El crimen que quedó a un paso de la impunidad
Pablo Velázquez murió el 27 de febrero de 2015 a los 14 años luego de ser perseguido, tras robar una moto junto a un cómplice que huyó del lugar. Su cuerpo fue hallado en un patio por una vecina que dio aviso a la policía. La causa tuvo a dos jóvenes detenidos pero luego liberados. A un año del hecho el caso está paralizado y con escasas perspectivas de resolución.
La mayoría de los homicidios perpetrados durante el 2015 no han sido resueltos y en algunos casos ni siquiera cuenta con sospechosos o responsables tras las rejas.
Sobre fines de Febrero y a los pocos días de haber sido hallado sin vida el cuerpo de Nicolás Castillo en un bañado próximo a la localidad Río Tala, se produjo otro asesinato que al igual que el mencionado está lejos de resolverse.
Se cumplió un año de la muerte de Pablo Velázquez, un adolescente de 14 años que fue baleado luego de que con otro joven que en ese momento también era menor robaran una moto en la cantina del Club Pescadores.
El menor fue hallado sin vida por una mujer en el patio de su casa ubicada en la esquina de Combate de Obligado y Quiroga. Allí según se supo después había caído herido desde el techo de una casa vecina.
El caso tuvo a dos personas involucradas como probables autores del crimen aunque con el correr de los días la situación fue variando y la jueza Laura Vázquez resolvió dejarlos en libertad.
El único testimonio que los involucraba era el de un joven que cumplió la mayoría de edad hace pocos días y que en solo un año fue autor de al menos quince hechos delictivos.
Hubo reconstrucción del hecho, pericias técnicas e hipótesis que contradijeron, entre otras cuestiones, el recorrido de la bala que impactó contra el menor.
La víctima fatal y su amigo habían sustraído una moto desde las puertas del restaurante del club ribereño. Los dos demorados por la justicia, quienes trabajaban en el lugar, salieron tras los ladrones y a los pocos minutos los divisaron en inmediaciones de la plaza de la Amistad. Allí se produjo una persecución, los jóvenes abandonaron la moto y huyeron corriendo. Minutos después se escucharon algunas detonaciones que por lo que se supo no produjeron consecuencias hasta pasado el mediodía de esa jornada cuando el menor de 14 años fue hallado sin vida sobre el fondo de la casa de una vecina que salió a su patio y encontró un cadáver.
A un año del homicidio la causa parece estancada en las dudas sobre lo acontecido esa noche.