Felices (o no tanto) los 18
La Liga Sampedrina (LDS) iniciará su temporada el 11 de marzo con un formato que salió de la mezcla de los proyectos presentados por ella misma y Las Palmeras. Habrá una categoría menos que en 2017.
Una semana atrás parecía una utopía que los 18 de clubes de la Liga Sampedrina (LDS) acuerden un formato de juego para la temporada 2018 por las diferentes ideas y adeptos a los proyectos presentados por la entidad organizadora, Las Palmeras y Mitre.
“Está todo muy enroscado”, señaló por esos días con precisión la máxima autoridad del fútbol local, Hugo Cejas. El jueves, luego de una reunión, las partes se empezaron a acercar y el lunes, en otro mitin, se determinó de qué manera se afrontará el calendario venidero que iniciará el 11 de marzo.
Un poco de uno, un poco del otro
El nuevo año se desarrollará de la forma que ninguno de los clubes pensó porque tendrá puntos de los planes presentados por la LDS y el club de Río Tala.
Tal como propusieron, habrá Apertura y Clausura (Las Palmeras también quiso un Preparación). En ambos los 18 clubes se dividirán en dos grupos y cada fecha tendrá un duelo interzonal entre los clásicos rivales. Los mejores cuatro de uno avanzarán a cuartos de final y así sucesivamente hasta conocer el campeón.
En primera, una vez concluida la temporada se determinará qué equipos competirán en 2019 en la A y cuáles en la B en base a una tabla de posiciones general que se diagramará con los puntos obtenidos en la primera fase de los dos certámenes.
En cuanto a las categorías que se deberán presentar se respetó lo que estableció la LDS: cinco obligatorias y, luego, un certamen de sexta (los talenses querían reducirlas a cuatro). Se jugará con primera (libre), reserva (U20 -1998 a 2001 con tres mayores entre los 16 futbolistas-), tercera (2002-2003), cuarta (2004) y quinta (2005). Posteriormente, en fecha y manera a determinar, se agregará la sexta (2006).
Donde sí ganó Las Palmeras es en que se podrá afrontar la tira de encuentros en una sola jornada con la posibilidad de hacerlo en dos si así lo acuerdan las instituciones que se enfrentan. La idea es “reducir costos de arbitrajes y traslados”.
El cambio más significante es que se quitó un equipo y los clubes que poseen chicos de todas las edades tendrán inconvenientes para determinar los 16 que estarán en la planilla en lo que ahora será tercera y reserva. “Tengo 25 chicos en tercera, no sé cómo voy a hacer. Un chico me dijo que no iba a ir más porque no tenía lugar”, contó un entrenador de inferiores de uno de los clubes más importantes de San Pedro.
Por contrapartida, un referente de otra institución admitió que ellos pueden lograr conformar cinco divisiones pero hasta ahí “llegan”. Y agregó: “No nos podemos comprometer a armar siete categorías por caprichos de los clubes más grandes. Es una cuestión de ponerse de acuerdo, los que quieran competir con siete que lo hagan”.
Más allá de las diferencias, ganó el consenso y todas las partes tuvieron que ceder para lograr algo de lo que buscaron. A poco más de un mes para que empiece a rodar la pelota, los clubes avanzan con las pretemporadas buscando la puesta a punto.