Arresto domiciliario para quienes vendían drogas en una pizzería
Debido a un pedido de sus defensores el Juzgado de Garantías otorgó prisión domiciliaria a las dos personas acusadas de comercializar estupefacientes desde una pizzería. Los sujetos son los únicos imputados.
Tras permanecer tres meses detenidos y con prisión preventiva fueron beneficiados con arresto domiciliario Maximiliano Pozzolo (25 años) y Juan Eduardo Perfume (35), imputados en una causa por comercialización de estupefacientes. La investigación, a cargo del Fiscal Marcelo Manso, se puso en marcha a raíz de un trabajo puntual que comenzó luego de que se advirtiera un movimiento inusual de personas durante la noche, cuando el comercio del rubro pizzería abría sus puertas.
Primero fue el Dr. Hugo Lima, abogado patrocinante de Maximiliano Pozzolo, quien hizo el pedido formal sobre el arresto domiciliario de su defendido, medida que resultó a favor a fines de la semana pasada. Mientras tanto, el Dr. Pablo Vacani, defensor oficial de Perfume, también solicitó la prisión domiciliaria para su defendido, beneficio que la Jueza de Garantías Dra. María Eugenia Maiztegui, otorgó.
Pozzolo ya está en el domicilio fijado y deberá permanecer allí hasta que la justicia disponga su situación. “Con lo sobrepobladas que están las cárceles pueden transformarlo en un futuro delincuente nuevo y él no lo es”, aseguró el Dr. Lima, “se trata de una persona que quiere resocializarse y volver a vivir en derecho, y así cumplir en su casa el arresto”, agregó.
Mientras tanto, Perfume, se recupera de una intervención quirúrgica efectuada tras sufrir una fractura en una de sus piernas mientras jugaba al fútbol en la Unidad Penal donde estaba alojado. Vacani aseguró que cuando le den el alta se trasladará al domicilio que ha fijado ante la justicia.
“Mi defendido se comprometió a cumplir con diversos requisitos que le impuso la justicia”, señaló el abogado.
En total fueron tres los allanamientos encabezados por el Fiscal Marcelo Manso sobre el último fin de semana de marzo. Uno de ellos tuvo lugar en una vivienda de Almafuerte al 400; otro en la misma calle, al 600; y el restante en Máximo Millán 570, donde funcionaba la pizzería. En este último lugar fueron secuestrados unos 200 gramos de cocaína fraccionados en distintas dosis para su futura comercialización, como así también elementos de medición.