Falta comida para 84 alumnos en la escuela 3
La escuela cuya Directora fue denunciada por vender alimentos destinados a los chicos no puede asistir a todos los que concurren al comedor. Hay 84 alumnos que necesitan la comida y no la tienen porque el cupo aceptado por la Provincia no los contempla. Se solucionaría en abril, así como en otros establecimientos que tienen la misma situación pero con menor impacto.
“Ponele más agua al guiso”, es la frase acuñada al calor de decenas de abuelas que tenían que “estirar” la comida para que alcance para todos y eso no parece hoy suficiente para morigerar las consecuencias de los malos cálculos en miles de comedores escolares bonaerenses. La escuela 3 está otra vez en el ojo de la tormenta respecto de los alimentos para los alumnos que allí concurren. Este es un colegio de barrio, donde muchos de los chicos que asisten provienen de familias cuya situación socioeconómica no es de comodidades.
Entre quienes a diario van hacia el establecimiento de La Laguna y Güemes, muchos lo hacen con la imperiosa necesidad del alimento. Por eso funciona un comedor escolar que es asistido por el programa SAE, Servicio Alimenticio Escolar, financiado por la Dirección General de Cultura y Educación junto al Ministerio de Desarrollo Social de la Provincia.
En la escuela 3 hay una población de 185 chicos que necesitan la comida diaria. Para algunos de ellos tal vez sea el único plato de la jornada. Sin embargo, el Consejo Escolar sólo puede habilitar 101 raciones, las que desde Provincia autorizaron para ese alumnado. Es decir: 84 niños corren el peligro de quedarse mirando o, lo que también es grave, todos comerán menos para que nadie se quede con el tenedor vacío.
Otra vez “la dire”
La escuela 3 está en la mira por cuestiones ligadas a la alimentación. María Rosa Rodríguez, su Directora, está sumariada por la supuesta venta de productos destinados a los chicos en el kiosco de la escuela, investigación que ha dado importantes pasos desde que vio la luz (ver recuadro).
Ahora, el establecimiento en el que está al frente vuelve a tener problemas con el comedor. Esta vez, la situación implica que 84 chicos no aparecen en el listado, por lo tanto la Provincia no los tiene en cuenta para el cupo de alumnos que necesitan la comida diaria.
La Opinión intentó comunicarse con la Directora, que no pudo atender a este medio porque “está al frente de un grado”, según dijeron quienes atienden el teléfono. Sin embargo, minutos antes del llamado de este semanario, María Rosa Rodríguez había hablado con autoridades del Consejo Escolar sobre el mismo tema.
En la escuela, y no sólo allí, siguen apuntando contra la Directora: “De golpe le aparecieron 185 pibes, no sé si antes no le daba mucha bola al comedor o qué. Tenía 150 aprobados, bajó después por el control; en la Escuela de verano no le fueron muchos alumnos y la primera semana le dio de comer a 30”, dijo una fuente que prefirió no revelar su nombre por temor a represalias. “Siempre hago así, hasta que me organizo”, habría sido la excusa de Rodríguez.
El Servicio Alimentario Escolar está dividido entre merienda y almuerzo; la primera es generalizada y el segundo es focalizado, lo que implica que hay que hacer un relevamiento exhaustivo entre las familias de la población a asistir para determinar el grado de vulnerabilidad social y las necesidades existentes, estudio que es realizado por Trabajadoras Sociales tras la detección por parte de cada colegio. Quienes conocen del tema, sostienen que a aquellas escuelas donde falla el relevamiento y aparecen más chicos necesitados que los que figuran es porque “hacen mal el trabajo”.
Además, sostienen que en la escuela 3 la Directora tiene conflictos con las porteras por “falta de autoridad” y que desde que fue denunciada comenzó a procurar revertir algunas situaciones que generaron resistencia: “De golpe, porque le marcaron el paso, trató de hacerse la rígida, pero es la primera en dar el ejemplo malo y la cosa se complica”, aseguraron.
Escuelita, escuelita
El problema de la falta de alimentos en los comedores se repite en toda la Provincia y fue motivo de sendas denuncias, con pedidos de informe en la Legislatura Provincial promovidos por un Diputado oriundo de Azul indignado con la situación de su ciudad. De la misma manera, en una escuela de Chacabuco tuvieron que cocinar con cuatro pechugas para 130 chicos.
