La Corte Suprema definirá si Hugo Parra va a la cárcel por atropellar y matar a Braian Rodríguez
El Tribunal lo condenó a tres años y medio de prisión efectiva, sentencia que fue ratificada por la Cámara. La Defensoría Oficial apeló una vez más y ahora la causa está en la Corte Suprema bonaerense. El accidente se produjo en junio de 2011, en ruta 191. Braian Rodríguez iba hacia Santa Lucía en moto y fue atropellado por Hugo Parra, que manejaba una camioneta. El agravante del caso fue que Parra huyó de la escena y su hijo fingió ser el conductor.
A casi un año de la sentencia del Tribunal Oral en lo Criminal N° 1 de San Nicolás que condenó a Hugo Parra a cumplir tres años y medio de prisión efectiva por atropellar y matar al joven Braian Rodríguez, santalucense de 19 años, la pena todavía no recayó sobre el acusado porque aún falta una instancia más de apelación.
Luego de que la Cámara ratificara el fallo de los jueces del Tribunal, la Defensoría Oficial que asiste a Parra volvió a apelar y ahora se espera que la decisión final la tome la Corte Suprema de Justicia bonaerense, máxima autoridad judicial de la provincia.
Parra fue hallado culpable en las dos instancias previas a la corte. Su condena es por el delito de homicidio culposo agravado. El hecho se produjo el 24 de junio de 2011 en la ruta 191. La camioneta que conducía Parra embistió por detrás a la moto en la que viajaba Rodríguez, quien murió en el acto.
En su última intervención durante el juicio, Hugo Parra dijo estar “arrepentido” de lo que sucedió. “Creo sinceramente en su arrepentimiento pero, y lamentablemente para él, no es ese arrepentimiento lo que debe juzgarse hoy, sino sus acciones el día del hecho”, señaló el Fiscal Manso, que pidió carcel de cumplimiento efectivo.
El máximo Tribunal bonaerense
La Corte Suprema debe ponderar los hechos y decidir si ratifica o no lo que el Tribunal y la Cámara definieron: que Parra es culpable y debe purgar tres años y seis meses de prisión por el caso, cuya materialidad está comprobada.
La camioneta Chevrolet S10 que conducía Hugo Parra chocó a la moto Corven 125 de Braian Rodríguez, cuyo cuerpo golpeó el parabrisas y cayó en el asfalto, donde murió en el acto. La camioneta se detuvo 300 metros más adelante, con la moto incrustada.
Según quedó establecido en el juici, Parra se bajó de la camioneta y llamó a su familia. Su hijo llegó y se hizo pasar por el conductor, mientras él se escapaba a campo traviesa. Al otro día se presentó en la Comisaría y reconoció que él era quien manejaba.
Para el Defensor Oficial Alejandro Ares, la mecánica del choque “no está acreditada” en la causa, por lo que entiende que no está probada, en términos penales, la culpabilidad de Parra, y ahora espera que la Corte atiena sus razones, rechazadas dos veces.
La moto quedó incrustada en la camioneta
El conductor de la camioneta dijo que mientras circulaba por ruta 191 sintió un golpe, una explosión y el airbag se accionó. Algunos metros más adelante detuvo la marcha y, al bajar, vio la moto incrustada. Estimó que circulaba a 70 km por hora y aseguró que la moto “iba sin luces”, por eso no la vio, aunque el deterioro del rodado impidió que las pericias lo determinaran.
Parra señaló que estaba “atontado, en estado de shock”. Que al ver el golpe en el parabrisas entró “en pánico”. Contó que llamó a su esposa y que ella llamó a su hijo. No sabe por qué huyó, dijo, pero reconoció que lo hizo cuando le dijeron que el joven motociclista estaba muerto.
Sostuvo que no había bebido alcohol ese día. Para el Fiscal Marcelo Manso, la conducta de Hugo Parra fue “imprudente, violatoria del deber de cuidado, por cuanto la velocidad excesiva a la que circulaba no le permitió tener el dominio del vehículo que guiaba”.
“Tras haber colisionado a la motocicleta desde atrás como consecuencia de su conducción imprudente, dejó a quien en vida fuera Braian Rodríguez literalmente tirado en el lugar, dándose a la fuga”, expuso Manso para sostener el agravante del hecho.
Aunque no hay elementos para probarlo, el Fiscal no dejó de decir que su experiencia judicial le permite inferir que la fuga de Parra, el reemplazo por su hijo y su posterior aparición al otro día fue un accionar con el que “solo se intentaba disimular con ello un estado de intoxicación, de lo contrario no se hubiese presentado el aquí imputado al día siguiente en la Fiscalía, dejando pasar el tiempo mínimo e indispensable para limpiarse”.