Fabián Rodríguez y la salud de su esposa: “Es una pesadilla”
El secretario de Economía municipal habló sobre el cuadro de coronavirus que sufre su esposa, que desde el 12 de marzo permanece en coma inducido y con respirador artificial. “Es una pesadilla”, aseguró el funcionario, que permanece ahora en su casa tras haber pasado dos semanas internado con la enfermedad y una neumonía.
El secretario de Economía, Fabián Rodríguez, fue dado de alta la semana pasada tras permanecer internado en el Hospital Houssay de Vicente López, ciudad en la que reside, con un cuadro de coronavirus detectado luego de que el lunes 9 de marzo le tomaran las muestras tras comenzar con síntomas, mientras que su esposa continúa internada en estado delicado.
Uno de los primeros en conocer la novedad fue el intendente en uso de licencia, Cecilio Salazar, quien recibió la noticia de parte de Jorge Macri. Inmediatamente, Salazar se comunicó con su funcionario que le manifestó que estaba “bien” aunque “preocupado” por la salud de su esposa.
Tras el alta y desde su casa, el secretario de Economía de la municipalidad de San Pedro dialogó en Sin Galera sobre la delicada situación de salud que atraviesa su esposa, una mujer de 53 años octava paciente argentina en ser diagnosticada con coronavirus.
La pareja del funcionario permanece internada, en coma inducido y con respirador artificial, desde el 12 de marzo. Había ingresado al Hospital Posadas el 7 de marzo, a pocos días de llegar de un viaje de vacaciones en Italia y Francia junto a su esposo y su hija menor de edad. Desde ese día, su familia no pudo verla ni visitarla.
“Va progresando y da unos pasos atrás. El viernes le suspendieron las drogas, pero cuando estaba por despertar tuvo una crisis de broncoespasmo. Es una pesadilla”, aseguró Rodríguez.
Los médicos advirtieron que su oxigenación baja drásticamente cuando intentan quitarle la sedación, por lo que esperarán al menos hasta el fin de semana para reintentar.
Rodríguez también pasó dos semanas internado por una neumonía y con coronavirus positivo, pero en Vicente López. Cuando se recuperó, volvieron a realizarle el test y el virus no fue detectable, por lo que volvió a su casa, donde permanece junto a su hija pero cumpliendo con la distancia preventiva.
“Al llegar a Argentina, todavía parecía una cosa lejana. Con el calor que hacía acá, se especulaba que no iba a llegar. Creemos que fuimos contagiados en el avión. Estuve relevando que en el mismo vuelo hubo otro caso. Volvimos en el vuelo 1133 Madrid-Buenos Aires”, señaló luego.
Además, detalló que el tratamiento que recibe su mujer es el que preveía el Hospital Posadas desde el primer momento, y que “los médicos no hablan del medicamento como si fuera un experimento”.
El tratamiento con cloriquina fue testeado por un médico francés, pero como las pruebas todavía no son suficientes para evaluar su efectividad, a la paciente hubo que pedirle consentimiento, explicó.
“Ella venía evolucionando bien. Sabíamos que el momento más crítico era el despertar, se iba a encontrar con el entubamiento, con la invasión en su cuerpo. Eso iba a generar desesperación y angustia. Provocó una desoxigenación, un broncoespasmo y tuvieron que volver a sedarla”, agregó Rodríguez para graficar la “pesadilla” a la que se refiere y pidió conciencia: “Hay un riesgo muy grande. Yo estuve internado con gente joven a la que tuvieron que ponerle un respirador”.