Coronavirus: todas las personas que llegan del exterior deben someterse a cuarentena, incluido Brasil
La medida se extiende incluso a países fronterizos como Chile y Brasil. Hay preocupación en los vecinos que no se animan a denunciar ante las autoridades sanitarias y policiales para que intervengan y acuden a los medios de comunicación. Los viajeros generalmente responden "no estoy contagiado" o "vengo de un destino donde la enfermedad no existe" pero esta primera etapa de freno del virus requiere de conciencia y solidaridad para que no se propague.
Desde el lunes no hay excepciones para la cuarentena en personas que hayan llegado desde países de los considerados "de riesgo" directo como Italia, España o China a los que desde el lunes se sumaron Brasil y Chile. Las fronteras están cerradas a todas las naciones limítrofes e incluso Uruguay ha pedido expresamente el cese del intercambio de personas vía fluvial.
Desde la semana pasada, los medios de comunicación y los periodistas reciben decenas de reportes de personas temerosas, en principio por la presencia en escuelas de niños y padres que recién llegados de sus vacaciones en el exterior se presentaron el primer día de clases y fueron invitados a retirarlos a sus domicilios hasta que pase el período de preservación. Por entonces no regían todas las medidas que existen hoy y las restricciones para proteger a los sectores más sensibles de contraer la enfermedad. En San Pedro, la incertidumbre se desató con rapidez tras el único caso confirmado de coronavirus que padece la esposa de un funcionario municipal que también permanece internado a la espera del alta médica y por precaución. Sirvió para que cada familia comience a informarse y adoptar medidas.
"Acá en el edificio somos toda gente grande", dijo esta mañana una mujer preocupada porque una familia completa arribó de Brasil y se reincorporó al trabajo de manera inmediata. "Quería preguntar porque me hice un tratamiento y después me dijeron que estuvo en Italia", señaló el paciente de un consultorio dental que asistió al turno que tenía agendado sin tener más precisión que los comentarios callejeros o los mensajes de WhatsApp. Lo mismo sucedió con una familia procedente de Australia que retomó todas sus actividades de manera inmediata pero que ante las advertencias entendió que lo mejor era aislarse en su domicilio.
Uno de los mensajes que más temor generó provino desde el seno del Hospital. Desde allí, un agente viralizó un audio temerario que no hizo más que disparar alarmas sobre la población. Contrarrestan estas actitudes las medidas que comerciantes, empresas, familias van tomando para morigerar el contacto y ahora la mirada está puesta en lograr la concientización de la franja etaria más reticente a transitar este período en su domicilio: adolescentes y jóvenes que constituyen un eslabón en la cadena de transmisión que no está siendo tomada en cuenta.
Los mecanismos que el estado ha puesto a disposición no parecen funcionar adecuadamente en las ciudades pequeñas donde la solidaridad debería ser premisa y el consejo entre vecinos funciona mejor que la idea de "la delación" o "el escrache" que se produce a raudales en redes sociales.
Por eso, La Opinión recuerda a sus lectores proceder en principio advirtiendo a las personas que llegaron en las últimas dos semanas del exterior y a quienes arriban en las próximas semanas cumplir con las condiciones de aislamiento y en caso de no obtener respuesta presentarse en la comisaría a radicar la denuncia pertinente para que se active el protocolo sanitario que permite detectar a esos viajeros y a todo el grupo que pueda haber sido sometido a riesgos por contacto.
El presidente, Alberto Fernández, no descarta adoptar medidas más drásticas y así lo hizo saber a sus ministros tomando como ejemplo una foto que publicó en su cuenta de Twitter que muestra la ruta atestada de vecinos de Bahía Blanca en tránsito hacia Monte Hermoso para pasar allí los "días de aislamiento", en una actitud a todas luces imprudente.