Homenaje a la canción patria
La Escuela 13, junto a integrantes de otras comunidades educativas, homenajeó al Himno Nacional, contactándose con una descendiente de Vicente López y Planes que donó un ejemplar de la versión completa aprobada por la Asamblea del año XIII.
El mes de la Revolución que creó el primer Gobierno Patrio fue también el mes que vio nacer la primera canción patria, la “Marcha Patriótica” que el Triunvirato aprobó el 11 de Mayo de 1813.
En San Pedro, en una escuela de una zona donde se desvanece la urbanidad, un grupo de docentes observaba que en los actos de cada conmemoración patria el Himno Nacional se cantaba con cierta indiferencia y sin espíritu. Ellos, miembros de la comunidad educativa de una escuela que lleva el número 13 y se llama nada menos que Vicente López y Planes, autor del texto de la canción nacional, sintieron que debían hacer algo al respecto.
Con la proximidad de la fecha de conmemoración del Día del Himno, la Directora Inés Corda pensó en un homenaje y se lo comentó a la Profesora de Música, Alejandra Dozo, quien la puso en contacto con el Inspector de artística, Guillermo Viles, que también tenía planeado hacer algo distinto para la fecha.
Así empezaron a trabajar en un proyecto que día a día fue sumando actores y sorpresas. Los profesores de música de la ciudad integraron un coro de manera voluntaria para cantar el Himno; los docentes de sexto año, Delia y Mara, se pusieron al frente de las gestiones para concretar el proyecto, articulando las áreas y contagiando el entusiasmo a todos; otra profesora se hizo cargo de la escenografía.
Navegando por la web, dieron con Elisa López de Bullrich, tataranieta de Vicente López y Planes, a quien invitaron vía e-mail a ser parte de la fiesta. La descendiente del autor no podía venir, pero se comprometió a participar de alguna manera. Así fue como un buen día, en el buzón de Inés Corda, apareció un sobre con una carta de puño y letra de Elisa López de Bullrich y un ejemplar de la primera versión completa del Himno Nacional Argentino, con fecha del 11 de Mayo de 1813, con sello de la Asamblea General Constituyente que declara Himno Nacional a la “Marcha Patriótica” de Vicente López y Planes.
Todas las escuelas de la zona participaron del acto con sus banderas, Sadiv presentó su cuerpo de baile y Señales de Vida se integró al coro de docentes. También participaron alumnos y docentes del Conservatorio de Música y el pianista e Inspector de Secundaria, Walter Mandel, que acompañaron al coro con sus instrumentos. Un ex alumno de la escuela que vive en la zona fue el encargado de izar la bandera. Dos mamás de la escuela de Paraje Rolfo invitaron a todos con pastelitos y tortas fritas.
La historia del Himno
Siempre se recuerda que el 14 de Mayo de 1813 se cantó por primera vez el Himno en la casa de Mariquita Sánchez de Thompson.Lo que allí se cantó fue la “Marcha Patriótica”, que ya habían cantado escolares en el Cabildo el 1 de Noviembre de 1812. El Himno contaba entonces con diecinueve cuartetas que fueron reducidas a lo que hoy cantamos —unos doce versos de sesenta y cuatro en total—, a raíz de un decreto de Julio Argentino Roca, que en 1900 dispuso que sólo se cantaría la primera y última cuarteta, más cuatro versos del coro.
Hacia 1900, el 43 por ciento de los habitantes del país eran inmigrantes, muchos de ellos españoles, y los versos de López y Planes contenían palabras encendidas por los fuegos de la Revolución: “En los fieros tiranos la envidia / escupió su pestífera hiel”; “Brazos robustos desgarran / al ibérico altivo león”, “Se conmuevan del Inca las tumbas / y en sus huesos revive el dolor”.
La partitura de Blas Parera tiene también su historia de idas y vueltas. Detenido por la Asamblea y obligado a componer bajo la pena de fusilamiento, Parera habría copiado en el calabozo la misma música que compuso un año anterior para una obra de teatro sobre el 25 de Mayo, de Luis Ambrosio Morande, que terminaba con una marcha que inspiró a López y Planes para componer sus versos. La partitura, marcial y guerrera, fue arreglada en 1860 por Juan Esnaloa, que lo convirtió en lo que conocemos hoy. La versión que se canta en la actualidad fue aceptada oficialmente el 25 de Septiembre de 1929.