Crece la polémica por la multa a Dubái tras la difusión del video completo
El boliche debe pagar 50.000 pesos y permanecer cerrado durante 30 días por el episodio en el que estuvo involucrado el hijo del intendente. El Juez de Faltas dijo que actuó de acuerdo a lo que vio en un video registrado por el local. Funcionarios del gobierno difundieron la secuencia en la que patovicas golpean al joven, pero evitaron mostrar el resto: cuando él y sus amigos arremeten contra el frente del bar, lo que provocó una verdadera batahola.
El boliche Dubái fue condenado a pagar 50.000 pesos de multa y a permanecer 30 días cerrado a raíz del episodio del sábado pasado por la madrugada, en la que resultó hospitalizado un hijo menor de edad del intendente Cecilio Salazar, quien participó de una riña callejera afuera del local. Cuando la sanción cobró estado público se desató una catarata de reacciones que atribuían la resolución a una reacción inusual frente a un hecho en el que está involucrado un familiar directo de un funcionario político.
“No hubo ninguna riña”, fue la queja de allegados al Jefe Comunal. Funcionarios del gobierno sostuvieron esa postura con un video de 30 segundos en el que se ve cuando el joven es empujado desde el interior del bar y, una vez afuera, golpeado por tres personas, de las cuales dos serían patovicas del local.
Sin embargo, omitieron lo que sucedió luego, cuando el muchacho –menor de edad, por cierto– y sus amigos, más algunas personas adultas que estarían vinculadas al entorno del mandatario municipal, arremetieron contra el bar, intentaron romper la vidriera a patadas, piñas y cabezazos, en medio de una batahola generalizada que, tal como habían relatado testigos del hecho en su momento, tuvo como resultado las heridas que obligaron a trasladar al hospital al hijo del intendente.
Los dueños del boliche reconocieron que ese día personal de seguridad contratado por ellos sacó del interior del local a dos jóvenes que, según refirieron, “estaban ocasionando disturbios”. Señalaron que luego, en la vereda, se desencadenó una pelea de la que participaron el hijo del Jefe Comunal, otro joven que lo enfrentó a golpes de puño y a quien desconocen, y dos personas que se desempeñaban esa noche en el plantel de seguridad del boliche, que estaban contratados “de palabra”, según refirieron.
El Juez de Faltas Fabián Rodríguez impuso una de las sanciones más duras que se recuerden en la noche sampedrina, tras entender que hubo violación a lo que prescribe el Código de Faltas vigente en San Pedro, y por su “íntimo convencimiento” respecto de que correspondía aplicar un correctivo de estas características. Lo que se castigó fue el comportamiento del personal del boliche producto de su participación en una riña callejera y no, por ejemplo, la presencia de menores, algo con lo que el Juzgado de Paz suele ser bastante permisivo.
Rodríguez dijo a La Opinión que tomó intervención en el caso a raíz de “una presentación de la Secretaría de Seguridad sobre los hechos y registros recabados sobre la actuación del personal de seguridad del boliche bailable”. Esos registros son los que desde el área que conduce Eduardo Roleri les requirieron de palabra a los dueños del boliche. Desde esa dependencia municipal se ocuparon, además, de difundir un extracto de 30 segundos, aunque el episodio duro bastante más. Eso fue lo que enardeció a víctimas y familiares de casos similares que no encontraron nunca quien los escuche.
“Inspección me puso al tanto de todos los hechos y me lo acompañaron con el video donde claramente se verifica que el personal de seguridad sin nada previo agrede a gente que ya había sacado a empujones del establecimiento”, dijo el Juez de Faltas, quien no vio o no ponderó el resto del registro fílmico, que permitiría, por ejemplo, que el boliche denuncie penalmente por daños a quienes aparecen allí atacando las puertas de vidrio, que fueron dañadas y no estallaron gracias al ploteado.