Clínica San Pedro: la jefa de terapia intensiva dijo que autorizó derivar los pacientes porque eran “trasladables”
Este sábado en el programa de Lilí Berardi, la terapista Alejandra Montenegro explicó en qué condiciones se trasladaron a los últimos dos pacientes internados en ese sector del centro asistencial que cerró. Ambos fallecieron ese mismo día. "Todo el mundo hablaba que no había médicos y que no eran trasladables. Todo paciente es trasladable", aseguró.
Este sábado en el programa de radio Sin Galera, la jefa de la terapia intensiva de la Clínica San Pedro, Dra. Alejandra Montenegro, explicó por qué se tomó la decisión de trasladar a los pacientes que quedaban internados en el centro asistencial el día en que el directorio informó a los empleados el cierre.
“La decisión fue mía y cuatro médicos que me acompañaron, porque cinco se fueron”, declaró y agregó: “Todo el mundo hablaba de que no había médicos y que no eran trasladables. Todo paciente es trasladable. Uno estaba en condiciones para morir, ya la familia sabía. Y si se moría se moría ahí, o en cualquier lado. La decisión fue que la clínica cierra y había que trasladar a los pacientes. Se avisó a todos, a las familias y se trasladaron”.
Domingo Ferreyra y Amalio Sarco fallecieron en el Hospital luego de que se dispusiera el traslado de ambos desde la terapia intensiva de la Clínica San Pedro hacia el nosocomio. La familia de este último, reconocido pastor evangélico, jubilado de Coopser y vecino del barrio Futuro, aseguró a La Opinión que irá a la Justicia por el caso.
“Un empleado de la Clínica dijo que los pacientes se morían porque no había médicos. A mí no me consta. En Terapia Intensiva no pasó. Nunca faltó recurso humano, porque lo cubrí yo. Hice como 20 guardias en el mes de junio”, agregó Montenegro, que el último mes trabajó con 5 médicos menos porque, ante la posibilidad de cierre, “algunos se habían ido: un médico terapista consigue trabajo en cualquier lado en este momento”, aclaró.
Sobre las condiciones en la que estaban Ferreyra y Sarco, Montenegro detalló: “Uno estaba respirado (por Ferreyra) y toda su familia había venido a verlo porque era condición irreversible que no había posibilidad de supervivencia. Eso es lo que hacemos porque cuando el paciente fallece con Covid sale una bolsa negra y no lo ve el familiar. Nosotros en cada vez que ya el tratamiento no responde y es irreversible, llamamos a los familiares para que lo puedan ver”.
El caso de Sarco era diferente. Internado como paciente de Pami en la clínica, la familia había sido informada de que estaba estable, mucho mejor que en los últimos días y que “podía soportar un traslado sin problema”.
“Supuestamente estaba bien y apto para el traslado. Llegó con un paro cardíaco al Hospital. Nos llamó una de terapia del Hospital y nos dijo que tuvo un paro y que lo sacaron, que él colaboró mucho pero que sus pulmones habían llegado muy deteriorados, entonces quiero saber si en la clínica lo atendieron como tenía que estar atendido”, sostuvo su hija en diálogo con La Opinión.
Alejandra Montenegro es una médica terapista de reconocida trayectoria en la zona, con más de 40 años de experiencia en la medicina. “Era la jefa de UTI del Hospital de Baradero, con una terapia nueva, espectacular, lindísima y me fui porque había muchísima gente, sobre todo jóvenes y amigos, que morían y eso no lo pude tolerar. El primero de julio dejé la terapia de Baradero. Me quedé con la de San Pedro: sabía que iba a cerrar, pero era una posibilidad. Decidí quedarme”, aseguró.
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