Coronavirus: Por qué personas de 15 a 40 años pueden ser la clave para frenar la transmisión de la enfermedad
Aunque todas las alertas están puestas sobre niños y mayores de 60 años hay una advertencia sobre la conducta de la franja que va desde los 15 a los 40 años que está considerara como "la cadena que falló". Al respecto la doctora Micaela Schiaffino alertó: "por fortuna los estudios han indicado que la población de niños y adolescentes no son los que tienen mayores complicaciones por la infección de coronavirus, pero SI se infectan y SI contagian".
Todas las medidas que la población pueda tomar para frenar la pandemia de coronavirus dependen en gran medida de la colaboración y la solidaridad. Argentina y sus autoridades sanitarias están a tiempo de lograr un menor impacto pese a sus múltiples desventajas sociales y económicas pero, según todos los especialistas, sin una conducta adecuada hasta las medidas más drásticas pueden fracasar si cada ciudadano no aporta su voluntad de aislamiento para frenar la pandemia.
En grandes urbes con disposiciones más severas y en ciudades pequeñas con con controles más cercanos por las condiciones en las que se desenvuelve la población, las conductas individuales pueden ser la clave para poner cerrojos que impidan el ingreso de la enfermedad.
Así lo considera la Dra. Micaela Schiaffino quien entiende la importancia de alertar a la población joven sobre sus hábitos de acuerdo a las observaciones y estadísticas que se han observado en los países europeos donde el virus se expandió de manera exponencial.
"Hemos visto que el reservorio o la cadena que falló, entre las millones de cosas que pudieron haber fallado,
es el grupo etáreo que va desde los 15 a los 40 años que no cumplieron con el autoaislamiento y siguieron haciendo reuniones de más de cinco personas", dijo sobre lo sucedido en el norte de Italia. Allí el subdiagnóstico en una pequeña ciudad donde un paciente deambuló varias veces hasta la consulta médica y fue tratado como si tuviese una simple gripe primero, una neumonía después, contagió a más de un centenar de personas sin que se le haya practicado el test para el COVID19, se sumó a una circunstancia clave que se replicó sin demoras con la población que empezó a migrar del norte al sur del país hasta que la autoridad sanitaria tomó medidas drásticas.
De esos comportamientos y de los registrados también en otros países se desprende la luz que esta profesional pretende sobre todo instalar en las poblaciones donde el control es más cercano.
"Me parece que hay que generar conciencia social sobre eso, que los padres controlen que los chicos cumplan esas normativas", porque tanto niños como adolescentes y jóvenes de hasta 40 años son transmisores activos de la enfermedad cuando tiene síntomas . Son ellos los que pueden evitar el contacto con niños y personas mayores si adoptan hábitos más convenientes para lograr que en Argentina la enfermedad no avance al menos por encima de la capacidad sanitaria existente evitando que el sistema de salud colapse en forma precoz. Actualmente el criterio es que los pacientes considerados de bajo riesgo, transcurran todas las fases de la enfermedad aislados en sus domicilios y que sólo sean los casos extremos los que lleguen a los efectores de salud.
"La experiencia en Italia nos va dejando algunas enseñanzas -como toda enseñanza sino la tomamos en serio y accionamos en consecuencia no sirve- el grupo etario entre los 14 y los 35 años no ha sido consciente de la situación y siguió participando en reuniones de muchas personas en casas o clubes, circulando en forma innecesaria por las calles", ejemplificó para reforzar la idea que establece la necesidad de que ese extremo de aislamiento que se observa por televisión tiene mucha más efectividad que cualquier otra medida que pueda tomar el estado en instancias más complicadas de contagio.
"Como padres tenemos la responsabilidad de controlar que eso se cumpla, gestionando actividades que sean recreativas para los más chicos y decirles a los jóvenes y a la generación intermedia que son ellos los que pueden ser un eslabón de la cadena que si no se rompe hace que el circuito continúe indefinidamente" y por ende la extensión de los plazos de permanencia del coronavirus y sus posibilidades de contagio sean más devastadores.
"Enseñando que esto es una crisis y que como toda crisis debemos posponer todo lo que sea pasible de ser pospuesto hay que suspender cumpleaños, bautismos, comuniones o viajes y entender que un paciente contagiará por contacto a 2.5 personas, imaginense como se va multiplicando".
La médica dijo que desde los consultorios de CIAMA que comparte con otros profesionales han "extendido con la colaboración de artistas, profesores de educación física, entrenadores y referentes de este grupo etario un alerta sobre la importancia de evitar contactos persona a persona con el fin de disminuir y atenuar el impacto de esta pandemia en nuestra querida comunidad sampedrina". Esta tarde comenzaron a difundir una campaña visual que se llama #PoneteEnModoCoronavirus