para que el Estado recupere uno de sus roles más importantes: garantizar la vida de las personas. Pablo R. Bardelli, pablo_sanpedro@yahoo.com.ar