Comienza el raleo del durazno y hay buena perspectiva en medio de la preocupación
Esta semana comenzó la tarea de descarga de las plantas, a la espera de la cosecha que comenzará en noviembre. La fruticultura sigue siendo la máxima generadora de mano de obra local, aunque la situación de reducción de la producción y sus consecuencias en el empleo no cesan. Casini asumirá en el área y deberá ocuparse con premura del tema.
La actividad frutícola continúa reduciendo su peso en el total de la economía, aunque no deja de ser una de las principales generadoras de mano de obra en un San Pedro que asiste año tras año a una disminución sin pausa de la superficie cultivada con los clásicos montes que alguna vez fueron paisaje característico de la zona.
Esta semana comenzó la tarea de raleo en las plantaciones de duraznos, que esta temporada verá el debut de quienes apostaron al riesgo de nueva producción cuyos frutos estrenarán este año. Este trabajo, que consiste en la “descarga” de las plantas, implica una gran cantidad de personal, ya que debe realizarse a mano.
Si cada planta produce un promedio de 1000 frutos, en esta etapa del proceso de “precosecha”, la mano del hombre y sólo ella debe “despejar” para que queden entre 250 y 350 duraznos a los que se permitirá crecer para su posterior cosecha. Desde Seda, su titular Mauricio Preiti dijo a La Opinión que “se viene una campaña buena de durazno, si no pasa nada va a ser muy exitosa, la plantación creció”. De la misma manera, sostuvo que “la naranja sigue en baja y tiende a quedar como un cultivo artesanal”.
El raleo del durazno implica más de 2.500 puestos de trabajo, según las estimaciones de los gremios. De hecho, desde Seda aseguran que “la fruticultura no deja de ser la principal generadora de mano de obra, “por más complicado que está el tema” en la actualidad y ejemplifican: “Una firma mueve en una temporada la misma cantidad de empleados que tiene Papel Prensa”.
La fruticultura
en la mira
Como principal generadora de mano de obra en el distrito, la fruticultura preocupa. La mesa multisectorial que conforman Caproem, Seda, Uatre, la asociación de Ingenieros, Sociedad Rural, Federación Agraria y la propia Dirección de Producción pidieron una audiencia a Guacone hace ya varias semanas, sobre la que no tuvieron novedades aún.
En ese marco, el tiempo corre, las soluciones no llegan y la preocupación está puesta en el cierre de galpones de empaque en la región, con la consecuencia sobre el empleo y la economía. “Hay voluntad, porque si bien es verdad que se cerraron empaques, nunca hemos tenido tanta comunicación como en estos últimos meses”, destacó Ojea.
Para el Director de Producción, el trasfondo es político en el sentido total del término. “Estamos esperando un fondo de 3 millones y no tenemos respuestas de ningún tipo, pero hay que seguir, el tema es que a esta altura, con tantas gestiones hechas uno se pregunta si interesa el análisis de empleo en San Pedro y en la región”, analizó y sentenció: “Hay un problema de fondos trabados por cuestiones políticas”.
El municipio retomó el diálogo con la Provincia sobre el tema, que se había congelado en los últimos meses. De la misma manera, aguardan que el proyecto que afectará fondos del Presupuesto bonaerense para la actividad, presentado por la Diputada Patricia Rocca y apoyado por su par Guillermo Britos, avance en la Legislatura.
La situación de la fruticultura es problemática a nivel nacional. Durante el último encuentro de la Cámara Argentina de Medianas Empresas (Came), los productores expusieron que la actividad se torna “inviable por la alta presión tributaria y los altos costos de producción” y convocaron a representantes de todo el país para delinear una propuesta que torne viable la actividad.
En Tucumán, los exportadores de limones se quejan por los altos costos en dólares y que ello pone a la actividad en situación crítica, a pesar de los buenos precios obtenidos en Rusia y la Unión Europea. En el Alto Valle de Río Negro, la visión es similar.
El diagnóstico es de crisis a corto plazo, cuya gravedad comienza a avizorarse en los índices del primer semestre, que dan cuenta de una merma del 26 por ciento en las exportaciones de ultramar, que significan unos 75 millones de pesos.
El empleo como preocupación
En la Dirección de Producción que conduce Pablo Ojea están preocupados por la fruticultura. Especialmente por esa vinculación directa que tiene con el mercado laboral sampedrino. A la espera de decisiones políticas provinciales y nacionales que permitan la generación de créditos acordes a los plazos de la producción, a nivel local conformaron una mesa de trabajo para diagnosticar la situación en la ciudad.
Más de veinte instituciones están involucradas en este trabajo de diagnóstico que implica la “recolección, el análisis y la sistematización de cierta información” que oficiarán de base para la formulación de las estrategias de desarrollo territorial.
“La idea es hacer un diagnóstico de empleo en los próximos dos meses, para articular y ser más ejecutivo en la implementación de los programas. San Pedro se merece una radiografía laboral, para saber qué hay en negro, qué hay registrado, qué hay precarizado”, explicó el ingeniero Ojea a La Opinión.
Visiones sobre la llegada de Casini
El concejal de Unión Peronista asumirá en la Secretaría de Producción y deberá abocarse a este tipo de problemáticas. Entre los actores involucrados en el tema hay opiniones dispares sobre su arribo. Algunos lo ven como un joven con experiencia y otros consideran que sus decisiones políticas de los últimos años le van a jugar en contra.
“A la Provincia no se le puede pedir plata y a la Nación, quién va a ir: ¿un exdenarvaísta? Allá arriba te pasan factura enseguida”, sostuvo un hombre de la producción que tiene su vínculo con el universo político.
En general, la tarea desempeñada hasta ahora por Pablo Ojea, especialmente tras la renuncia de Jorge Ponzio, tiene buena consideración. Reconocen su voluntad, su empuje, su formación y que a pesar de carecer de recursos esté presente en las preocupaciones de todos los sectores con injerencia.
Esperan que con la llegada de Casini no cambie nada, aunque, como se dijo, la preocupación es política: todos se acuerdan de aquella presunta frase de Guillermo Moreno al reconocer de dónde venía el ahora pronto funcionario de una intendencia kirchnerista.