El padrastro de Ángel Luna estaba cuando llamaron a la policía y contó lo que sucedió antes de los disparos
Ariel Rojas, pareja de la madre de Ángel Luna, intervino en el momento en el que el joven intentó refugiarse en la vivienda familiar tras un conflicto con otras personas del barrio. Habló con él antes de que llegue la policía y estaba afuera de la casa, tratando de calmar a las otras personas, cuando llegó la policía. Escuchó un disparo. Aseguró que el joven de 26 años que murió alcanzado por una bala policial no podría haber estado armado porque "nunca supo usar un arma".
Las versiones encontradas sobre el episodio en el que Ángel Gabriel Luna, de 26 años, murió este viernes por la madrugada alcanzado por una bala policial en el barrio San Miguel, tiene, del lado de la famlia, un relato fundamental: el del padrastro del joven, Ariel Rojas.
Pareja de la madre de Ángel Luna desde hace mucho tiempo, Rojas se levantó a la madrugada ante el conflicto que se desató con otros jóvenes en la zona y hasta habló con el muchacho antes de que fuera abatido por la policía. Su versión contradice a la de la policía por un dato que el resto de la familia sostiene sin dudar: "Él no sabía usar armas".
Ariel Rojas guio a La Opinión por la escena del hecho. "Ángel ingresó al patio, en busca de un fierro o algo para defenderse de los agresores", dijo en alusión a la disputa previa que el joven mantuvo con otras personas de la zona.
"Lo tuve acá en el patio, pidiéndole que se calme", señaló e informó que hubo "un pleito de palabra" con los jóvenes con los que estaba bebiendo en inmediaciones de su casa. "Se vino porque eran cuatro", dijo y relató que "había uno que tenía un cuchillo".
"Cuano llegó la policía, él lo que hizo fue esconderse. La hermana le dijo que pensaba que estaba escondido por ahí atrás, que lo llevaran porque sino el conflicto iba a seguir", señaló.
De ese patio, saltó hacia un baldío lindero. "La policía llegó y se escuchó el disparo", dijo y mostró dos cartuchos de postas de goma que todavía estaban arrojados en el patio, antes del baldío vecino, donde cayó muerto. Aseguró que los disparos se escucharon cuando la policía entró por segunda vez a esa zona.
"Lo que sucedió después de los disparos es que los oficiales que estaban acá adentro se retiran en un móvil y queda otro. Pasaron como 20 minutos y los vecinos decían que había más patrulleros. La hermana de Ángel preguntó si estaba lastimado y le dijeron 'la verdad es que no tengo ni idea', fue todo lo que dijeron, para esto ya estaba muerto", agregó.
"Como las 5 y pico me fui a acostar, porque tenía que levantarme a trabajar. Ni nos imaginamos que estaba muerto ahí, pensamos que estaba lastimado por la riña. Cuando nos levantamos, vemos que estaba Alejandro, el hermano. Salimos y nos encontramos con esto. Una prima me dijo lo que pasó", relató Rojas.
"Nos avisaron los vecinos, no la policía. Después me lo conirmó el fiscal, que me llamó aparte para que le contara cómo fueron los hechos y yo le conté lo que había visto a la madrugada", dijo.
Rojas aseguró que luego del hecho se presenaron efectivos policiales que pidieron para ingresar al lugar y que habría sido para "retirar cartuchos", aunque en el piso se veían dos. "Yo estaba en el frente de la casa calmando a los otros muchachos y esuché un disparo", dijo.
"Catalano me dijo que al lado del cuerpo había un revólver", señaló Rojas, que al igual que el resto de la familia sostuvo que "Ángel nunca supo usar un arma, de eso doy fe".