Botones antipánico: vecinos quedaron incomunicados con el Centro de Monitoreo
Algunos vecinos de barrios que poseen botones antipánico notaron que cuando pulsaban el comando que enviaba mensajes al Centro de Monitoreo para anunciar alguna situación de peligro o inseguridad nadie respondía. La Opinión confirmó que al menos 25 no funcionan más, ya que cuando Sánchez Negrete ordenó dar de baja los teléfonos de la flota de celulares, se quedaron sin servicio. El responsable de las operaciones con las telefónicas es Leonel De Ruba, Director de Modernización del Estado quien se comunicó para hacer aclaraciones al cierre de esta edición.
Fueron los vecinos quienes notaron que los controladores de las alarmas comunitarias que dan aviso al Centro de Monitoreo dejaron de funcionar. Es más, en la mañana del martes ingresó una nota al municipio que refuerza y abona este informe porque los aparatos ya no envían un mensaje para avisar a las autoridades que algo está sucediendo en sus casas, cuadra o barrio y no saben desde cuando sucede. Claro, no podrían hacerlo teniendo en cuenta que estaban equipadas con chips de la flota Movistar que el Secretario de Economía Mario Sánchez Negrete ordenó dar de baja sin advertir que “el ahorro” sería un aumento para la inseguridad y que quienes colaboran con su tarea han estado distraídos respecto del trabajo que se les asignó.
No fue ese el único inconveniente que generó el cambio de celulares en el municipio. La baja sirvió para detectar los abusos de todo tipo por parte de empleados, funcionarios y hasta familiares que ni se molestaban en medir sus conversaciones o instalar aplicaciones en sus smartphones.
Dos avisos movilizadores
“Esto no anda”, se quejó un vecino, control remoto en mano. Pulsaba y pulsaba el botón de “alarma silenciosa” que daba aviso al Centro de Monitoreo, pero nadie se enteraba. Su bronca era mayúscula: la alarma y los controladores los habían financiado con dinero de la gente del barrio. La Municipalidad sólo había colocado el número con el chip telefónico y ahora nadie les había avisado de los cambios.
Un habitante de otra zona donde el Gobierno durante el mandato de Pablo Guacone colocó botones antipánico se comunicó con este medio para reportar la misma situación sin presumir que se trataba de un problema generalizado. “El de la alarma del poste anda, pero es lo mismo que nada, porque como parece que no reciben el mensaje, acá te pueden estar matando que no aparece nadie”.
De las 80 alarmas con alrededor de 20 controladores cada una, La Opinión llamó a 25. La respuesta del operador telefónico fue la misma en todas: “El número no corresponde a un abonado en servicio”.
Se olvidaron de la seguridad
Orgulloso por sus gestiones para ahorrar, el Secretario de Economía Mario Sánchez Negrete anunció con bombos y platillos que había hecho un acuerdo con la empresa Claro, por lo que trasladaba todos los números de la flota Movistar y las daba de baja. De inmediato comenzaron a utilizar los nuevos aparatos celulares con tecnología 4G que se pagaron a precio de oferta y permiten disminuir los costos para la comuna utilizando grupos de whatsapp y otras aplicaciones.
Los números de los funcionarios del gabinete anterior ya no corren. Si se llama, la respuesta es la misma que con los chips de las alarmas comunitarias: “No corresponde a un abonado en servicio”.
En el informe de gestión que recibieron por parte de los que se fueron con el Gobierno suplente de Giovanettoni, figuraban los números de las líneas correspondientes a las alarmas comunitarias, que estaban en una cuenta separada de Movistar.
Evidentemente cancelaron las líneas pero se olvidaron de comprobar que cada chip de los botones antipánico funcionara.
Cómo funcionaban
Las 80 alarmas comunitarias colocadas, algunas pagadas por el Municipio y otras por los propios vecinos, tienen cada una entre 15 y 25 controladores. Esos aparatos están en las casas de los vecinos, que pueden accionarlos ante una situación de inseguridad o peligro.
Los controles remotos tienen dos botones: uno hace sonar la alarma y a su vez remitir un mensaje al Centro de Monitoreo, que rápidamente accede al domicilio desde donde se activó la alerta, para a su vez comunicarse con la Policía para que intervenga. Esto, en teoría.
El otro botón es el de la denominada “alarma silenciosa”, que sólo dispara el mensaje a la central y que suele utilizarse cuando hay presencia de delincuentes dentro del hogar, para evitar represalias por si se dispara el sonido de la alarma ubicada en el poste de luz cercano.
“Fui yo”, dijo De Ruba
Al cierre de esta edición, cuando las páginas llegaban a la imprenta el Director de Modernización del Estado, Leonel De Ruba llamó para aclarar su responsabilidad en los cambios operados y asegurar que “todo estaba bien”.
Cuando este semanario le dijo que había comprobado que los avisos no llegaban al Centro de Monitoreo, reconoció: “Cuando las cosas dependen de terceros, no siempre pueden ser perfectas”.
Informó: “Las gestiones con Claro las hice yo. Hicimos la portabilidad numérica.
Los chips nuevos fueron instalados en cada alarma”. Por último, se le pidió que aclarara el concepto de su llamada a los periodistas: “Llamo como funcionario, en una gran parte responsable del cambio de tecnología, preocupado porque a mí me dijeron que esto funciona, y si es mentira tengo que tomar medidas con el personal”.
Las volvemos a poner en marcha
Aunque La Opinión no ofreció las ubicaciones para evitar problemas de inseguridad, en la comuna ya habían percibido el error. “Se están reacomodando, porque las dieron de baja, ahora estamos sin eso, pero ya lo van a solucionar, cada antena tiene un chip, las están cambiando y hay que reprogramar todo”, dijo un allegado a Salazar que entendió la gravedad de la consulta. Cuando se distendió y luego de señalar a un responsable la frase fue de una sinceridad extrema: “X… es un pelotudo que no se dio cuenta. Hay vecinos que compraron alarmas y ni se las conectaron y eso es porque nos enteramos. Pero cambiar el chip implica programarlo, eso se viene haciendo, pero no andan todavía”.
Según pudo constatar este medio el Intendente ignoraba la situación y por ahora no tiene conocimiento de que hubo un fin de semana completo sin funcionamiento de las alarmas. Algo que tampoco saben los vecinos, que afortunadamente no tuvieron que recurrir al sistema que alerta hechos de inseguridad. “Fue desesperante, pero lo estamos corrigiendo ahora”, dijo la misma fuente.