El público empañó la fiesta
Nada hacía prever un final así. El partido fue de dientes apretados y muy parejo, pero había ganado Náutico y forzaba a los nicoleños de Regatas a jugar un tercer partido en el mismo lugar. La desafortunada reacción de algunos chicos que no pasaban los 15 años y algunos padres, terminó en una batahola generalizada nunca vista en un evento de estas características. El partido final fue suspendido y se espera una determinación por parte de la Asociación.
El excesivo reclamo y el descontrol de algunos chicos y padres terminaron con todo. Lo que debería haber sido una fiesta y un normal final del campeonato terminó siendo un bochorno y una lamentable actitud difícil de entender, principalmente por parte de los sampedrinos que habían ido a ver a sus hijos o amigos.
Ni la presión extra sufrida por los jugadores de Náutico en la noche anterior en San Nicolás, ni los ademanes de los jugadores de Regatas mientras se jugaba la revancha en el gimnasio de Náutico justifica tal reacción, que en principio fue de unos pocos pero después con la intervención de jugadores y padres visitantes se transformó en un hecho de proporciones que seguramente dejará mucha tela para cortar, aquí y allá, porque como sucede tras un episodio como éste será muy difícil dejar conforme a las dos partes. Entre los clubes y mientras todavía Regatas permanecía en las instalaciones de Náutico estaba y está todo bien, aunque seguramente la “calentura” continuó porque en la portería del club también hubo tumultos. Esto llevo a que se presentaran denuncias en la Comisaría local lo que le dio al hecho otras connotaciones que no tienen muchos antecedentes pero que no distan demasiado de lo que les tocó vivir a los chicos de Náutico cuando jugaron el encuentro de ida la noche anterior. Todo esto demora el vergonzoso final del campeonato, que no sólo se empañó con lo acontecido en Náutico, sino también porque se termina jugando en el 2006 un torneo que pertenece a la temporada 2005 y que por las “necesidades” de los otros semifinalistas, Náutico debió reprogramar.
La historia parecía quedar solo como un hecho sin precedentes. Náutico había dado las garantías necesarias para jugar el tercer encuentro final que se debía disputar al día siguiente, se había dispuesto control policial, se iban a separar las parcialidades y vallar el reducto para evitar cualquier episodio, pero al mediodía llegó el comunicado desde San Nicolás indicando que el partido quedaba suspendido ya que había una denuncia formal y según trascendió los padres nicoleños no autorizaban a sus hijos a jugar en San Pedro.
Ahora habrá que esperar una definición sobre el caso pero todo indica que el partido se jugará aunque quizás sea en Febrero y en escenario a confirmar. Esta triste historia se definirá en los escritorios con informes, declaraciones y polémica, aunque sería una lástima que el campeonato termine allí, sobre unos papeles.
El partido
Náutico ganó bien pero no le sobró nada. Por momentos estuvo por más de 10 puntos arriba pero después Regatas lo emparejó y le complicó la noche cerrándose el pleito a favor de los locales por 56 a 53. Todo su desarrollo fue totalmente normal y hasta el final, donde los jugadores y cuerpo técnico se saludaron como era debido, pues varios de ellos integraron selecciones nicoleñas y ambos entrenadores (Salinas y Aramburu) compartieron también uno de los equipos de la Asociación que jugó un zonal en el año 2004. Ahora habrá que esperar una resolución del Tribunal de penas pero de jugarse será más adelante porque en el caso del plantel “Celeste” en su mayoría ya está de vacaciones.
Para mejorar
Las desprolijidades de la temporada 2005 se vienen notando desde antes y sino es bueno recordar lo acontecido en Pre-Infantiles donde cambiaron la fecha de disputa de la final en cuestión de horas sin tener en cuenta que los sampedrinos ya habían programado otra tarea y se debió jugar el tercer partido con varios jugadores ausentes.
Allí la Asociación no tuvo reparos para con Náutico cuanto tampoco los debió haber tenido con los semifinalistas de los Cadetes Menores que jugaron cuando les quedó bien.