Dictaron prisión preventiva a los acusados de vender drogas en un taller de motos y planear asaltos
Se trata de Gonzalo Matías Andrade, de 36 años, y Matías Lovera, de 40, quienes fueron detenidos el 11 de febrero pasado en el marco de una serie de allanamientos. Ambos están a disposición del Servicio Penitenciario Bonaerense.
Por solicitud del Fiscal Patricio Mujica Díaz, el Juzgado de Garantías a cargo del doctora María Eugenia Maiztegui dictó prisión preventiva a Gonzalo Matías Andrade, de 36 años, y Matías Lovera, de 40, quienes están imputados en una causa donde se investiga la comercialización de marihuana y cocaína y otras modalidades delictivas que planeaban llevar a cabo en un corto plazo.
Para la fiscalía tematizada N° 1 había sobradas pruebas para avanzar con el proceso de los acusados y eso fue advertido por el juzgado que dio rápidas respuestas a la instrucción. Además, los detenidos quedaron a disposición del Servicio Penitenciario Bonaerense para ser alojados en las Unidades Penales de la región.
Andrade y Lovera fueron detenidos el 11 de febrero pasado cuando el personal de la Delegación Departamental del Tráfico de Drogas Ilícitas y Crimen Organizado de San Nicolás realizó cuatro allanamientos en distintos domicilios de nuestra ciudad y logró dar con los imputados además de secuestrar otros elementos que serán determinantes para el futuro de la causa.
En las tareas investigativas hubo varias horas de escuchas, seguimientos y filmaciones para poder determinar la actividad que ejercían a diario y para las que contaban con la complicidad de otras dos personas que no pudieron ser ubicadas en los procedimientos.
Se estableció que todo giraba en torno al taller de motos que tenía Lovera en la calle Alvear al 800, quien desde hace muchos años se dedica al rubro, pero ese lugar era utilizado a la vez como pantalla para vender drogas y perpetrar otros hechos.
En las escuchas se detectó que, también, estaban preparando atracos a personas mayores con datos precisos sobre los movimientos de dinero de estos. La idea era realizarlos en la vía pública y en sus domicilios. Además, tenían en la mira propiedades de la zona rural adonde la Policía no accedía con frecuencia y la banda entendía que se reduciría el margen de error.
Ahora, ambos malvivientes, acompañarán el avance de la causa y aguadarán tras las rejas la fijación de la fecha del juicio.
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