San Pedro no escapa a la situación y los números son importantes, aunque desde el Consejo Escolar se tienda a minimizar lo que pasa y aseguren que, a pesar de que el conflicto está, prefieren no caracterizar el estado de cosas como “complicado”.
El Presidente del Consejo Escolar Jorge D’andrea reconoció la problemática pero aseguró que “eso ya fue arreglado,” aunque tras una larga conversación con La Opinión al respecto dijo que recién hoy viajarían a La Plata “a hablar por esto”.
Su colega Mariana Fucci, a cargo del SAE en la ciudad, dijo que están “enviando la documentación a La Plata” para solucionar el tema y que obtendrían una respuesta “la semana que viene”. “Mientras tanto nos estamos arreglando como podemos”, confesó.
En algo coinciden: “En abril se soluciona”, afirmó Fucci; “En abril van a aceptar los nuevos cupos”, aseveró D’andrea. Mañana es ABRIL.
Los “cupos” son el gran problema. En San Pedro, según detalló Mariana Fucci, hay aprobados 1.094 niños que son asistidos con el servicio de alimentación, según “los cupos de diciembre”, como relató D’andrea. Sin embargo, Fucci calculó que “hay 1.500” que lo necesitan, es decir cerca de 500 chicos no pueden recibir como corresponde la ración.
Lo mismo sucede con la merienda: hay 6.336 anotados, de una población de más de 7.700. “Les vamos mandando lo que ya teníamos y tratamos de mandarle un poco más. La mayoría tiene más inscriptos, está pasando en todos lados. Acá las escuelas nos van avisando, porque la matrícula no es regular”, informó el Presidente del Consejo.
Eso significa que, por lo pronto, la Provincia envía a San Pedro alimentos según la información del año pasado, es decir con la cantidad de chicos que ya fuera aprobado y que desde la dirección del programa no habilitaron su renovación.
“En marzo vinieron aprobados cupos menores de los que teníamos; eran los de diciembre, hasta abril. Estamos armando los nuevos cupos para enviar”, reconoció la Consejera que se ocupa del tema, y agregó: “Estamos tratando de que nos alcance para todos; a algunas escuelas enviamos. Ahora aumentarían un poco los valores, si no quedaremos en rojo, pero hay facilidades en Provincia”. Lo de las “facilidades” es un eufemismo para decir que el Gobierno de Daniel Scioli dilata prácticamente todas las responsabilidades que tiene sobre la alimentación de los escolares. Desde la situación relatada en esta página hasta la falta de pago a los proveedores, quienes recién cobraron la primera quincena de noviembre y que se han acostumbrado al “pedaleo” constante. Para Fucci la situación “no es complicada. Complicado va a ser si nos dicen que no”. Ello significaría tener que racionar todo el año alimentos para casi un cincuenta por ciento más de niños.
Avanza la investigación
La Directora María Rosa Rodríguez y la Cooperadora de la Escuela 3 enfrentan un proceso de investigación producto de una denuncia sobre venta de alimentos provenientes del Servicio Alimentario Escolar en el kiosco del colegio.
Alfajores, pizzas y cereal son productos que fueron señalados como “racionados para la venta” en lugar de ser parte de la comida gratuita de los chicos.
El sumario avanza. En una inspección ocular realizada por autoridades del Consejo Escolar hallaron una prueba que compromete seriamente a los denunciados: en un armario del kiosco, bajo llave, había bolsas de cereal abiertas, de la misma marca que entrega la Provincia y no poseían factura alguna que certificar la compra. La acusación principal era que racionaban ese producto en pequeñas bolsas que eran vendidas a los alumnos en los recreos.
A principios de marzo llegó una orden de parte de la Dirección de Cooperación Escolar para intervenir la Asociación Cooperadora de la escuela. Deben presentar ante ese organismo copias fieles de toda la documentación obrante en los libros, certificadas por funcionario público. Además, deben presentar las facturas que certifican que aquello que vendían en el kiosco al momento de la denuncia no proviene de los envíos oficiales.
El plazo para la entrega de esa documentación está vencido y desde la escuela pidieron prórroga hasta el lunes, prometiendo reunirse este miércoles para hacer las copias necesarias y certificarlas debidamente.