Fiebre Amarilla: Sampedrinos que viajan a Brasil pueden vacunarse en Rosario
Las ciudades más importantes con restricciones son San Pablo, Salvador y Río de Janeiro y para acceder a sus costas los argentinos deben presentar su certificado de vacunación. Entre los centros habilitados el más próximo a San Pedro es Rosario, allí los interesados para obtener un turno viajan a la madrugada.
Río de Janeiro, San Pablo, Minas Gerais, Mato Grosso, Espírito Santo, Goiás, Pará, Toncantins y Brasilia son los principales distritos afectados por la epidemia de Fiebre Amarilla. La recomendación de la Organización Mundial de la Salud también alcanza a las Cataratas del Iguazú.
Los turistas que viajan a esos destinos pueden vacunarse en varios centros habilitados en la Capital Federal y en el caso de los sampedrinos pueden trasladarse a Rosario.
Allí, han racionado la asistencia por la gran demanda de vacunas y entregan una cantidad limitada de números cada mañana. Desde la ciudad hubo familias que viajaron a la medianoche para hacer la fila y volver a media mañana con la dosis aplicada.
Se trata del Centro de Sanidad de Frontera cuyo teléfono es 4484971 y otorga turnos en el lugar para los días lunes, miércoles y viernes; el Hospital Provincial, de calle Alem 1415 para el martes y con este telefono: 472111 y los hospitales Centenario y Carrasco cuyos contactos telefónicos son: 4724642 y 4804155 aplican las dosis los jueves.
La vacuna es la medida preventiva más importante y con una dosis es suficiente para la inmunización de por vida, sin necesidad aplicar un refuerzo.
La fiebre amarilla es una enfermedad viral aguda, hemorrágica, transmitida por mosquitos infectados. Es endémica en las zonas tropicales.
Los síntomas luego de transcurridos entre 3 y 6 días de contraída la infección cuando el mosquito transmisor pica a la víctima son: fiebre, mialgias con dolor de espalda intenso, cefaleas, escalofríos, pérdida de apetito y náuseas o vómitos.
Aunque advierten que hay que ser prudentes porque un 15% de los pacientes entran a las 24 horas de la remisión inicial en una segunda fase, más tóxica. Vuelve la fiebre elevada y la mitad de los pacientes que entran en esa segunda fase fallecen en un plazo de 10 a 14 días; el resto se recupera sin lesiones orgánicas importantes.