Cuánto cuestan las vacaciones en San Pedro
Con importantes aumentos en todos los rubros, el turismo no escapa al proceso inflacionario. En San Pedro, pasar unos días puede ser tan caro como en los mejores centros turísticos del país. La Opinión relevó precios para una familia en las diversas alternativas que ofrece la ciudad. La queja de siempre, la falta de acceso gratuito al río.
San Pedro es caro, pero el turista lo elige igual. Porque ahorra en combustible, porque es el “verde más cercano”, porque si alguno de los padres trabaja puede ir y venir mientras los chicos disfrutan de las vacaciones, porque desde hace años la ciudad es un referente dentro de la provincia de Buenos Aires.
Tras la primera quincena de enero, quedó en evidencia que quienes eligen SanPedro lo hacen como “escapada de fin de semana”, que es cuando mayor movimiento se detecta, aunque a primera vista pareciera que la afluencia turística mermó en relación a otras temporadas.
De cualquier manera, es importante destacar que los datos oficiales recién estarán cuando termine la segunda quincena del primer mes del año (ver recuadro), momento en el que podrá hacerse un análisis más exhaustivo, según indica la Dirección de Turismo.
Mientras tanto, La Opinión relevó cuánto cuesta tomarse un respiro en la ciudad. El ejemplo es para un matrimonio con un niño y como se verá, la ciudad ofrece diversasopciones, con tarifas variables de acuerdo a la comodidad que se busque. Salir a comer o hacer excursiones también implican un gasto extra.
Dormir en “El verde más cercano”
Existe en San Pedro una amplia diversidad de precios a la hora de elegir la estadía: bungalows, cabañas, campings, casas de campo, casas quintas, hoteles.
Pasar la noche en un bungalow de la zona costanera para dos personas, que incluye cama matrimonial y una cama cucheta, tiene un costo de 1.360 pesos la noche; a partir de la tercera jornada se puede conseguir un descuento del 10 por ciento.
Si prefieren hospedarse en un hotel de cuatro estrellas, el ingreso es a las 15.00 del día viernes, por ejemplo, hasta el día domingo a las 11.00, con la posibilidad de permanecer en el hotel hasta las 18.00. Ubicado también en la zona costanera, el costo es de 6.480 por persona e incluye acceso a piscinas, masajes para dos, desayuno, con tres noches y cuatro días de alojamiento.
Si en cambio el turista busca estar en contacto directo con la naturaleza y ahorrar un poco en hospedaje, está la posibilidad de traer la carpa e instalarla en algún camping. Los costos son de un promedio de 90 pesos por persona mayor, 60 los menores, 70 pesos por auto y 150 pesos para la parcela de la carpa. Todo esto suma un total de 470 por día para el ejemplo en análisis.
Si eligen unas cabañas en la zona de Vuelta de Obligado, con pileta, el costo para pasar todo el fin de semana es de 3.600 desde el viernes hasta el domingo, para una de las conexiones directas con la naturaleza que ofrece el paisaje sampedrino.
Los costos que debe tener en cuenta el turista en materia de hospedaje se parecen bastante a los de los principales centros turísticos de la costa atlántica, como Villa Gesell, San Bernardo o Mar del Plata, y los de otros atractivos con historia turística como los de las provincias de Córdoba o Mendoza.
La diferencia, claro, es “la cercanía”.
Comer, pasear, bañarse
A la hora de elegir dónde comer, las propuestas también son diversas. Salir a degustar una pizza con una cerveza y una gaseosa pequeña tiene un costo promedio de 255 pesos.
Si eligen un asado con ensalada, una cerveza y gaseosa en un camping, el costo será de alrededor de 470 pesos, aunque también pueden comprar en un supermercado o despensa y cocinar, lo que abarata costos.
Hay restaurants en la zona costanera que ofrecen cenas o almuerzos con vista al río, parrilladas, pescados, pero sus precios son mayores.
