Cuidado con los remedios
Una investigación publicada en La Opinión reveló las irregularidades que hay en la zona con la distribución de medicamentos. Las autoridades municipales aguardan que desde Provincia apoyen con inspecciones para regularizar la situación.
Los medicamentos que ingresan a la ciudad no lo estarían haciendo en las condiciones que deben. Un decomiso de Bromatología realizado hace un mes obligó a poner bajo la lupa la distribución en la ciudad, a raíz del descubrimiento de que una droguería rosarina realiza transbordos de carga desde sus vehículos habilitados a comisionistas, que no pueden transportar ese tipo de mercadería si no están habilitados por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimento y Tecnología Médica (ANMAT).
La legislación
ANMAT tiene una normativa vigente que adhiere a las “buenas prácticas sanitarias de transporte de insumos y productos farmacéuticos” del MERCOSUR, protocolo que indica que “solamente podrá transportar insumos y productos farmacéuticos las empresas legalmente habilitadas por la Autoridad Sanitaria competente”, la propia ANMAT.
En la zona es una práctica cotidiana que los laboratorios, droguerías y distribuidoras lleguen con sus productos hasta las farmacias a través de la tercerización del servicio. Esta forma de distribución sólo puede hacerse “obligatoriamente entre empresas habilitadas por la Autoridad Sanitaria”, por lo que los comisionistas que transportan remedios deberían estar habilitados para tal fin. Sin embargo, los controles realizados en la ciudad por parte de Dirección de Bromatología, Inspección General y Policía se encontraron con que la mayoría no cumple los requisitos.
Desde el Ministerio de Salud de la Provincia informaron que los laboratorios y droguerías “pueden transportar medicamentos por sí mismos o a través de la otra figura que es la de ‘operador logístico’ (tipo Andreani, Oca, etc.), que tiene que tener una planta física de almacenamiento y transporte único para transportar medicamentos, por cuenta y orden de la droguería, y no comercializa”, según describió Raúl Barreto Jefe de Departamento de Farmacias.
¿Quién controla?
Para controlar este tipo de mercadería y sus formas de transporte, debería existir un equipo de inspectores en Subsecretaría de Salud. Aun así, desde la Municipalidad de San Pedro solicitaron a la Dirección de Fiscalización de la Subsecretaría de Control Sanitario del Ministerio de Salud que envíen apoyo para realizar operativos de control. De la misma manera, solicitarán al Colegio de Farmacéuticos que presenten un listado de proveedores, de manera tal que se pueda corroborar que cumplan con la normativa vigente o bien regularizar la situación.
De todas formas, puestos a analizar la legislación nacional y provincial, está claro que hace falta voluntad política, recursos económicos y humanos para que la protección de la salud de quienes consumen medicamentos que se expenden en farmacias autorizadas sea real.
Suizo argentina, 20 de junio, Kellerhoff, Todofarma y Bisbal son las principales droguerías a las que compran las farmacias de San Pedro.
Cuestión de género
La ley de genéricos obligó a los médicos a recetar remedios por el nombre de la droga correspondiente y ya no por la marca más famosa, lo que habilitó la fabricación y distribución de medicamentos con nombres poco reconocidos y con precios inferiores.
Un farmacéutico local expresó que “la gente cree que hay genérico de todo, pero no es así. Con el tiempo la gente se fue volcando a los laboratorios de primera línea, por la calidad, los laboratorios chicos no tienen el mismo control de calidad. Lo podés comparar con el comestible, no es lo mismo Arcor que Marolio. Hay diclofenax de China y de Alemania, y eso se nota”.
Muchos laboratorios generistas hacen medicamentos que no están en el vademecum de algunas obras sociales y no los cubren. “Las obras sociales llaman como a una licitación y van algunos laboratorios, que pagan, eso tiene un costo. Los generistas quieren achicar gastos y a veces no pueden solventar la participación en los vademecum y la gente de determinada obra social se encuentra con que no puede comprar genéricos a través de la obra social. Algunos participan, otros no, algunos de primera línea se han acomodado con el precio, pero también hay laboratorios de media línea que ganan esos espacios”, explicó otro profesional de farmacias.
Un farmacéutico que conoce mucho sobre la distribución a nivel local tiene una opinión tajante sobre la cuestión: “Mi consejo siempre es que compren el del medio, porque los de muy bajo precio no siempre son confiables. A veces vienen muchos distribuidores, no siempre son todos confiables, uno no sabe bien quién viene y no tenemos laboratorios para hacerles control de calidad a todos los remedios, entonces hay que confiar en distribuidoras que no son golondrinas, que no desaparecen de un día para el otro. Acá venían muchachos de laboratorios chicos que un día levantaban pedidos y cuando llegaban a la distribuidora no había más local, ni gente, ni nada”.
Por su parte, el Presidente del Colegio de Farmacéuticos, Gustavo Molina, explicó que “en la Argentina, estrictamente hablando no existen genéricos, como en otros países, porque no hay ley de patentes. Lo que hay son copias de otros medicamentos. Los laboratorios chicos hacen copias, con su propia marca”. Sobre la distribución, consideró que “no hay procedencia dudosa”, pero que tienden a “desconfiar de los que vienen así de la nada, uno no puede controlar todo, entonces trabaja más cómodo con una droguería y distribuidora importante”. Además, opinó que en la actualidad hay “control como no hubo jamás”.
En San Pedro, ese control recién está asomando. Un decomiso casual que desató una investigación periodística derivó en la toma de conocimiento público de irregularidades a los que los consumidores están expuestos. Ahora hay operativos para determinar las cargas y se espera la intervención provincial para que el control sea más efectivo.