Increíble robo en pleno centro
La policía contaría con datos firmes sobre el robo que sufrió Alberto Monteggia en su kiosco, el sábado a la madrugada. Los ladrones entraron por una claraboya y se llevaron bijouterie, accesorios como cintos y bufandas, y cigarrillos. Es el segundo robo similar sufrido por este comerciante.
Con la reserva del caso, la policía investiga el robo que sufrió el comerciante Alberto Monteggia en el kiosco que posee desde hace años en Mitre 850 y extraoficialmente trascendió que contarían con elementos para esclarecerlo.
El hecho ocurrió durante la madrugada del sábado, y aunque los ladrones aparentemente se marcharon por la puerta de entrada cargando bolsas llenas de mercadería, no hay testigos de lo que ocurrió. Monteggia dijo que trabajó esa madrugada hasta las dos en el kiosco, horario en que cerró. A las 9 menos cuarto de la mañana, cuando se preparaba para regresar al local, recibió la mala noticia. Un distribuidor de cigarrillos le avisó que su negocio estaba abierto, porque minutos antes una vecina había pasado por la vereda y descubrió la puerta de blindex abierta de par en par.
Los delincuentes aparentemente subieron a los techos de la manzana por una de las calles laterales. Así llegaron hasta la claraboya del local de Monteggia, que rompieron para saltar al interior, desprendiendo parte del cielorraso.
En bolsas de polietileno cargaron cigarrillos de varias marcas y accesorios de moda que también vende Monteggia, como cintos, bufandas, pulseras y bijouterie. Según pudo observar el damnificado, los ladrones eligieron anillos enchapados en plata porque seguramente supusieron que tenían mayor valor comercial. Se llevaron una cantidad estimada de 300 unidades. “Le pido a la gente que no compre si se los ofrecen”; dijo el comerciante.
Para retirarse del lugar, los ladrones forzaron la puerta de blindex y salieron a la calle por el frente del negocio demostrando la total impunidad con la que actuaron.
“No dan ganas de trabajar. Lamentablemente estamos pasando una situación muy grave. No sabemos quién nos compra y quién nos roba” sintetizó Monteggia preocupado.