Cerdá y Salomón, a juicio abreviado por venta de drogas
Serán condenados luego de que las partes lo acordaran. La pena podría ser de seis años. Al ajustarse esta medida, ambos reconocen el delito que se les incrimina. La causa está caratulada como Tenencia de Estupefacientes con Fines de Comercialización.
Los protagonistas de uno de los casos más resonantes de la historia policial de la ciudad, en cuanto a la venta de drogas se refiere, serán condenados en poco tiempo, luego de que asumieran su culpabilidad acudiendo al mecanismo de juicio abreviado, un procedimiento previsto por la ley procesal en donde acuerdan la pena un representante del Ministerio Público fiscal, los imputados y su abogado patrocinante.
Sebastián Cerdá y Pablo Salomón, dos reconocidos vecinos que por sus actividades diarias como seguridad en boliches y carnicero, respectivamente, tenían contacto con diversos sectores de la ciudad, están presos desde el 27 de noviembre de 2012 cuando fueron detenidos en medio de un amplio operativo encabezado por los Fiscales Patricio Mujica Díaz y Verónica Marcantonio por venta de cocaína de máxima pureza.
Los elementos secuestrados durante los operativos, las escuchas, los testimonios y videos tomados en cuanto a los movimientos diarios de los sujetos fueron pruebas suficientes para que la comisión policial que los sorprendió en sus domicilios directamente los detuviera.
Actualmente, Cerdá y Salomón se encuentran alojados en una Unidad Penal y si bien aún resta definirse la fecha del juicio abreviado en donde se fijará condena, se estima que podrían recibir seis años de prisión teniendo en cuenta la gravedad del delito cometido.
El resonante caso tuvo en vilo a un amplio sector de la comunidad sampedrina debido a los movimientos y conexiones que tenían ambos sujetos. La Justicia, que determinó la intervención de policías de otras ciudades para evitar “filtraciones” locales, actuó con precisión y nadie descarta alguna “sorpresita” más en torno a este caso, ya que la investigación nunca se cerró.
Con las manos
en la droga
La Justicia estableció actuar luego de que se fijaran domicilios y lugares en donde los sujetos se movían, tanto para recibir la droga como para fraccionarla y distribuirla.
Desde el mediodía y hasta la noche de esa jornada, personal policial de la división Drogas Ilícitas encabezó un imponente operativo simultáneo en seis domicilios.
Así se logró desbaratar a esta banda dedicada a la comercialización de estupefacientes, que tenía como producto fundamental la cocaína y que abastecía a gran parte de la ciudad, incluso algunos sectores “caracterizados” de la zona céntrica y radio urbano, en muchos casos clientes “con un alto poder adquisitivo”.
En total se efectuaron seis allanamientos, los cuales ya venían con dos órdenes de detención. Dos de los operativos tuvieron lugar en Río Tala y cuatro en el radio urbano de la ciudad, todos con resultados satisfactorios.
En uno de los allanamientos efectuados en una propiedad de Maestro Reyna al 1071, casi en la intersección con 3 de Febrero, propiedad en ese momento de Sebastián Cerdá, se secuestraron unos 20 bagullos de 2,5 gramos de cocaína cada uno, aproximadamente, lista para ser comercializados, y un arma de fuego.
Otro operativo con orden de detención se produjo en una vivienda de la calle Belgrano y Dávila, donde vivía Pablo Salomón. También se allanaron otras dos casas que se encuentran al lado y enfrente, sobre calle Belgrano, y que pertenecían al mismo imputado.
Además requisaron una oficina que Cerdá alquilaba en un primer piso de Aníbal de Antón y Las Heras. Para los investigadores este sería el lugar de mayor circulación y donde se fraccionaba la droga, ya que allí se encontraron elementos de precisión como balanza y herramientas de cortes. También había nylon fraccionado como para envolver la droga y unos 180 gramos de cocaína compactada en forma de dados y de máxima pureza. También se habrían encontraron unos 170 gramos de marihuana.