Emotivo adiós a Juana Roura de Leder Kremer
La reconocida docente falleció la semana pasada, a los 90 años. Sentidos saludos en redes sociales para la histórica profesora de matemáticas, directora del Comercial, nadadora y defensora de los derechos humanos.
La semana pasada falleció, a los 90 años, Juana Roura de Leder Kremer, una histórica de la docencia sampedrina, que fue despedida en redes sociales por docentes, exalumnos y nuevos miembros de la comunidad educativa local que reconocieron su huella.
Profesora de matemáticas, fue directora de la Escuela Nacional Superior de Comercio hasta su jubilación, en 1991, lo que le valió ser una de las personalidades más destacadas de la historia de la educación local, en la que tuvo una participación gremial activa.
Fundadora del Centro de Docentes de San Pedro, contribuyó en la creación de la Confederación de Trabajadores de la Educación de la Argentina (CTERA), una de las organizaciones gremiales docentes de mayor relevancia en el país.
Juana, esposa del histórico librero Salomón Leder Kremer, tenía 90 años. Desde que se jubiló, su nombre fue noticia como nadadora: en 2005, con 76 años corrió la prueba de aguas abiertas y salió primera en su categoría, la de mayores de 60 años. En 2007 ganó medallas de oro en los Torneos Bonaerenses.
Miembro del grupo que fundó el recordado Cine Club que funcionó en la Biblioteca Popular, cuando tuvieron que cambiar de sede propuso su propia casa en varias oportunidades para las proyecciones de películas a las que de otra manera no se podía acceder.
Su casa también fue un lugar para albergar artistas, como el caso del reconocido cantautor uruguayo Daniel Viglietti, el autor de la afamada “A desalambrar”.
Un acta que firmó como directora de la escuela de Comercio fue parte de los juicios por delitos de lesa humanidad cometidos en San Pedro y prueba fundamental para probar que un policía sampedrino formaba parte de los grupos de tareas.
Antes del final de la dictadura cívico militar, una docente de música reconoció un pullover que tenía puesto una chica, que resultó ser nieta de ese policía: se lo había tejido ella a su propia nieta y fue parte del botín que un grupo de tareas se llevó de una vivienda de la que secuestraron personas.