Caso Solcire, la beba que nació con 22 semanas de gestación y murió en la clínica San Pedro, ya está en la Justicia
“Homicidio culposo” es la carátula bajo la que la fiscala Ramos investiga el caso. La joven pareja hizo la denuncia porque considera que hubo “abandono de persona y mala praxis” en la atención que les dispensaron en la clínica San Pedro. Un especialista en neonatología aseguró que donde no haya tecnología suficiente la clave es el equipo médico.
Solcire Grill Ocampo nació el 23 de marzo en la Clínica Privada San Pedro. No alcanzó a vivir 24 horas. Su madre, Victoria, había dado a luz tras apenas 22 semanas de gestación. En el sanatorio los médicos les habían dicho a ella y a Jorge, su pareja, que el traslado era demasiado riesgoso.
En las redes sociales, los jóvenes padres reclamaron por esa derivación que nunca llegó. Al sanatorio habían llegado tras hacerse todos los controles en el Hospital. “Con el doctor Gigena, que era quien me atendía". Estaba de guardia pasiva el Dr. Pablo Paladini, quien fue el que finalmente la atendió.
Un antecedente familiar
La madre de Victoria, Sabrina López, sabía por experiencia propia cómo se procede cuando se desencadena un parto prematuro. Milagros, su otra hija, tiene hoy ocho años y sobrevivió, pese a los malos pronósticos, gracias a los cuidados neonatológicos que le dispensaron en un hospital de La Plata. Por eso y con ese antecedente pidió que Victoria fuese atendida en un lugar con mayores recursos para la llegada de un neonato.
La dolorosa e irreparable historia de Solcire abarca, desde el destrato a la negligencia, todas las adversidades que afrontó esta joven pareja que vio nacer, respirar y llorar a la beba; que luego fue informada sobre consecuencias y nulas posibilidades de sobrevida; que por la noche intentó dormir pensando que la nena había fallecido; y que por la mañana del domingo supieron que estaba viva, respiraba y se movía.
Pidieron el traslado en redes sociales, los médicos se enojaron por la repercusión y hasta tuvieron que aclarar que no era necesario hacerlo públicamente, pese a que un concejal dispuso y organizó un traslado de urgencia a un centro asistencial de La Plata en el que la admitirían como afiliada a IOMA.
Aquí, en San Pedro, les habían referido que ningún lugar los recibiría porque podían pensar que la nena podría ser considerada como "producto de un aborto".
Con esa esperanza aguardaron horas, hasta que les llevaron a la criatura a la habitación para que la madre pudiera abrazarla, apoyarla en su pecho y esperar “hasta que deje de respirar”, porque a lo sumo sería “media hora”. Solcire siguió batallando dos horas más con las que completó las casi 24 que sobrevivió por momentos en una incubadora y horas sobre una tabla envuelta en una sábana.
La joven pareja madre de Solcire, la beba que nació con 22 semanas de gestación y murió antes de las 24 horas de nacer, denunció penalmente el caso y espera que la investigación penal en marcha avance.
La carátula es “homicidio culposo”
El lunes 22, a casi un mes de lo sucedido, la pareja de jóvenes decidió radicar la denuncia en la Fiscalía de turno, representados por una abogada de la ciudad de Baradero, contra los médicos y la clínica “por abandono de persona y mala praxis”.
La causa penal recayó en la Fiscalía 11, que conduce Viviana Ramos, quien instruye el expediente judicial bajo la carátula “homicidio culposo”, una calificación penal que refiere a los delitos contra la vida que se cometen sin dolo, es decir sin intencionalidad manifiesta
El Código Penal prevé penas de uno a cinco años de prisión e inhabilitación especial de cinco a diez años a quien “por imprudencia, negligencia, impericia en su arte o profesión o inobservancia de los reglamentos o de los deberes a su cargo causare a otro la muerte”.
La Fiscala Ramos recibió la denuncia y dispuso una serie de medidas de prueba para avanzar en la investigación del caso. En principio, ordenó solicitar la historia clínica de la paciente y toda otra documentación que permita saber cómo fue el proceso que llevó desde la primera información acerca del embarazo hasta el desenlace fatal.
Ello incluye tanto lo que obra en el Hospital como todo lo que haya quedado registrado según los protocolos vigentes en la clínica privada San Pedro desde que la paciente llegó para su atención hasta que le dieron el alta, luego de que su beba falleciera. Además, Ramos citará a prestar declaración testimonial a todos los involucrados en el proceso.
La palabra de un experto
El sábado, Sin Galera entrevistó al médico neonatólogo Sebastián Sticotti, un especialista del Fleni que además de ser un experto en la materia médica es un reconocido comunicador de la tarea profesional que le incumbe.
Sticotti aseguró que la discusión sobre la viabilidad de los bebés prematuros extremos es continua y que en los últimos 20 años los avances han sido inconmensurables.
“En los prematuros todo es anormal, complicado y requiere de mucho trabajo de múltiples especialidades”, dijo Sticotti y explicó que por debajo de las 24 semanas, como en el caso de Solcire, “son excepcionales en los que puede haber supervivencia, dependiendo de la tecnología disponible”.
Aunque la capacidad tecnológica de los centros asistenciales es un punto importante en esa posibilidad de sobrevida, el especialista consideró que la clave está en el equipo médico y en su capacidad de resolver una situación extrema como esta.
“Más que el equipamiento, el personal tiene que estar preparado, entrenado”, aseguró. Neonatología, obtetricia, salud mental, se necesita un equipo interdisciplinario para este tipo de casos, con múltiples miradas. Para el profesional el trabajo con padres y profesionales en la comunicación y las decisiones es imprescindible.
“El núcleo mínimo familiar tiene que estar informado, tiene que haber un acompañamiento en conjunto, para que la familia entienda que se hizo todo lo que se pudo”, señaló y advirtió que cuando esa comunicación falla es cuando la litigiosidad aparece.