Despidieron al empleado del Cementerio que cobró para reducir cuerpos de la bóveda de Clodomiro Gómez
La Junta Disciplinaria dictaminó el despido del trabajador que estaba a cargo de la cuadrilla del Cementerio cuando Eduardo Gómez pagó para reducir cuerpos de la bóveda de su bisabuelo Clodomiro y le cobraron sin que pase por la Municipalidad. Héctor Nouet, que había sido trasladado a Servicios Sanitarios, fue notificado de la cesantía. También se probó que cometió otra irregularidad con unos nichos.
El 24 de octubre pasado Sin Galera reveló en el programa de los sábados que un hombre oriundo de Ramallo había pagado dinero a trabajadores municipales del Cementerio para reducir cuerpos de una bóveda sin pasar por los canales administrativos oficiales.
El caso desató un verdadero escándalo porque fue la revelación pública de una historia que se repetía sin que nadie denunciara irregularidades que habían transformado a la necrópolis en un “kiosquito” de corrupción.
Héctor Nouet, que en ese momento coordinaba la cuadrilla de trabajadores del Cementerio, fue despedido por la Junta Disciplinaria tras el sumario que permitió establecer sus responsabilidades en ese caso y en otro más, en el que se detectaron irregularidades con unos nichos.
Los elementos probatorios reunidos inclinaron a la Asesoría Letrada municipal a dictaminar aconsejando la cesantía del empleado. La Junta Disciplinaria se reunió, ponderó esas pruebas y aprobó el despido, cuya cédula de notificación ya fue expedida.
“Se hizo presumario investigativo, se recabaron pruebas y cuando se llegó a la conclusión de que había elementos suficientes para iniciar una instrucción sumarial, se llevó a cabo todo el proceso del sumario”, explicó en Radio Cuarentena la subsecretaria Legal y Técnica de la Municipalidad, Paola Basso.
“Se le dieron todas las posibilidades de que el imputado ejerza el derecho de defensa. Fue citado a declarar, ofreció pruebas, testigos, se recabó información de otras áreas y llegado el momento el asesor letrado hizo su dictamen”, detalló.
El sumario permitió establecer que lo que dijo Eduardo Gómez al aire en Sin Galera aquel 24 de octubre, y que motivó que el secretario de Gobierno Silvio Corti ordenara la investigación, era cierto: le habían cobrado por fuera de los canales oficiales para reducir cuerpos de la bóveda de su bisabuelo.
“Si yo iba a la Municipalidad, era tanto por cajón y me llevaba a 70 mil pesos. Yo averigüé con personal del Cementerio, me salió más económico y me quedó lo mismo: los cuerpos fueron al osario y la bóveda me quedó libre”, precisó.
Además de comprobar las responsabilidades de Héctor Nouet, como jefe de la cuadrilla, en la irregularidad de ese servicio prestado, además quedó establecido otra situación relacionada con nichos que no eran de su propiedad y que fueron “prestados”, según dijo él, o “vendidos, según se sospecha, a otros usuarios sin conocimiento de los dueños ni de las autoridades.
Tras el escándalo desatado por la “confesión” del dueño de la bóveda de Clodomiro Gómez, Héctor Nouet había sido trasladado desde el Cementerio a Servicios Sanitarios, donde se desempeñaba como telefonista del sistema de atención en el área.
Ahora, tras la decisión de la Junta Disciplinaria y la notificación de su despido, quedó afuera del plantel de trabajadores municipales luego del sumario que estableció sus responsabilidades en los casos en los que fue involucrado.
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