Envión Villa Depietri: Pasión por el fútbol y respeto, cualidades que florecen en el barrio
Alrededor de veinte jóvenes de entre 12 y 21 años concurren, lunes, miércoles y viernes por la mañana al playón a desayunar y jugar al fútbol. La mayoría son del barrio y, apasionados por el deporte, sólo les interesa patear una pelota. Al mismo tiempo, no olvidan valores y el respeto hacia el otro está por encima de todo, cualidad que tiene su punto cúlmine cuando un cortejo fúnebre pasa por calle San Martín y los chicos frenan la pelota y se quitan sus viseras.
El profesor Nicolás Barceló no puede sacarles la pelota a los chicos del programa Envión que siguen pateando en el playón de Villa Depietri. La escena se repite cada lunes, miércoles y viernes cerca del mediodía cuando deben regresar a sus casas después de desayunar en el salón de usos múltiples y hacer deporte poco más de una hora.
Los jóvenes no largan el desgastado balón porque es su pasión. Cuando van al espacio público sólo les interesa jugar y divertirse más aun que alimentarse previamente. "Cuando llegan a las 10.00 hay que esconder la pelota porque sino no desayunan, sólo quieren jugar al fútbol", le contó a La Opinión el joven que está a cargo de un grupo de entre quince y veinte jóvenes mayores de 12 años y menores de 21. Y agregó: "Cuando cumplen los 18 años se convierten en tutores, ahora el de acá es Nicolás Crespiens".
Aunque el duelo puede tomar cierto grado de rudeza, el puñado de mujeres que concurre se le anima a los hombres. Otra veces, se vuelcan al teatro que se desarrolla en simultáneo en el salón de usos múltiples que tiene el espacio municipal inaugurado en 2018 al que ya la falta un aro de básquet.
Casi todos los pibes del programa Envión de Villa Depietri son de ese barrio, Futuro y Arcor a excepción de dos que desde la zona del Centro Integrador Comunitario (CIC) cruzan toda la ciudad en bicicleta para jugar al fútbol un rato. Además de recrearse la mañana de cada viernes sea cual fuese el clima, hacen todo cerca de sus viviendas porque, en su mayoría, concurren por la tarde a las escuelas N° 15 y 4 y visten los colores de Defensores Unidos en la Liga Deportiva Sampedrina (LDS).
Los chicos que juegan al fútbol en Depietri no cuentan con la indumentaria ideal para hacer actividad física: visten jeans, pullovers, guantes de lana y algunos lo hacen descalzo para cuidar el único par de zapatillas que tienen. En contrapartida, les sobra respeto por sus compañeros, cualquier ajeno al grupo que se acerca a observar el partido y, también, paran el balón y se quitan su visera cuando un cortejo fúnebre pasa por calle San Martín. "Son muy respetuosos con eso, me llamó la atención cuando empezamos a trabajar acá", admitió Barceloó quien explicó que cuando el playón todavía no estaba y jugaban en un campito de enfrente, la mística era similar.
Cuando el profesor logra quitarles el balón y guardarlo en la sala, de a poco los chicos se retiran caminando o en bicicleta no sin antes acomodar el mate y llevarse las galletitas que sobraron del desayuno. Deberán esperar algunos días para volver a encontrarse en el playón, divertirse y poner en práctica su dotes futbolísticos y valores.