Coronavirus positivo en un trabajador de Toyota: Cómo son los turnos y qué medidas se toman ante la aparición de casos
En la planta de Zárate se desempeñan muchos sampedrinos los cuáles, en el marco de la cuarentena para evitar la propagación del coronavirus, debieron adaptarse a los cambios que implementó la empresa para cuidar su salud y aminorar la posibilidad de que haya contagiados de COVID-19 aunque aparecieron algunos infectados, entre ellos un joven de 22 años de San Pedro que, como indica el protocolo, fue aislado y se hisopó a sus compañeros de transporte y área de trabajo del turno amarillo.
Toyota es una de las multinacionales más importantes que tiene el país y su planta en Zárate emplea a miles de personas, entre ellas muchos sampedrinos que, en situación normal, se toman un colectivo todos los días para cumplir con su trabajo. Desde que comenzó la pandemia que derivó en una cuarentena para evitar la propagación del coronavirus el 20 de marzo, la empresa cerró sus puertas y reabrió recién el 18 de mayo con un estricto protocolo y medidas que implemento para evitar contagios. Sin embargo, se registraron casos positivos y uno de ellos es el de un joven de 22 años de San Pedro (el tercero en la ciudad) que fue aislado y obligó a la Secretaría de Salud que conduce Guillermo Sancho a trabajar intensamente para alertar a sus contactos estrechos y monitorearlos.
En el marco de las normas adoptadas, la firma automotriz realiza por día alrededor de 100 testeos preventivos de COVID-19 con el objetivo de detectar potenciales casos asintomáticos. Al menos hasta fines de julio, tal informó en su sitio web, funciona con un solo turno de producción a fin de "limitar la interacción entre los empleados y permitir una limpieza adicional de las instalaciones". Incluso, siempre según la propia empresa, "algunos espacios de trabajo y sectores comunes fueron modificados para permitir el distanciamiento social" mientras que hay áreas que permanecen "cerradas".
Previo al aislamiento social preventivo y obligatorio Toyota contaba con tres turnos fijos: uno de 6.00 a 15.00; otro central de 8.00 a 17.00; y el restante de 16.00 a 01.00 aunque también había variaciones dependiendo el sector. En San Pedro, los grupos amarillo y blanco cambiaban cada semana de horario. La mayoría de los trabajadores locales viajaban en los colectivos de la empresa los cuáles había tres por cada turno y, para volver, cada persona podía subirse al que deseaba.
Por el coronavirus, la empresa funciona desde mediados de mayo con la mitad de sus operarios mientras que los administrativos hacen home office. Además, se diagramó un solo turno que es de 6.00 a 15.00 en el que dos semanas consecutivas se desempeña el conjunto amarillo y en las otras dos el blanco. Sólo se trabaja de lunes a viernes (los fines de semana se desinfecta toda la planta y los colectivos) aunque por demanda se producirá por los próximos ocho sábados a excepción del 20 de junio, feriado por el Día de la Bandera.
También, para transportarlos se duplicaron la cantidad de ómnibus teniendo en cuenta que cada uno puede circular con su capacidad a la mitad y, por eso, en San Pedro hoy en día son seis los que cumplen el recorrido. Para volver, se verifica que cada trabajador lo haga en el mismo rodado en el que fue. La situación provocó que Toyota no le de tanta importancia a la conformación de los grupos de trabajo sino que en ocasiones los empleados se mezclan en pos de que cumplan tareas aquellos que se necesitan.
Cuando una persona da positivo de coronavirus, como ocurrió con el joven sampedrino, el turno en el que trabaja y con el que comparte colectivo se da de baja, se aísla a sus compañeros en sus respectivas casas y se los hisopa. Es decir, todos sus allegados, los que viajan con él en el turno amarillo y los del mismo sector, fueron testeados hoy por la mañana y, posteriormente, quedaron en estricta cuarentena.
La situación en Toyota, teniendo en cuenta su magnitud, es día a día y se reorganiza de acuerdo las acciones que ocurren como fueron los casos positivos de COVID-19 porque no solo el operario de San Pedro se infectó, sino que hubo otros positivos. Por eso, el funcionamiento de la planta se adapta a las circunstancias y sus empleados a ellas.