El show de bonificaciones que pone en rojo el presupuesto municipal
La Municipalidad tiene más de 900 empleados, que se llevan el 70 por ciento de los fondos disponibles. Tienen salarios básicos por los que recibieron incremento salarial la semana pasada, pero también hay toda una serie de ítems adicionales. Entre ellos, las bonificaciones que fueron cuestionadas por el Tribunal de Cuentas y sobre las que nunca hubo modificaciones. Al contrario: amigos, parientes y punteros políticos ven engordar sus bolsillos gracias a ello.
Tras cuatro semanas de paro, los trabajadores municipales recibieron un aumento de salario del 15,8 por ciento distribuido en cuotas hasta junio que puso fin a un conflicto que tuvo un claro componente político, en medio de las disputas internas que atraviesa el Gobierno municipal. Apareció así nuevamente el debate respecto de cómo se gastan los fondos públicos y de qué manera se distribuyen dentro de la planta de empleados.
Son más de 900 e insumen al menos el 70 por ciento del presupuesto. De los 180 millones planteados para 2013, 120 eran para pagar sueldos. No incluía incremento, así que hay que sumar ese casi 16 por ciento obtenido.
La crisis financiera municipal repercute en todos los ámbitos, con servicios reducidos, deudas con proveedores y dificultades para cumplir con las obligaciones, incluyendo las básicas de las prestaciones en la calle. El recorte está en todas las áreas, se notó el domingo en las plazas, tras la tormenta.
Eso sí, a nadie se le ocurre recortar los “premios” con los que se pagan los favores políticos, las amistades, la tarea para las elecciones, la fidelidad partidaria y, claro, la sacrificada labor de miembros del Gobierno.
A nadie se le ocurre que el “festival de bonificaciones” que el Tribunal de Cuentas objeta cada año pueda ser modificado. Al contrario: a más acuerdos políticos, más empleados y más bonificaciones.
Los casos se reproducen área por área. Secretarios y directores que cobran altísimas bonificaciones por títulos y que duplican sus sueldos con “bonificaciones por funciones y gastos”. Jefes de Departamento con beneficios importantes. Empleados administrativos con carga horaria de 48 horas que no llegan a cumplir las 40 semanales.
Todo es dinero. Fondos públicos. Exactamente eso que administran los gobernantes. Esos que aportan los ciudadanos con sus tasas e impuestos.
El show de los funcionarios
Las bonificaciones engrosan lo que cada hombre político del Ejecutivo percibe por mes. Los secretarios tienen un básico de 11.387,448 pesos, a lo que hay que sumar 417 de refrigerio. Matías Monfasani, Jorge Gil, Javier Silva, Pedro Restelli y Dalmy Butti perciben un 95 por ciento por “funciones y gastos”. El primero no cobra por título; los tres siguientes el 18,8 % por título y el último el 9,09. Es decir que, nominalmente y sin contar los títulos, el salario es de 22.622,52 pesos más algunas bonificaciones extra, sobre los que se hacen las deducciones correspondientes.
Los subsecretarios Mario Bernasconi y Daniel Porta cobran el 90 por ciento de bonificación por funciones y gastos. El de Salud tiene un 54,4 por ciento de adicional por título y el de Recursos Humanos, 72,2 por ciento. Según el Presupuesto 2013, el salario básico es de 9.966,96 pesos, más los $ 417 del refrigerio. Nominalmente, entonces, Bernasconi tiene un salario bruto de $ 24.776,25 y Porta de $ 26550,36.
Los directores son un mundo aparte y hay que recorrerlos uno a uno. El salario nominal es de 8.546,47 pesos. El de Rentas, Christian Rial, tiene un adicional del 36,36 por título y del 50 por ciento por funciones. Es un 86 % más, lo que da 17.917, con el refrigerio. El de Deportes, Gerardo Castón, tiene 50 y 12 por ciento de adicional. Aguilar, Bianchi y Ojea perciben el 50 por ciento de bonificación por gastos y funciones.
Saverio Gutiérrez es de los que más cobra, con 60 por ciento adicional por funciones y 90,9 por títulos. Su salario nominal es entonces de 21.443,09 pesos. José Macchia tiene apenas un diez por ciento menos en materia de funciones.
Uno de los casos paradigmáticos es el de Juan Jorge Kasta, que tiene 90,9 por ciento de bonificación por títulos, el máximo posible, a pesar de que no se le conoce actividad académica de relevancia, y un 65 por ciento adicional por funciones y gastos: 21.870,41 pesos.
Los amigos cobran bien
Del análisis de las bonificaciones que paga el municipio se desprenden ciertos favoritismos que tal vez puedan ser explicados por los nombres y las actividades extralaborales que realizan los agentes.
Que los tres máximos líderes sindicales de la municialidad aparezcan como “técnico de clase I”, el escalafón más alto antes de los jefes, resulta por lo menos extraño. Sobre todo con Parzon y Acosta, que nunca realizaron tareas técnicas. Los tres tienen 48 horas semanales de trabajo.
El técnico clase I cobra un salario nominal de 5.980,17, según el Presupuesto 2013, es decir sin el aumento del 15,8 por ciento otorgado. Se le suman 417 pesos de refrigerio y 200 de asistencia.
En cuanto a los premios aplicados en el caso de los gremialistas, Parzon, Acosta y Marelli tienen 35 por ciento por conducción. No se sabe si es por “conducir” vehículos o futuros conflictos.
