Caso María Esperanza: la Defensa solicitó nuevo examen psiquiátrico a Romero y demora la fecha del juicio
Tras las audiencias preparatorias el juzgado deberá resolver las presentaciones efectuadas por la defensa oficial de Roberto Romero y recién a partir de allí se conocerá la fecha del debate para juzgar al acusado del femicidio.
La causa por el femicidio de María Esperanza Fernández, ocurrido en mayo del año pasado, quedó a un paso del juicio luego de que se cumplieran las audiencias preparatorias en la que quedó todo listo para juzgar a Roberto Romero.
En la previa, Fiscalía y Defensa expusieron respecto de las pruebas camino al juicio para dejar todo listo para que el Tribunal en lo Criminal Nº 2 disponga de la fecha del debate en el que, todo indica, el acusado será condenado por el brutal crimen.
La fiscala Viviana Ramos había solicitado la elevación a juicio y estaba todo encaminado para ello, pero la Defensa, a cargo de Pablo Vacani en representación del Ministerio Público, interpuso un pedido que demorará la confirmación de la fecha, puesto que debe ser evaluado.
Para la Fiscalía, la situación Romero es muy comprometida: todas las pruebas recolectadas lo señalan como autor del femicidio. Pero la Defensa Oficial demora el juicio: ahora planteó un presunto cuadro psiquiátrico que deberá ser evaluado antes de llegar a la jornada de debate.
Por otro lado, Viviana Ramos confirmó a La Opinión qué avanza la instrucción de la segunda causa en contra de Romero, en la que está acusado de abusar sexualmente de la hija de María Esperanza, quién lo denunció tras el asesinato de su madre.
La titular de la UFI 11 reafirmó que ya había descartado la denuncia que en su momento el femicida había efectuado contra la joven, a quién pretendía involucrar como cómplice en el asesinato de su María Esperanza, con una presunta relación sentimental que fue denunciada como abusiva.
María Esperanza Fernández tenía 43 años cunado fue hallada asesinada minutos después del mediodía del domingo 3 de mayo en su casa de Juan Ismael Giménez al 3080, la misma que compartía desde hacía muchos años con su pareja en el barrio El Amanecer.
Quien la halló fue su hija, a quien el día anterior la víctima le había llevado sus hijos pequeños para que los cuidara debido a una fuerte discusión que había tenido con Romero.
El cuerpo se encontraba en la habitación envuelto con un cubrecama. En el lugar se encontraron otros elementos que fueron fundamentales para certificar que Romero fue el asesino.
Si bien la víctima tenía un dedo quebrado, producto de los mismos golpes que recibió y un mínimo acto de reflejo que tuvo ante el impacto, se determinó que fue el primer golpe el que le provocó la muerte. Además presentaba fractura de cráneo y una hemorragia cerebral.
Roberto Romero huyó en la bicicleta de María Esperanza hacia la zona rural. Durante seis días fue intensamente buscado en un recorrido que incluyó la zona de El Espinillo, donde él trabajaba en un vivero, los campos ubicados a la vera de la ruta 9, y toda la zona rural desde la autopista hasta Santa Lucía.
Para la búsqueda se dispuso una gran cantidad de recursos y fue convocado uno de los perros más famosos del país, Bruno, que siguió el rastro preciso del femicida hasta que, acorralado, se entregó en la casa de un familiar en el barrio 291 Viviendas.
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