Clínica San Pedro: la mala experiencia de la familia de Roberto “Pato” Barbieri, fallecido con Covid-19
Su hija Lucía relató el sábado en Sin Galera el calvario que atravesaron los dos días que su papá estuvo internado en el nosocomio que cerró, antes de ser derivado al Sanatorio Coopser y, después, a Campana donde murió el 28 de abril.
Roberto “Pato” Barbieri falleció el 28 de abril a los 72 años en un nosocomio de Campana tras contagiarse coronavirus. Había sido trasladado desde el Sanatorio Coopser al que llegó tras dos días en la Clínica San Pedro donde, meses antes del cierre definitivo, vivió un calvario que su hija Lucía relató el sábado en Sin Galera.
“Yo no sé si el destino de mi papá era otro, pero perdió dos días en esa clínica. Cuando uno escucha el testimonio del resto de las familias y de familias que no tenían familiares internados por Covid-19 y ve la negligencia y la desidia que había en ese lugar, a uno le duele que son 70 familias las que se quedan sin trabajo, pero era una carnicería”, dijo.
Barbieri ingresó a la Clínica San Pedro el 21 de abril, al principio de la segunda ola: “En ese entonces no se podían hacer derivaciones en ningún lado porque no se conseguían camas. Él tenía Osde y el único lugar que había cama era ahí. Cuando lo vio un neumonólogo en el consultorio rojo del Hospital lo convenció de que se interne, porque el no se quería internar, porque necesitaba dos días de oxigeno, esas fueron su palabras”.
El reconocido mecánico fue alojado en una sala común del ala del sanatorio que da a calle Quiroga cuya atención estaba a cargo de la clínica. “Esa fue una de las pocas veces que lo vio un medico y le pusieron una bigotera con reservorio. Esa noche no nos informaron cómo fue internado ni en que estado quedó. Supuestamente nos podían dar solo un parte medico al otro día al médico, que cuando mi mamá y mi cuñado van a buscarlo se enteran que se podían haber quedado con él porque tenía el alta de Covid-19”, contó su hija.
“Mi papá pasó solo la noche del miércoles. El jueves estuvo un poco mejor y me quedé con el hasta la noche, pero no quiso que me quede a cuidarlo porque había pasado bien la noche anterior”, agregó. Sin embargo, fueron horas difíciles para su papá: “Tuvo una noche de terror, tocó timbre varias veces y nadie lo fue a ver. Había tenido mucho calor, suponemos que era porque le faltaba el oxígeno”.
La familia Barbieri atravesó esos días una realidad similar a otras que pedían partes médicos de los suyos y no les contestaban. Hubo casos, según contó Lucía, en que durante dos días no recibieron información sobre el estado de salud de sus allegados.
“Uno no entiende de protocolos médicos y cree que deja a familiares en las mejores manos, y después te encontras con estas situaciones”
Lucía Barbieri
“El viernes 23 de abril fui al mediodía y a mi papá lo habían sedado porque había pasado la noche mal. En otras clínicas nos dijeron que no era recomendable sedar a este tipo de pacientes. Uno no entiende de protocolos médicos y cree que deja a familiares en las mejores manos, y después te encontras con estas situaciones”, dijo.
La familia Barbieri hizo gestiones para trasladar a Roberto a otro centro de salud luego de una “situación dramática”, tal aseguró Lucía: “Me quedé con él la tarde del viernes, estaba sedado y yo veía cómo se apretaba el reservorio y se movía, se agitaba y cada vez se ponía mas colorado. A las 15.00 le pregunté a una enfermera si el oxígeno estaba abierto y me dijo que sí”.
“Le dije que ayer escuchaba que el oxígeno hacía ruido, pero que ahora no lo escuchaba y mi papá se estaba agitando. Cuando lo saturan, estaba en 68. No le estaba llegando oxígeno. Se apretaba el reservorio porque se estaba asfixiando. Inmediatamente lo desconectaron de ese oxígeno y lo conectaron a un tubo a todo lo que daba”, agreg´.
La noche del viernes el “Pato” fue derivado al Sanatorio Coopser. Antes, su esposa y uno de sus hijos discutieron con “uno de los responsables de la clínica” que “estaba ofendido” porque lo iban a llevar a otro nosocomio y la familia no confiaba en la Clínica San Pedro, narró Lucía. Después ese mal trago, Roberto Barbieri dejó la Clínica San Pedro y días después se confirmó su deceso en Campana.
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