Investigan otros robos de empleados en el Hospital
Además de las enfermeras que se llevaban comida del depósito de la cocina, hay otro caso escandaloso en investigación. Un joven que desempeñaba tareas en el área de compras está sospechado de adquirir elementos, pasar las facturas y llevarse las cosas a la casa. Además, confirmaron que es la persona que semanas atrás pasada se quedó con 40 cortes para milanesa de una reconocida carnicería.
El Hospital está que arde: tras el caso de las enfermeras que robaban comida de un depósito de la cocina, el director administrativo, Silvio Jaime; el director médico, Javier Sualdea; y el secretario de Salud, Guillermo Sancho, están decididos a no dejar pasar ninguna situación similar y profundizaron investigaciones.
Por eso, cuando un llamado telefónico advirtió hace dos semanas, en medio de la investigación por el caso de las enfermeras Carina Puig y Romina Gómez, que alguien había pedido 40 cortes de milanesa a nombre del
Hospital pero nunca llegaron al nosocomio, la ira estalló entre los funcionarios.
Una pesquisa rápida permitió confirmar lo sucedido: un joven que entró a trabajar beneficiado con un decreto de ayuda social con contraprestación de trabajo y que luego fue formalizado como empleado de planta temporaria
es el blanco de la sospecha.
Según pudieron averiguar en el Hospital, ese joven, que se desempeñaba en el área de compras y que hace tiempo no se presentaría a trabajar, pidió por teléfono unos 40 cortes para milanesa a nombre del nosocomio.
Cuando la carnicería proveedora preguntó en el Estado local cuándo podría estar el pago de esa factura, los funcionarios se dieron cuenta de que alguien les había robado: no habían hecho ninguna compra de esas características.
Según pudo reconstruir La Opinión, un empleado de una mensajería que suele hacer ese tipo de mandados al Hospital pasó a buscar la carne y la llevó a la casa del joven, cuyo caso podría resolverse de la misma manera que el de Carina Puig: despido directo, ya que como empleado temporario no goza de estabilidad.
En el Hospital tienen confirmado que el caso sucedió de esa manera, porque en la mensajería les informaron cuál fue la tarea encomendada esa mañana a uno de sus empleados. Lo peor es que no sería la primera vez que el protagonista de este hecho comete una irregularidad similar.
En otra ocasión, habría comprado elementos en una ferretería local, también proveedora del Hospital, y se los habría quedado. Cuando el comerciante fue consultado acerca de las cosas que figuraban en la factura, dijo que las había entregado en el nosocomio, pero nunca aparecieron.
Además, sospechan que podría haber sido autor de otros hechos similares que son materia de investigación. Aun así, tras el caso de los 40 cortes para milanesa, las autoridades sanitarias ordenaron la confección de un expediente para elevarlo a la Secretaría Legal y Técnica para que tome cartas en el asunto.
Las enfermeras Carina Puig y Romina García fueron notificadas “de palabra” acerca de que no tenían que ir a trabajar. En ambos casos, todavía no les llegó la notificación formal respecto de la decisión tomada tras el affaire de los videos.
Carina Puig, cuyo decreto de despido ya fue redactado y estaba a la firma del intendente, analizaba contratar los servicios de un abogado para que la asista en el tema.
Romina Gómez tendrá un proceso más largo. Cuando firmen el decreto de suspensión por 30 días e inicio del sumario, la Dirección de Personal deberá notificarla.
Gómez es una empleada que tiene varios años de antigüedad y la sanción definitiva para ella, que también podría ser el despido, será resuelta luego del sumario administrativo.
En 2010 había sido sancionada, cuando una mujer denunció una situación de maltrato con un paciente pediátrico en la Dirección. En ese momento, la enfermera fue involucrada en el hecho junto a otra persona, de sexo
masculino, que sería su pareja.
En ese momento hubo sanciones. Ambos eran personal temporario. A Romina Gómez la iban a despedir. Hasta se lo informaron personalmente. Sin embargo, la intervención del Sindicato de Trabajadores Municipales que en ese momento lideraba César Parzon permitió su reincorporación.
Repuesta en el trabajo, pasó a cumplir funciones en el Instituto Sarmiento. En 2013 volvió al Hospital, pero ya no al sector de Pediatría sino al de Clínica Médica.
En su entorno sostienen que pedirán que el área de Legales del Sindicato de Trabajadores Municipales intervenga en su defensa. Aseguran, además, que sólo se habría llevado unos pocos alimentos para comer en el momento y que además de ella y Puig debería haber otras personas involucradas en el caso.
La denuncia penal contra ambas dice que las enfermeras fueron identificadas como carina Puig y Romina Gómez, observadas “claramente en las filmaciones” cuando salen de la cocina “con los elementos tapados”, sin que se pueda determinar qué cosas son las que se llevan.
La cocina y el depósito donde estaban los alimentos se encontraban sin llave y “todo el personal tiene conocimiento de que a partir de las 22.00 se tiene prohibido el ingreso” a ese sector, dice la presentación judicial.