Entre San Pedro y San “Pablo” hay serios problemas
Una movilización en defensa del Tiro Federal, la separación de personal estratégico, los consejos de los amigos íntimos, la salida intempestiva de Estelrich, el desprecio de los barbieristas y el desbande del Gabinete pusieron a Guacone al borde del colapso. Un verano sin pausa.
Los más generosos le dicen “este muchacho”, los impiadosos usan insultos y los advenedizos lo empujan para que se desprenda de “la vieja política”.
Así transcurre el caluroso verano del flamante Intendente Guacone, que aún estando de estreno arremetió contra el culto sagrado del “todopasismo” de Barbieri.
Lejos de los evangelistas que protegían de los exabruptos al ahora Diputado Nacional, el Intendente Guacone parece vivir entre las llamas de Satanás.
Las primeras semanas fueron toleradas y los acercamientos de los distintos colaboradores de Barbieri fueron constantes para “encaminar a Pablo en la continuidad de una gestión ordenada y sin problemas de rojo en las cuentas”, como dijo uno de los más interesados en que los dos años que quedan de mandato se vivan sin contratiempos. El mismo hombre hoy sostiene: “Este muchacho hoy está tirando en dos semanas lo que se construyó en diez años”. Para semejante cambio, tamaña desazón.
Las designaciones fueron en principio bien toleradas pero ninguna de ellas avaladas por Mario Barbieri en declaración pública alguna. La mayoría presumía que el nuevo Intendente estaba limpiando aquello que el Diputado Nacional no pudo hacer antes de renunciar a la jefatura comunal tras años de acumulación de punteros que deterioraban su imagen. Todo bien… hasta mediados de enero.
“Se quiso cortar solo” es la más tibia de las opiniones que se escuchan, pese a que el propio Guacone ha sostenido que “es la continuidad de una gestión”. Nadie le cree, especialmente tres amigos íntimos que ofician de asesores, de los cuales al menos dos tienen mala reputación por sus desaguisados económicos.
El templo sin santos
Con un equipo entrenado para la guerra, Guacone intentó perfilarse tomando algunas medidas tendientes a acercarse a la gente. Fueron los mosquitos y la impericia de su Director de Bromatología el primer escollo que afrontó sin ponerse colorado.
Hasta las vírgenes del entorno de su despacho se sintieron violadas cuando en tono elevado de voz impartía órdenes de un modo en que jamás habían escuchado a su antecesor.
Pocos días después, el escaso freno inhibitorio de Eduardo Estelrich le dio la primera oportunidad para mostrar su carácter y ni la amena reunión con la policía o su deseo de abrir un nuevo paseo público en el Balneario Municipal lograron calmar a los ángeles negros que se atornillaron en sus despachos cuando hubiesen preferido sus sanas vacaciones.
“Estamos como con los Kircnher, nadie se puede tomar descanso en enero”, sostuvo sonriente el hombre fuerte de leyes que tienen mas antigüedad en un cargo. Es evidente, nadie hace estas declaraciones en “on” porque tienen la tácita orden de resistir pase lo que pase para preservar las aspiraciones de mantener incólume el proyecto de Barbieri de cara al 2011.
Aunque falte para Semana Santa y el Vía Crucis se deteriore al ritmo de la sentida ausencia del arquitecto Diego Chediak (sólo hay que pasear por la ciudad para ver su espantoso estado), los peregrinos del Tiro Federal se lanzaron a las calles con el hartazgo propio de quien se siente vejado. “No había movilizaciones desde hace años y ahora éste las provoca”, sostuvo uno de los principales referentes de la oposición que se relame esperando el día de la crucifixión sin resurrección.
El precio del pecado
Quienes traman “las de Caín” desde la oposición y con la colaboración de varios ex barbieristas están aguardando con ansias el momento en que Guacone se anime a seguir tomando decisiones sin consultar “a Mario”. Entienden que las torpezas propias de estos primeros días están minando sin que medie esfuerzo alguno por parte de los adversarios el territorio inexpugnable de quien hasta el 10 de diciembre tenía propiedad y posesión a perpetuidad del poder en San Pedro.
Sólo el Dr. Carlos Casini y su par en la profesión Nicolás Macchia salieron a dar una versión jurídica más coherente del proyecto de ordenanza que bajo el paraguas de los ex combatientes y los rugbiers esconde un millonario negocio para el ex concesionario del Tiro y un restaurante que al menos en planos presentados hace más de un año ya tiene nombres y apellidos. Los letrados advirtieron que no convalidarán que el Municipio se inmiscuya en el desalojo, aunque estén de acuerdo y crean imprescindible la recuperación del castillo como patrimonio edilicio e histórico de la ciudad.
