El día que explotó una bala de la batalla de Obligado y provocó graves heridas a tres personas
Ocurrió hace 36 años. Una familia atesoraba una bala hallada en el escenario del histórico combate. Jugaban a ver quién la tiraba más lejos hasta que explotó. Aída Chaine, protagonista del episodio, contó que estuvo cuatro meses internada y que le cortaron dos dedos de un pie. Luego de que la coordinadora de museos Marisa Corvalán lo refiriera como "una anécdota de color" en un programa de la TV nacional, quiso relatar el hecho tal y como sucedió.
La semana pasada, el reconocido periodista Mario Markic tuvo en su programa En el camino un capítulo denominado Una escapada a San Pedro: la historia no contada del combate de Vuelta de Obligado. Allí, la coordinadora de museos municipales, Marisa Corvalán, contó una anécdota sobre una bala de cañón de la recordada batalla que explotó hace unos años. Aunque dijo que “no pasó nada”, la historia tuvo ribetes casi trágicos. Una de sus protagonistas, Aída Chaine, contó a La Opinión qué sucedió.
Lo que Marisa Corvalán relató como “una anécdota de color” fue en realidad un grave episodio que se cobró tres víctimas con distinto tipo de lesiones. Aída fue la que llevó la peor parte: su pie izquierdo quedó desecho, tuvo que someterse a varias intervenciones quirúrgicas hasta que tras cuatro meses de permanecer internada le amputaron dos dedos.
El padre de sus hijos también sufrió una herida de consideración en la pierna, y su por entonces suegro recibió el impacto de las “esquirlas en la zona de los genitales y estuvo muy complicado”. Lejos de una anécdota divertida, como se contó en el programa, fue “un hecho lamentable”, tal como lo calificó Aída Chaine.
La mujer, oriunda de Gobernador Castro, contó que la bala fue hallada en la zona del arroyo Los Cueros, en inmediaciones del campo de la familia Batalla. “La cuidábamos, como una reliquia que era”, dijo Aída.
Para Semana Santa de 1985, una larga mesa era el escenario para conmemorar la fecha religiosa conocida como “de Gloria”. El padre de sus hijos le dijo “vení, a ver cómo la tirás”. Se refería a la bala de cañón del Combate de Vuelta de Obligado que habían encontrado semienterrada en el campo. “La tirábamos para ver quién la tiraba más lejos”, confesó Chaine.
La bala, similar a la que Valentín Mastrángelo le regaló el pasado 20 de noviembre al presidente Alberto Fernández durante el acto por el Día de la Soberanía, pesaba 13 kilos. Cuando Aída Chaine la arrojó, explotó. Los resultados tuvieron consecuencias graves para la familia.
“Es una situación que nadie se la esperaba”, contó. Entre el humo de la explosión, Aída, su esposo y su suegro resultaron heridos. “Estuve internada”, contó Chaine. Le practicaron dos intervenciones quirúrgicas. “Me faltan dos dedos. Como no circulaba la sangre, me los tuvieron que extirpar”, relató.
El doctor Carlos Colella fue el médico que la atendió. “Un genio”, aseguró Aída. “Me armó el pie, por decirlo de alguna forma. Mi pie izquierdo estaba desecho. Una obra maestra hizo”, señaló.
“Estuvimos internados en la clínica Belgrano”, recordó Rubén Batalla. “Un pedazo de bala fue a 200 metros y también hubo esquirlas. Doy gracias a Dios que puedo contarles”, agregó.
“Yo era chica pero recuerdo sentir una fuerte explosión con el aturdimiento ver el polvo de tierra que había en el aire y a mí mamá arrastrarse por el suelo. Un horror”, comentó por su parte, Mónica Batalla.
En la familia no recibieron bien lo que ocurrió en el programa. “Fue hace unos 15 años”, dijo Marisa Corvalán. “Esas balas quedaron, algunas, inactivas, que hasta el día de hoy hay en el museo. Hace unos 15 años, lugareños que van encontrando las cosas, hay una anécdota de color: jugaban a las bochas y bueno, explotó. No pasó nada, pero explotó”, dijo la coordinadora de museos.
Para Aída Chaine y su familia, la historia fue bien distinta. La bala la habían encontrado durante una jornada en la que fueron a pescar al arroyo Los Cueros. “Siempre pensamos que era maciza. No se veía ninguna rosca, nada. Estaba diseñada toda parejita. Nunca pensamos que eso iba a explotar”, relató.
“Visualmente no ves ninguna rosca que de indicios de que hay algo adentro. Tan bien diseñada. Cuando estalló estaba revestida del mismo material. Al ojo humano no detectaban nada”, agregó y aseguró que “debe haber alguna otra”.
La Brigada Antiexplosivos de San Nicolás “fue para verificar que había ocurrido”. El hecho se recuerda aún como un grave episodio, aunque la semana pasada en el programa del canal de noticias TN apareció como “una anécdota de color”.
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