En este año que termina quiere agradecer…
A las personas que de una u otra forma han estado con ella, al Dr. Raúl Bertone y Dr. Pablo Gallo, que han cuidado de su salud, a la Dra. Margarita Frisch que vela por sus intereses, al Padre Sergio Latini que la ayuda en lo espiritual a sobrellevar todo este año, a sus amigos, conocidos y misioneros de la Virgen de Schoenstatt, que han hecho oración cuando ha necesitado. También a sus patrones Emilce y Antonio y a toda su familia, que la hacen sentir una más de ellos, a sus hijos, sus nueras, especialmente a Karina, que con sólo mirarla sabe cómo se encuentra y son unos años ya de conocerla y saber de su sufrimiento, y a cuatro personas que son su familia: Marila, Pirucha Elida, que es su hermana del corazón y en especial a su madre Blanca Coronato, mamá de la vida, del alma y que a pesar de sus problemas ahí está todos los días de una forma u otra siempre presente. Este año agrega a alguien especial que conoció y que vivía en Ecuador y gracias a él entendió que la vida vale la pena y que hay que lucharla todos los días, sus palabras le llegan al corazón y comprendió que se puede ser amiga de un hombre, es más, es mejor y estando él cerca su amistad es muy buena, gracias a Eduardo; y no puede dejar afuera a la persona por la cual vivió, vive y continuará viviendo, su nieto Francisco que es la luz de sus ojos.
A todos, muchas gracias, que Dios los bendiga a todos y que nuestra madre María les señale el camino en este nuevo año que va a comenzar.
Feliz Navidad y mejor año. Gracias a todos, los quiere mucho y les deja un gran abrazo.
Adriana Fernández