Falleció Sergio “El Gordo Sabino”
A los 69 años y después de haber peleado muy fuerte contra un delicado estado de salud, falleció hace una semana, Sergio “El Gordo” Sabino. Fue uno de los precursores de la prensa sampedrina, pero también fue docente y dirigente. Convirtió a muchas de sus historias de vida en cuestiones para compartir con los demás y la fuerza fue una de sus principales virtudes. Lo despidieron amigos, colegas y familiares. Lo recordarán todos los sampedrinos.
La necrológica fría indica que después de haber superado un cuadro delicado, dentro de lo débil que era su salud general en los últimos años, Sergio Sabino murió a los 69 años, el martes 3 de Enero a las 17.30 horas.
No hacía mucho, su familia había estado pidiendo sangre para reponer en el banco de una clínica privada donde estuvo internado. Su deceso fue repentino y sorpresivo. “Casi ni se dio cuenta” repetía un allegado acompañando sus restos. La realidad indica que tipos así, se dan cuenta de todo, absolutamente de todo. Y a pura garra y corazón, como transitó sus días, Sabino, llegó a su último día en esta tierra con proyectos y liderando una barra de jóvenes jubilados que no podrá reemplazarlo.
“Hasta quería cambiar la computadora para poner Internet” dijo alguien que lo conocía mucho. Un tipo apasionado, para todo. Para escribir, para dirigir, para opinar, para cocinar y, lógico, para comer. En el Centro de Jubilados de Los Aromos “a puro manjar” logró cosas que nadie podrá olvidar y cada pesito que entraba, venía de la mano de alguna fiesta en la que se trabajaba y se disfrutaba.
La pasión y el coraje cruzó su camino con el de otro maestro, Enrique Gaido, para la creación de una publicación sampedrina jamás igualada: “Sucesos en 30 días”. Esa marca es la que la mayoría de los sampedrinos asocia a Sabino y una pila de ejemplares con notas, comentarios, juegos y galerías de fotos entrañables quedan como testimonios de una cruzada que tal vez, nunca les reconocieron como merecían. Del mismo modo, sucedió con Actualidad, el periódico que en su primera etapa, compartió con Enrique Gaido.
En las últimas décadas, las mellas en su salud le fueron quitando movilidad, un poco de audición, pero nada de lucidez y capacidad para elaborar oraciones que convertían a un simple menú de cena en el club, en una pieza de antología. Era cómico, irónico y tenía mucha memoria. Como ex dirigente justicialista había pasado por La Radio justo el domingo de las elecciones del 23 de Octubre recordando otros tiempos en los que la palabra tenía otro peso. Sus problemas de salud lo llevaron a hablar de ellos y a acercarse a otros que también los sufrían para hacer valer sus derechos y por sobre todas las cosas, no renunciar a cada minuto de vida. Se dio el gran gusto de celebrar 50 años junto a su esposa, Elvira, que lo acompañó durante toda la vida. Ella también fue protagonista de cada uno de los logros y los “dolores de cabeza” de “El Gordo”.
Efectivamente, desde la semana pasada, San Pedro tiene “un maestro menos” pero ha ganado una leyenda más y a diferencia de otras que se cuentan con lo que algunos inventaron, en el caso de Sergio, hay muchas cosas tangibles que mostrarán para siempre quien fue.
Quienes tuvimos la posibilidad de compartir con él el tramo periodístico de su vida, lamentamos de corazón su partida, aún con la certeza de saber que nos han dejado una posta con dificultades para poner en alto el estandarte de la prensa libre.
“El Gordo” se fue para quedarse en miles de páginas que ya forman parte de la historia viva de la ciudad y de muchos de los alumnos que lo “sufrieron” como docente en distintos establecimientos escolares. Junto al “Pelado” Gaido, estará compartiendo el manjar mejor preparado para los que se van: observar desde algún sitio, la conducta de quienes intentamos seguir su camino.