El extraño caso del “fantasma” de Mate Cosido
El almacén cultural de Belgrano al 1300 fue escenario de una extraña aparición en un espejo, que se puede apreciar en una fotografía casual que tomó un grupo de amigos en el local. Tras semanas de temor y luego de la visita de sacerdotes y videntes, desde el bar se animaron a contar la historia, de la que no están convencidos, pero dudan.
No muchos creen en espíritus que se menean pero no pocos son los que afirman “que los hay, los hay”. En el almacén cultural Mate Cosido, propiedad del conocido vecino sampedrino Juancho Correa, la aparición de la figura de una mujer en un espejo, reflejada en una fotografía en donde normalmente debería haber una pared generó polémicas, tensión, temores y hasta visitas exclusivas de “especialistas” en la materia.
Todo ocurrió un domingo como tantos. Era 18 de julio y tocaban una serie de bandas de rock en el marco de las actividades que desarrolla el comercio, dedicado a la gastronomía con la presencia de diversas propuestas culturales. Un grupo de amigos estaba en uno de los salones, donde hay una especie de living, y fueron fotografiados en pleno brindis.
Al otro día, el autor de la foto llegó hasta el bar con la cámara en mano y presentó la fotografía: detrás de la escena de los amigos, sobre la pared, dentro del espejo que ornamenta el salón, aparecía la figura de una mujer cuyo plano no se corresponde con el de una persona que estuviera justo frente al espejo, donde debería haberse reflejado la pared de enfrente y un calefactor.
Desde ese momento, el temor ganó las opiniones entre los que asiduamente concurren al local, su dueño y los empleados. La mayoría de ellos, escépticos frente a cualquier fenómeno similar, se sorprendieron ante una evidencia en la que no terminan de creer, pero que tampoco descartan.
El bar abrió un año después de que comenzaran los trabajos de reacondicionamiento de la vieja casona. Ahora, un mes después de debate sobre si hacer pública o no la fotografía, Juancho Correa y sus empleados decidieron contar a La Opinión cómo fue el momento en que se toparon con la imagen y qué les pasó desde entonces.
“Vimos la foto, empezamos a mirarla desde diferentes ángulos para ver que era. Los pibes que están en la foto dicen que no había nada enfrente”, relató Correa y agregó: “Yo no creo mucho en los espíritus. Vino un cura, que nos tranquilizó un poco, y dijo que son fenómenos que hoy no tienen respuesta pero dentro de un tiempo puede que sí, no sé”.
Contó que al principio “había varios con miedo, no se querían quedar solos, que con esas cosas no se juega, que la tapáramos”.
Todos dudan, pero nadie se anima a afirmar hoy que sea mentira: “Al principio sospechábamos que podía estar trucada, pero no, un fotógrafo y diseñador nos dijo que al acercarla no se pixela y que si estuviera trucada tendría que notarse”, aseguró Correa y repitió: “No sé qué es, es muy raro”.
Desde ese momento comenzaron a aparecer múltiples versiones sobre esa mujer que aparece en la foto. “Nos dijeron que habían matado a una vecina, preguntamos y nos dijeron que había muerto sí, pero en una casa del barrio. Hay mil versiones”.
“Ojalá alguien nos dijera es tal y murió de tal manera. Algunos dicen que es la imagen de una virgen, otros creen que está trucado, otros dicen que es marketing, otros se asustan y no quieren volver, hay muchas reacciones, es algo desconocido”, dice Juancho Correa e insiste: “Para mí es raro, no sé qué pensar, le busco diez mil enfoques y no le encuentro la vuelta. Si es un alma que quiere manifestarse, qué se yo, si quiere manifestarse, pedir ayuda, tiene otras formas de mostrarse”.
Correa asegura haber visto otras fotos donde hay supuestos fenómenos como el que ocurrió en su bar, pero que las imágenes suelen ser “difusas y esta es re contra nítida, y decís ‘no puede ser’”.
Además de la visita del sacerdote, Mate Cosido recibió a una mujer que dijo ser “vidente”, que enterada de lo sucedido llegó a ver de qué se trataba y les dijo que “son dos espíritus, que hay dos, uno que tiene luz propia y que vino a buscar al otro que busca descanso, que sería la mujer, y que la luz que hay atrás es el otro que la abraza”.
La vidente también dijo que “vio el espíritu atrás de una chica que trabaja” en el lugar. “Yo no lo veo, qué se yo. Tiene que haber una explicación, pero por ahí no está a nuestro alcance”, se resigna Correa.
En Mate Cosido coinciden en señalar que “ojalá alguien venga y diga: es fulana de tal, que se viste de vieja y estaba ese día; o bueno, que diga es tal y está muerta”.
Eso tranquilizaría a los que conviven a diario en el bar si no con el “fantasma”, al menos con la duda de que algo raro pasó y a lo que no le encuentran explicación.