Hasta Abel González, el Concejal oficialista con mandato cumplido el 10 de diciembre que supo defender en el recinto todos los proyectos de Barbieri, les recordó que existe una ordenanza de su autoría que prevé otros destinos para las barrancas sampedrinas despejándolas de intrusos de punta a punta.
Entre los que avalaron con su presencia el proyecto de Guacone ya hay varios arrepentidos por el costo que tuvieron que pagar frente a una sociedad que mira absorta cómo premian a quienes violan con alevosía las normas ante la activa indulgencia de las autoridades de turno. El tiempo dirá si las investigaciones publicadas por este medio desde hace más de una década tienen un correlato justo para toda las partes; especialmente para los organismos de recaudación que parece que piensan que San Pedro no tiene sector costero.
Ego te absolvo
“Mi apoyo es total a la gestión de Guacone, quiero que quede claro”, dijo Mario Barbieri a tres días de haber reclutado la tropa completa en el local del ARI el pasado viernes. Allí, dos referentes de cada una de las agrupaciones que integran su proyecto, el presidente del HCD y el Dr. Facundo Vellón en “representación” de Guacone, que no pudo asistir “por compromisos que tenía”, delinearon los pasos a seguir para la conformación de la Mesa de Acción Política que ya tiene fecha de convocatoria para el viernes 19 de Febrero en el local del GEN que representa Víctor Secchi.
La idea es fortalecer lazos para el 2011 y comenzar a trabajar en el proyecto provincial que impulsa el ex Intendente, quien poco a poco parece perder el sostén de las riendas locales.
“Hay que darle tiempo, no es fácil gobernar San Pedro”, dijo minimizando la guerra sin cuartel que protagonizan a diario sus ex colaboradores entre sí y con los advenedizos recién llegados de la mano de Guacone.
“Estos diez años de gestión son la mejor plataforma para iniciar nuevas cosas”, sostuvo antes de ser preguntado con respecto al proyecto presentado para la renovación de la concesión del Tiro Federal a su actual usurpador. Lejos de abandonarlo a su suerte, se animó a sostener la iniciativa y a abrir las puertas para una discusión en el Concejo Deliberante con mayor participación de la sociedad.
Lejos de estar “enojadísimo”, como relató una estrecha colaboradora, Barbieri desmintió que en algún momento haya pronunciado palabra alguna juzgando a su sucesor y atribuyó el clima imperante a cuestiones propias de toda gestión.
La marcha de los rugbiers
Los jugadores de la división superior de rugby del Tiro Federal convocaron a una marcha que fue multitudinaria para lo que acostumbra a verse en la ciudad.
Más de 300 personas se dieron cita en la Plaza Constitución para acompañar una manifestación que pretendía hacerle saber a la población y a las autoridades del Ejecutivo y el Concejo Deliberante su posición contraria al proyecto de ordenanza presentado la semana pasada por Guacone y que deroga la cesión al club, dividiendo el predio en cinco partes y entregando una de ellas a Roberto Calvet, concesionario del camping sobre quien pesan causas penales y civiles iniciadas por la Comisión Directiva del Tiro por el delito de usurpación.
La convocatoria fue para las 19.30 y pasadas las 20.00,con bombos, redoblantes, camisetas y banderas del club, los manifestantes marcharon desde la plaza hasta las puertas del Palacio Municipal, donde cantaron contra la ordenanza, el Intendente y algunos funcionarios.
Tras unas palabras de Héctor Raillón, la marcha se dirigió por calle Mitre, en sentido contrario al tránsito, hacia la Peatonal del Centenario, donde se agolparon para continuar cantando y protestando contra el proyecto.
En el camino fueron repartiendo volantes que decían “No a la Ordenanza, el Tiro es nuestro” y reclutando vecinos que se sumaban a la caravana.
Tras dar la vuelta por calle Pellegrini, siempre en sentido contrario al tránsito, doblaron Oliveira Cézar y continuaron por esa calle, que se transforma en Saavedra más allá de Mitre, y llegaron hasta las puertas de la casa de Roberto Calvet, donde estuvieron durante algunos minutos cantando en su contra. Ninguna luz se vio en la vivienda.
Volvieron a la plaza, celebraron la gran convocatoria de la manifestación y se desconcentraron, no sin prometer organizar nuevas movilizaciones para enfrentarse al proyecto que presentó Guacone el martes pasado y que provocó esta, la primera movilización en su contra desde que asumió.