Casa de Ancianos: si no hay una solución a las deudas advierten que cerrarán el Hogar
Desde hace años la institución atraviesa una grave situación económica por una deuda inexplicable y millonaria con con AFIP a la que se suman gastos mensuales que superan el ingreso que reciben mes a mes por el cuidado de los abuelos. Con una carta dirigida al Intendente la Sociedad Protectora de la Casa de Ancianos anunció que de no mediar gestiones se verán obligados a cerrar. El sábado en Sin Galera, el director provincial de Registro y Fiscalización Sanitaria declaró que "hay un montón de deudas y eso se debe a que hubo un vaciamiento del Ministerio de Salud. Hay 46 inspectores para toda la provincia de Buenos Aires".
"Por medio de la presente nos dirigimos respetuosamente a Usted con el objeto de informarle la situación gravosa que está atravesando la institución SOCIEDAD PROTECTORA DE LA CASA DE ANCIANOS, de la cual en reiteradas oportunidades le hemos manifestado de forma escrita como oral, sin encontrar repuesta, ni propuesta conjunta adecuada", recuerdan en una carta entregada en el mes de diciembre a la Municipalidad sobre la que esperan una respuesta oficial para poder sostener el hogar.
La Casa de Ancianos, también conocida como "el asilo", atraviesa la peor crisis desde su sus fundadores la soñaran como una donación solidaria para todos los abuelos que necesitaran de su cobijo, compañía, atención y alimentación. Siempre cumpliendo con la ley, las normas, el personal registrado, las inspecciones que no se le exigen a geriátricos que funcionan en domicilios particulares incluso sin asistencia de profesionales; llegaron a un endeudamiento por el que los organismos recaudadores reclaman cifras millonarias para las flacas finanzas de los pocos voluntarios que al día de hoy integran la comisión.
En esa carta, los firmantes consignan que si la ayuda no es inmediata para la institución local, tendrán que dejar de prestar servicios y recuedan los postulados de la "CONVENCIÓN INTERAMERICANA SOBRE PROTECCIÓN DE LOS DERECHOS HUMANOS DE LAS PERSONAS ADULTAS MAYORES, la cual fue suscripta por la REPUBLICA ARGENTINA mediante la Ley 27360 la cual declara en el Capítulo 3, art 4 inc e) y f)".
"Solicitamos vuestro auxilio antes de proceder al cierre definitivo de la institución con la complicación y perjuicio que para la sociedad de San Pedro significa", expresaron para luego señalar que "en este último año nos hemos visto apremiados por el Fisco que nos intima constantemente el cobro de una deuda, que sin desconocerla por nuestra parte, nos es imposible cumplir con dicha prestación, sumado a ello los intereses usurarios que la AFIP nos aplica".
Además de lo económico, hay otras cuestiones burocráticas que para el lugar, se hacen prácticamente insostenibles. "Además de las reiteradas inspecciones de las autoridades del Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires que han clausurado de manera provisoria, con una manifiesta discriminación hacia nuestra institución con respecto a la cantidad de geriátricos clandestinos que se encuentran en el municipio cuyas autoridades competentes y el gremio sindical no desconocen, siendo los mismos ignorados del control por el área correspondiente, además de constituir competencia desleal", expresaron.
"Le recordamos que, quienes aún permanecemos a cargo de esta Casa, casi centenaria, somos ciudadanos comunes que comprometemos nuestro tiempo “Ad-Honorem” para cumplir con una función que atañe a la Sociedad", detallaron en uno de los párrafos de la carta.
El sábado en Sin Galera, el Director de Registro y Fiscalización Sanitaria del Ministerio de Salud provincial, Juan Canela, declaró que de los alrededor de 3 mil geriátricos que funcionan en el territorio, "1933 que están funcionando no han sido habilitados. Hay un montón de deudas y eso se debe a que hubo un vaciamiento del Ministerio de Salud, hay muchos pocos inspectores: 46 inspectores para toda la provincia de Buenos Aires".
Cabe destacar que la Casa de Ancianos es una asociación civil sin fines de lucro. Como todo Organización No Gubernamental (ONG) se ocupa de tareas de las que el Estado no puede, no sabe o no quiere ocuparse. En este caso, la labor es encomiable: permitir que ancianos y ancianas pasen sus últimos años de vida en un ambiente donde se los asista para comer, ir al baño, pasar un rato al sol, compartir con alguien un programa de televisión, una charla o un juego, pese a los reclamos que puedan existir contra los empleados que se desempeñan en dicho lugar, tanto de los ancianos como de familiares.
Aún así, insisten con ser recibidos y aclaran que creen haber esperado ya el tiempo suficiente, habiendo tenido en cuenta por su parte las elecciones 2019 y todo lo que traen aparejado y añaden que es para encontrar una solución definitiva o concretar el cierre del Hogar.
Diversas situaciones, que incluyen mala administración y sospechas de estafa interna, llevaron a la Sociedad Protectora de la Casa de Ancianos, a una deuda impagable con AFIP, con tres moratorias vigentes y una próxima a iniciarse. Desde la donación de Carlos Noseda, el sueño de Alejandro Maino y otros entusiastas tuvo momentos de esplendor. La estrella se fue apagando al calor de la competencia desleal y la desidia de un estado, que delega en este tipo de organizaciones el destino de abuelas y abuelos que carecen de recursos.
Un camino al abismo
Son muchos los senderos que desembocaron en esta situación financiera agobiante para una organización que se dedica a una tarea en la que muchos vieron un negocio y, sobre todo de manera clandestina, se transformaron en una competencia imposible de rebatir.
Los archivos de La Opinión Semanario dan cuenta de una historia de altruismo que, a 96 años de su acta fundacional, puede llegar a su fin.