Los turistas buscan y disfrutan de la ciudad por la tranquilidad, que también ofrece paseos como el museo Paleontológico, el museo del Pato Morresi, el de los Túneles, Vuelta de Obligado, la Casa Museo García Curten, caminar por la Peatonal, disfrutar de un día a la orilla del Paraná.
Uno de los mayores problemas que observan los turistas –algo que también quedó reflejado en diversas encuestas tanto del sector público como del privado– es que no hay acceso libre al río.
Quienes llegan al Paseo Público y al exbalneario conla esperanza de bañarse se encuentran con los carteles de prohibición. En la zona de Las Canaletas y El Amanecer, sobre todo en el mirador ubicado frente a la Bajada de Chaves, los chicos se tiran al agua como si fuera una playa habilitada, pero ello comporta un riesgo, sobre todo para los visitantes, que no tienen la práctica de los habitantes de ese sector con la ciudad, acostumbrados al río.
El turista, si quiere pasar el día a orillas del río y bañarse, deberá ir a un club o camping de la costanera y pagar una entrada.
El promedio es de alrededor de 100 pesos el día, con parrillas y acceso al río. Si quiere sumar un paseo en lancha, deberá contar con al menos otros 300 pesos.
“Algunos turistas se quejan de las tarifas”
La Directora de Turismo Marcela Cuñer se refirió al tema de la comparación de costos entre San Pedro y otros destinos turísticos cuando estuvo en Sin Galera, el primer sábado de enero.
Aunque reconoció que “algunos turistas se quejan delas tarifas”, dijo que “no hay que generalizar” porque “hay lugares a los que llegás y es un paraíso” , pero señaló que “hay algunos que no”.
En ese sentido, dijo que “hay que charlar” y que “desde la Municipalidad hay que hablar para regular la tarifa”.
Cuñer destacó que hay lugares en los que la tarifa condice con los servicios que brinda pero otros donde eso no sucede, lo que luego despierta críticas. Este semanario publicó el verano pasado quejas que terminaron en expedientes en Defensa del Consumidor.
“Los que regulan son la cámara hotelera. En San Pedro no hay, la más cercana es la de San Nicolás”, señaló la funcionaria en relación a las tarifas.
Con Casona pero sin datos
La semana pasada el Gobierno inauguró la nueva sede de la Dirección de Turismo, ubicada en la Casona 1830, de Mitre y Liniers, propiedad del empresario Alejandro Monjo.
Allí la Directora de Turismo Marcela Cuñer sostuvo que los esfuerzos de su área están puestos en que “el turista se quede” en la ciudad y se vaya “con ganas de regresar”.
Hasta el momento no hay datos sistematizados respecto de cómo fue el movimiento de turistas durante la primera quincena de enero.
Consultada para esta página, Cuñer respondió: “Vamos a brindar el informe cuando finalice enero”.
El viernes, alrededor de las 22.30, un micro con 20 adultos y 12 menores llegó desde Escobar para acampar en San Pedro. Según contaron los propios protagonistas, “ningún camping” les “abrió las puertas”.
Buscaban el camping municipal, que no existe desde que el año pasado cumplieron el sueño de Guacone y cortaron el alambrado para anexar el Balneario al Paseo Público.
Del camping a la plaza y de la plaza al camping
Como ese espacio para acampar ya no estaba, fueron a América. Allí les dijeron que fueran a Mansa Lyfe, porque estaban cerrados. En el complejo que gestiona Luz y Fuerza, que tampoco les permitió el acceso.
“El señor nos dijo que hasta el amanecer no podíamos entrar, que nos quedáramos en la plaza de enfrente. Nos dijo que no pasaba nada”, relató Juan, uno de los acampantes.
Personal de la Municipalidad se percató de que había carpas en la plazoleta que recuerda al sindicalista Oscar Smith. “Nos dijeron que nos iban a solucionar el problema, muy amable”, contaron. Finalmente, les permitieron acampar en América, gracias a que intercedieron los municipales.