Creciente y lluvias se extenderán durante todo el verano
Los pronósticos indican que debe pasar el verano para que el Paraná comience un lento descenso a la altura de San Pedro. Defensa Civil culminó los preparativos para evacuar a los habitantes de islas y solicitó que los niños sean trasladados a tierra firme. La presencia de víboras y otras alimañas mantienen en alerta a las autoridades de Salud. Los complejos turísticos y clubes de la costa extreman los cuidados de instalaciones y recomiendan el retiro de lanchas y enseres que puedan resultar dañados.
Las mediciones hidrológicas no son optimistas para los próximos dos meses. Con la caída periódica de copiosas lluvias que se esperan durante todo enero y febrero, la situación de los últimos días marca la cercanía con el pico de la creciente. Al cierre de esta edición la altura reportada por la Prefectura local fue establecida en tres metros, cuarenta menos que la de alerta y sesenta para la orden de evacuación.
Defensa Civil ya ha recorrido con la Cruz Roja la zona de islas desde la que en principio se trasladaron colmenas y en las que ahora se pide a las familias que alberguen a los menores en tierra firme. El jueves emprenden una nueva recorrida para asistir con pastillas potabilizadoras de agua, lavandina y hasta alimento para algunos animales. Parte de esta ayuda es derivada por el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires desde su Dirección de Defensa Civil.
También Cáritas mantuvo contacto con el Director de Inspección Eduardo Roleri quien participa del Comité que está integrado por Bomberos, Prefectura, Desarrollo Humano, Salud y otras entidades.
También en el Hospital poseen los elementos necesarios para responder a posibles necesidades. Hubo personas que fueron mordidas por yararás, dos de ellas quedaron internadas y dadas de alta a los pocos días tras los controles y la aplicación de suero antiofídico del que hay dosis disponibles en la guardia para responder a cualquier emergencia. En ese sentido, recomendaron a quienes puedan resultar víctimas trasladarse de manera directa al nosocomio y evitar torniquetes u otras medidas de emergencia caseras.
Desde el Instituto Nacional del Agua, el Ingeniero Juan Borus, informó que en la tarde de hoy habrá nuevas mediciones. Para el Río Paraná en territorio argentino indicó que “el sostenimiento de caudales altos entrantes al tramo mantendrá los niveles muy por encima de los de evacuación. Todo el valle del Paraná está afectado por la crecida, situación que no cambiaría en el resto del verano”.
Turismo, clubes y campings
Los complejos costeros ya sufren consecuencias por la creciente. Sin embargo, el exbalneario Municipal permanece indiferente a la llegada de las aguas con presencia masiva y constante de bañistas. La falta de controles y guardavidas es un riesgo que corren Prefectura y municipio.
Pese a las advertencias y carteles “no podemos hacer nada porque hay mayores que dejan que los menores se metan al agua”, dijo Roleri a La Opinión tras confirmar que al no estar permitido el ingreso a las aguas tampoco hay guardavidas y que ha recurrido a Prefectura en procura de ayuda.
Los clubes como Náutico y Pescadores ya no tienen playas y los sectores de embarcaderos están más que afectados. En el caso de la entidad que conduce Marcos Arana ya emitieron un comunicado pidiendo colaboración a los socios para que retiren embarcaciones y enseres como reposeras, remos y kayaks que dejan en depósito en el predio. Del mismo modo insisten con la toma de precauciones por la presencia de víboras y recomiendan circular con calzado y medias para evitar mordeduras. Por último, solicitan que se evite ingresar con automóviles a los caminos internos para evitar el deterioro y hasta suspendieron el segundo contingente de la colonia de vacaciones.
En Pescadores las instrucciones son similares y se destaca que gracias a las obras realizadas en los últimos años el sector de camping y parte del predio puede utilizarse sin inconvenientes.
Para el hotel Howard Johnson Marinas y Resort la situación es igual o más complicada que en la inundación anterior. Colocaron defensas de bolsas con arena para el sector de habitaciones más comprometido. La playa ya está bajo el agua. En el “pasillo público” hay zonas anegadas y en Mansa Lyfe el predio está reducido a la zona de cabañas y a la arboleda.
El Club de Pesca y Casting presenta un panorama más reducido que en otros sectores costeros y los campings ubicados en el otro extremo como América y Safari continúan funcionando con normalidad pese a la altura de las aguas.
Sin reporte oficial qué de cuentas del ganado trasladado de la zona de islas a la ciudad, pérdida de producción apícola y otros emprendimientos aún no hay cálculos certeros sobre las consecuencias de la creciente en materia productiva.