El balance de Coopser y la clínica, en la mira de los opositores
A un mes del cierre del ejercicio 2017-2018, la política interna de la cooperativa vuelve a despertar interés en varios sectores de la comunidad. Además del grupo San Pedro Reclama, la CGT regional confirmó que participará de las elecciones. En medio de la polémica por los aumentos de tarifa y los fondos afectados a la clínica San Martín, el modelo de gestión del sindicato se pone en debate.
El incremento de tarifas dispuesto por los gobiernos nacional y provincial desató un debate que trasciende esas decisiones para meterse de lleno en la política doméstica y en la interna de la cooperativa de provisión de servicios eléctricos que los sampedrinos fundaron con espíritu solidario, que desde hace décadas es, después de la Municipalidad, el presupuesto más importante al que aportan los vecinos de esta ciudad.
El 30 de junio, el actual Consejo de Administración –que preside Pablo Peralta y cuyo tesorero es el anterior presidente, Iván Groppo– deberá presentar el balance del último año de gestión. Falta poco más de un mes. Luego, en septiembre, habrá asamblea para tratarlo y renovar autoridades.
El sindicato Luz y Fuerza, que domina el Consejo de Administración, tendrá listas opositoras. No será la primera vez que los enfrenten en elecciones, aunque sí será la primera en la que llegan debilitados y muy cuestionados.
Un balance con dudas
La adquisición de la clínica San Martín por parte de la cooperativa a través de la conformación de un fideicomiso fue autorizada por una asamblea de socios, que estableció en 14 millones de pesos el monto máximo a desembolsar para ese proyecto.
Dentro de las oficinas de Mitre y Honorio Pueyrredón y en la propia clínica, ahora denominada “Sanatorio Coopser”, abren los ojos bien grandes cuando se recuerda la cifra. Todos aseguran que superaría en hasta tres o cuatro veces el monto invertido.
La semana pasada los empleados de la clínica se llevaron una sorpresa cuando les informaron que la cooperativa dejará de inyectar recursos económicos pronto y que, desde entonces, el sanatorio deberá solventarse con sus propios ingresos, que hoy por hoy no llegarían a cubrir los gastos.
Hay un punto del que nadie habla pero que será materia de debate cuando cierre el ejercicio: Coopser destina muchísimos recursos de la cooperativa a la clínica, que no figuran entre esos 14 millones autorizados.
Hay un ejemplo básico y obvio: Sanatorio Coopser no tiene departamento de Recursos Humanos ni de Compras. Es decir que la liquidación de sueldos la hace el personal de la cooperativa, al igual que los procesos licitatorios
para la adquisición de medicamentos.
Ello significa que todos los empleados de la cooperativa están a disposición del fideicomiso, lo que en principio no sería lo autorizado por la asamblea.
Cualquiera que haya pasado por el sanatorio cuando estaba en proceso de recuperación edilicia para su funcionamiento habrá notado que quienes se desempeñaban allí pertenecían a Coopser.
¿Quién les pagó? Es una buena pregunta. Tan buena como la que se interroga acerca de quién abona la luz que consume el sanatorio, del que los socios no obtienen beneficio alguno.
En Mitre y Honorio Pueyrredón, donde recién esta semana cambiaron la puerta luego de que una vecina incrustara su auto en las oficinas tras reclamar porque le cortaron la luz, muchos se preguntan qué sucedió con un
cuerpo de computadoras nuevas que se compraron y que al menos a esa dependencia nunca llegaron. ¿Estarán en la clínica, donde hacían falta?
El Consejo de Administración tiene una política de frialdad en el vínculo con sus socios. Mientras todo estuvo más o menos normal, funcionó. Cuando llegan las crisis, la gente empieza a preguntar. Ocultar y dejar que todo pase no siempre da resultados.
Camino a septiembre
El 22 de septiembre serán las elecciones. Con el aumento de tarifas dispuesto por los gobiernos nacional y provincial como telón de fondo, y con la compra de la clínica San Martín como hito referencial, el Consejo de
Administración que preside Pablo Peralta y que responde al oficialismo que comanda el sindicato Luz y Fuerza tendrá contrincantes.
Los primeros en confirmar que participarán de las elecciones para enfrentar a la actual conducción de la cooperativa fueron los vecinos que se agruparon para reclamar por los aumentos del servicio de electricidad dispuestos por el gobierno, quienes centraron sus críticas en la gestión del Consejo de Administración.
San Pedro Reclama, cuyos voceros y referentes visibles son el comerciante Lucas Reynoso y la docente Valeria González, entre otros como Marcelo Comba, Gastón Casco y Gabriela Gatel, ya solicitaron color de lista –pidieron negra– y preparan la conformación de la nómina con la que competirán.
Este jueves se sumó otro actor interesado en gestionar la cooperativa y desbancar para ello a Luz y Fuerza: la CGT Regional San Pedro – Baradero, de la que forman parte unas 30 organizaciones gremiales y en la que no participa el sindicato que comanda la Coopser.
Durante una reunión que mantuvieron sus referentes, consideraron vital que las asociaciones sindicales tomen participación activa en la vida política de la cooperativa, por lo que ya comenzaron a pensar quiénes y cómo podrían conformar esa lista.
El sábado se reunieron en la sede de los trabajadores de la industria química. Allí estuvieron presentes miembros de sindicatos como Papeleros, Udocba, Municipales, Camioneros, Upcn y Uecara entre otros que ya adelantaron que quieren participar.
Los colores a elegir para la lista serán el azul y el blanco, según trascendió tras el encuentro.