El adiestrador del perro Bruno: el prófugo Romero “estaba acorralado, tenía que entregarse sí o sí”
Diego Tula, de la Secretaría de Seguridad de la Municipalidad de Escobar, coordinó las tareas de búsqueda con el perro de búsqueda específica Bruno, que siguió el rastro del femicida prófugo Roberto Romero hasta la zona rural. Luego de que la detención, el adiestrador dialogó con La Opinión: "Todo el trabajo que veniamos relaizando era para que él se entregara", aseguró.
Roberto Ramón Romero, el femicida de María Esperanza Fernández, fue detenido el sábado, alrededor de las 19.30, luego de que un tio de él llamara a la policía para informar que se iba a entregar en un domicilio de Cruz Roja y Dávila.
La búsqueda del prófugo llevó a los investigadores desde la casa de Juan Ismael Giménez al 3000 hasta la zona rural próxima a Villa Sarita, pasando por Tablas, La Buena Moza y el camino a El Espinillo, donde encontraron la bicicleta en la que había huido.
Todo ese recorrido lo guio el perro de búsqueda específica de la Seretaría de Seguridad de la Municipalidad de Escobar, Bruno, quien el viernes, cuando un gran despligue policial rastrillaba la zona, llevaba a los investigadores de regreso hacia la ruta 9 por un callejón rural que ya había recorrido en dirección contraria.
Su adiestrador, Diego Tula, dialogó con La Opinión minutos después de la detención de Roberto Romero, mientras todavía estaba en el Hospital, y destacó la tarea de búsqueda que guio el perro Bruno: "Era lo que teníamo planificado", dijo sobre la entrega del prófugo.
"Era lo que habíamos organizado ayer, era lo que teniamos planeado, lo que iba a pasar. Todo el trabajo que veniamos relaizando era para que él se entregara", aseguró Tula respecto del resultado de la búsqueda de Roberto Ramón Romero.
El adiestrador señaló que el plan era "que por él mismo se entregue, porque ya no tenía salida". En ese sentido, sostuvo que el despliegue del rastrillaje del viernes tenía ese objetivo: cercarle la posiblidad de escapatoria y obligarlo a regresar a San Pedro.
"Tenia que volver otra vez para adentro y estaba acaorralado. Tenía que entrgarae sí o sí, era lo que teniamos planificado", aseguró Tula a La Opinión.
"Nosotros hicimos todo el reocrrido con Bruno a la noche y todos los indicios daban que estaba volviendo. Al otro día, con los perros del día siguiente, también todo el trabajo fue mas amplio, pero todos los perros indicaban que estaba hacia el lado de San Pedro", contó.
Respecto del domicilio de Cruz Roja y Dávila, la casa del tío de Roberto Romero que llamó a la policía para que lo fueran a busca, Tula recordó que habían pasado con el rastrillaje y que el perro había detectado que el prófugo había estado en esa casa.
El tío "había dicho que él había estado unos dias antes y Bruno detecta que había estado sentando en la silla, pero afuera no había olor reciente, no habia rastros de él en la zona. Bruno no sintió rastros ahí, más que el de la silla", explicó, en consonancia con lo que relató la policía, que revisó esa vivienda.