Otro amigo de la casa es el secretario del bloque del Frente para la Victoria Fabián Vlaeminck, a quien no le pagan sus compañeros concejales sino el Estado local, todos los sampedrinos. Es Jefe de Departamento, con carga de 48 horas semanales.
Un jefe de departamento, antes del último aumento, cobraba 5.980,17 de sueldo, 417 de refrigerio y 200 de asistencia. A Vlaeminck hay que sumarle el 9,09 por título y nada menos que el 80 por ciento por bonificación por funciones y gastos.
Jefes y jefecitos
Entre los jefes de departamento hay quienes se ven favorecidos por los beneficios del show bonificable del municipio. Algunos llaman la atención por lo abultado de los adicionales con que mes a mes cobran quién sabe qué favores.
Algunos casos paradigmáticos son Rafael Medina, un hombre del Sindicato que conduce Parzon, extitular de Tránsito. Trabaja bajo régimen de 48 horas, cobra un 25 por ciento adicional por conducción, un 9,09 por título y un 90 por ciento de bonificación por función y gastos.
El Jefe de Departamento de Seguridad e Higiene laboral, Marcelo Duarte, también tiene 48 horas y percibe un 70 por ciento adicional por gastos de representación y funciones.
La titular de la Oficina de Empleo Nancy Budiño también es Jefa de Departamento con 48 horas y recibe 9,09 por título y 65 por funciones y gastos
Juan Carlos Mariño, Jefe de Departamento área Discapacidad, figura con 48 horas y un 75 por ciento de bonificación.
Marcelo Delbene es Jefe de Departamento de Unidad Rafam y percibe los siguientes adicionales: 27,7 por títulos y 60 por gastos y funciones; y la Jefa de Compras del Hospital Mirta Scarcelli, 50 % por funciones y gastos.
Entre los casos relacionados con el universo político están por ejemplo Marcelo Nouet, cercano a la agrupación política que lidera César Parzon y también al monfasanismo. Es Director del Instituto Sarmiento, tiene cargo de Jefe de Departamento con 48 horas semanales y cobra un 50 por ciento de adicional por funciones y gastos.
Otro de los casos es el de un Hugo Albouy, exesposo de Marta Perret, reconocido operador político del barbierismo que se pasó al guaconismo luego de ser denunciado por instigar usurpaciones. Tiene 15 por ciento por conducción y la friolera de 80 por ciento por gastos de representación y funciones.
Eso de las 48 horas
Del análisis del listado del personal municipal al que tuvo acceso La Opinión asombra ver que la mayoría de los administrativos figuran con 48 horas semanales como carga horaria. Teniendo en cuenta que las dependencias municipales abren de lunes a viernes, cuesta entender cuándo cumplen con el promedio de 9,6 horas por día.
El año pasado, por iniciativa del Subsecretario de Recursos Humanos Daniel Porta, la administración pública extendió el horario de atención de las 14.00 a las 16.00, dos horas más de manera tal que los trabajadores entren a las 8.00 y se vayan al menos ocho horas después y no seis, como hacían generalmente.
Porta también prometió una readecuación del decreto 48/08, el de las bonificaciones por título. Hasta ahora, nada ha sucedido, a pesar de que él mismo reconoció que la letra de esa norma se presta a que cualquiera que presente un papel firmado que certifique asistencia a un curso debe ser tenido en cuenta, lo que significa un problema en materia de dinero y de justicia para con los que realmente estudian y se preocupan por profundizar conocimientos para el área en la que trabajan.
La familia municipal
Juan Jorge Kasta es uno de los más cuestionados por el show de bonificaciones. Muchos le endilgan la responsabilidad a él, de la época en que era Director de Personal. El Tribunal de Cuentas lo tiene en la mira desde hace tiempo.
Además, es uno de los más beneficiados con el famoso decreto 48/08, el de los títulos, que permite que cualquier curso pueda ser sumado como ítem bonificable. Sin embargo, no está solo.
Su hija Verónica, licenciada en Ciencia Política y empleada administrativa municipal de 7ma. categoría con 48 horas semanales –salario nominal de 4.253,83 pesos más refrigerio y asistencia– tiene, como su padre, un adicional de 90,9 por ciento por títulos. Sobrecalificada.
Soledad Kasta, otra de las hijas de “Juanchi”, es técnico clase I –salario nominal de 5.980,17 pesos– cobra 30 por ciento por dedicación exclusiva y 21 por ciento por títulos.
Mario Kasta, hermano del extitular del Sindicato de Municipales, sigue en el archivo. También es “técnico de clase I” con 48 horas semanales que es difícil saber cuándo cumple y tiene un premio por conducción del 35 por ciento. “Le habrán puesto un autito a control remoto”, ironizó el concejal Martín Pando en una sesión en 2010. Tres años después, sigue cobrando el adicional.
Cómo repercute el aumento en intendente y concejales
Guacone tiene un salario nominal de 64.751,34 pesos más el 10 por ciento de gastos de representación, lo que suma $ 71. 226,47. Con el 15,8 por ciento, pasa a $ 82.480,25, en bruto.
Los concejales tenían como salario nominal 16.187,85 pesos. Ahora, con el 15,8 por ciento de incremento, llegarán a junio con $ 18.745,52 de bruto.