Algunos roces en la transición
El Concejo aprobó la prórroga del Presupuesto y ambos gobiernos, el entrante y el saliente, siguen trabajando en conjunto, aunque hubo declaraciones públicas de Karina Chiarella y Mónica Otero que no cayeron bien en el Ejecutivo.
La tarea conjunta emprendida entre los miembros de Cambiemos y el Gobierno local tuvo al menos dos situaciones que generaron descontento en el Ejecutivo de Giovanettoni.
Por un lado, las palabras de la futura Secretaria de Desarrollo Social Karina Chiarella en FM Génesis tras la reunión que junto a Herbas mantuvo con Nicolás Macchia, en las que aseguró que la Municipalidad tiene “un estado de precariedad tan grande” que tendrá “un trabajo arduo, fundamentalmente desde lo organizativo” por delante.
En esa misma nota dio por descartada la inclusión de Fernando Bennazar en la Dirección de Deportes, comentario tan taxativo que llamó la atención en las propias filas de Cambiemos, donde cuentan al nadador como un hombre fundamental para colaborar en esa área.
Otra manifestación pública que no cayó del todo bien cerca del intendente saliente fue la de la concejala electa Mónica Otero. Conocedora profunda del funcionamiento del HCD, dejó un comentario en la página de La Opinión contra el Director de Rentas Christian Rial que salpicó a todo el gobierno.
“Cuántos errores del Director de Rentas”, comenzó Otero en la noticia publicada por este semanario respecto de un reajuste en las alícuotas de tasas con las que se desayunaron la semana pasada algunos contribuyentes.
Rial interpretó de manera incorrecta la ordenanza impositiva, por lo tanto emitió mal la tasa y para que el Honorable Tribunal de Cuentas no le aplique multa personal le recarga la cuota a los contribuyentes”, señaló Otero.
Además, explicó que el Gobierno “emitió la cuota de la tasa con recargo y todavía no tiene la autorización del HCD” y se preguntó: “¿Quién va a pagar todos estos horrores?”
En efecto, la semana pasada el Ejecutivo se reunió con el Concejo Deliberante para subsanar ese error, que se arrastra desde la impositiva del año pasado, cuando calcularon algunas tasas con el 80 por ciento de aumento cuando debían hacerlo con el 45, error que se trasladó a la impositiva actual.
Los ediles dieron el visto bueno el jueves pasado, mientras que los contribuyentes se sorprendieron del ajuste en la alícuota dos días antes, por lo que Otero tenía razón: emitieron sin que estuviera aprobada la corrección.